domingo, 30 de agosto de 2015

8:00 a.m.

  Otra vez la mañana desmañanada, pocas ganas de continuar tiene, de convertirse en medio día. En la calle las señoras barren sus vergüenzas consuetudinarias. Los niños van a la escuela sin pensar en la crisis mundial, en el precio del dolar. Un perro callejero husmea en las bolsas de basura, pero no hay algo que valga la pena, la pobreza ha mermado los desperdicios. El sol aparece en intermitencias, tal vez llueva.

Ánimas García

—Dame un litro de mezcal que voy a transformar el mundo.
—Pero si no puedes hacer lo mínimo que es trabajar, ¿cómo le vas a hacer si todo el día andas borracho? No tienes remedio cabrón.
—Tú dame lo que te pido, estoy planeando, ¡pensando!, quiero ser alguien importante, un señor respetable...
—Ya Ánimas, vete a dormir. Tú mujer y tus hijos te esperan desde hace días, sosiégate, estate en paz. Además, no te hagas, me debes cinco litros de mezcal, ¿vas a pagar o vas a hacer como que la Virgen te habla?.
—Bueno, aunque sea sírveme una copita para aguantar el camino hasta mi casa, quiero aclarar las ideas.
—No te sirvo nada, vives a media cuadra de aquí, ¡a chingar a su madre! Ya me cansé de estar arreando burros, y si no me pagas voy a mandar a los gendarmes por ti.
—¡Pinche envidia! Por eso el país no prospera, desprecian y humillan a las mentes más prometedoras, porque yo sé, sé mucho, falta apoyo, solidaridad. Pero llegará el día en que rogarás para servirme y todos en este mugroso pueblo pedirán mi consejo y... Otra más, la última y me voy, ¿sí?

Pipí

  Orinar la cama, infinitivo húmedo. El Yo no pudo llegar al baño. Orinar la cama, despertar al de a lado con un lago amarillo. El Yo hizo agua del vino. Cuando despertó el charco estaba ahí. La incontinencia del ser devino en meados. Hijo, ya volviste a manchar el colchón. ¿No pudiste aguantarte? La respuesta tiene que ver con el alcohol y la marihuana. Pudo ser peor, pudo ser marrón.

Impuesto al valor de la espera

  La voz femenina da los turnos cada dos minutos, números hasta la desesperación: C6091, módulo 23; 327, módulo 09; C6101, módulo 12... Sólo los robots pueden trabajar de esta manera. Repetitiva música de fondo para aminorar lo disminuido: smooth jazz, Chamín Correa, ranchera de Luis Miguel. Con cita, sin cita. Dos filas. ¿Ya lo atienden? ¿Qué trámite viene a realizar? ¿Ya está dado de alta? ¿No? Credencial, copia; acta de nacimiento, copia; comprobante de domicilio reciente, copia; una memoria o un disco. Insufrible situación, insoportable sensación: la espera. Los trámites burocráticos son la evolución de la tortura medieval. En el baño no hay papel. Los rostros de las personas se llenan de moscas. ¿De quién es esta niña? La entrada es por el otro lado señor. ¿Un café? La amabilidad también es un trámite. Firme aquí, igual que como está en su identificación personal. En sólo tres horas arruinan tu vida. Gracias, eso es todo.

El increíble Hombre Sin Camisa y su desgarbado amigo Larguín contra los Homofóbicos Cristiano Morelianos

  Los carros siguen las instrucciones de las luces del semáforo, los colores ordenan el tráfico. Verde para avanzar, amarillo preventivo y rojo como alto. Es en este último color cuando hacen su entrada nuestros héroes. El Hombre Sin Camisa lleva dos banderas con los colores del arcoíris, su inseparable amigo, Larguín, también trae banderas, pero se distingue por los zancos y el uniforme lleno de lentejuelas. Ambos bailan al ritmo del tambor que toca su esclavo voluntario, Nicolás Guillén II. Algunos automovilistas miran con desconcierto el concierto danza performance que los extravagantes personajes realizan, otros sonríen y preparan las monedas. Cinco segundos antes de que el verde aparezca Nicolás Guillén II hace un redoble satánico y el Hombre Sin Camisa junto a Larguín avanzan decididos hacia los carros. Son catorce pesos los que recolectan en su expedición cooperativa. El Hombre Sin Camisa voltea y le dice a sus camaradas "Buen trabajo mis amores", después le da una nalgada a Nicolás Guillén II como detalle cariñoso. En el mismo semáforo un limpiaparabrisas hace una ofrenda al dios de los indigentes, Chemotl; también está el vendedor de periódicos y la señora de los chicles que se sabe todos los chismes. Ésta les dice que en la radio avisaron de una marcha para defender a la familia cristiana, "Pasarán por aquí como en diez minutos". El Hombre Sin Camisa escucha a la señora y en su cara un rictus de preocupación aparece, ¿qué es eso de la familia cristiana? Se imagina a Pedro, María y Jesús avanzando al frente de la manifestación. Larguín nota la preocupación de su amigo y le dice "Tenemos que movernos, vamos al de Camelinas, si nos quedamos las cosas se pondrán feas". El Hombre Sin Camisa mira sus banderas coloridas y responde "No, tenemos una misión mi querido Larguín, no nos moveremos, nuestra sexualidad nada tiene de malo". Larguín quiere protestar pero sabe que será inútil, ahora es demasiado tarde. Gritos y consignas, carteles con leyendas homofóbicas: Fuera los putos de Morelia, Lo normal es por la vagina y nada más, Dios odia el sexo anal, La familia cristiana contra la sodomía, etcétera. Están cerca, unos cincuenta metros separan al Hombre Sin Camisa de los heterosexuales fundamentalistas adoradores de la cruz, Larguín tiene miedo de que termine mal el encuentro, una intuición funesta lo aborda. La multitud observa al Hombre Sin Camisa quien ha puesto sus banderas en lo alto, desafiando al peligro se queda parado en medio de la avenida, Larguín duda un instante pero luego se acerca a su inseparable amigo y también alza sus banderas. Nicolás Guillén II toca un ritmo violento que acompaña perfectamente la furia de los cristianos. Al otro día los periódicos dan la noticia: Dos homosexuales son asesinados por una muchedumbre, sus cuerpos fueron encontrados despedazados en la avenida Libertad. Nicolás Guillén II sobrevivió, él es heterosexual, gracias a dios. En el semáforo pusieron dos cruces, vaya ironía.

viernes, 21 de agosto de 2015

Uña

Queratina
querida
por mí

Dura
pero no
como la piedra.

Toxicodendron radicans

Atacada
por un puño
de habladurías

Irritada
la piel del puño
hasta la sangre

Venenosa hiedra
de los decires.

Genuflexiones verbales

* La palabra era dendriforme, en forma de árbol. La escuchó vio en el comercial del canal cultural. La tv educa, pensó.

* Dislalia, porque no juego a los trabalenguas.

* En vez de autobiografía escribió su auto-hagiografía.

* Un edificio le sirve de trampolín. Resignificar el mundo. El agua es concreto.
Faltan cuervos para celebrar mi muerte.

Filantropía y esmero

  Ayudo a una anciana a cruzar la calle. Doy limosna a los indigentes que están por todas partes. Presto dinero a mis familiares y a los amigos que han caído en desgracia. Asisto a los enfermos, visito a los presos. Compro en las tiendas del barrio, aunque sean los mismos productos que venden en los centros comerciales, no importa. Trato de perdonar y amar a mi prójimo, barro el frente de mi vecino, voto por el PRI, separo la basura. Al final del día, cuando mi fuerzas ya no dan para más, recojo a ese perrito atropellado que aúlla desesperado, curo sus heridas y lo alimento.

Misantropía matutina

  Quisiera hacerlos felices a todos, aclaro que no es lo mismo que verlos felices, por eso rezo cada noche por la destrucción del mundo, por la explosión de la tierra de una vez y para siempre, el fin de la humanidad, humanidad que nunca fue. ¿A qué dios le rezo? A la mayoría, por si acaso, para no equivocarme y saber cuál de ellos realmente nos ama. ¿Qué culpa tienen los otros seres? No hay culpa, es el sufrimiento inagotable e inherente del Ser, nuestra subjetividad castrante únicamente ocasiona dolor. La cultura nos ha deformado hasta la sonrisa, somos más insensibles que al principio, un libro no detiene las balas, una carretera no quita el hambre. ¿De qué podemos sentirnos orgullosos? De los panteones. Tuve una visión, la no existencia es la felicidad. Estos son mis deseos para la colectividad: muerte y destrucción. Soy, más que profeta, dictador.

miércoles, 19 de agosto de 2015

Vista Hermosa o el puente de piedra que nunca se menciona

  Para comenzar bien recurrimos a la comida bien, es comiendo y bebiendo como debemos entendernos, con comida baila el perro, tacos dorados rellenos de carne molida, el viaje fue de trabajo, jitomate y cebolla, lo frito y lo sublime, jugo de carne con aceite, carneceite, impregnación de la salsa roja, hay picante y de la dulce, repollo arriba, diez pesos la orden que incluye tres tacos. Comimos, bebimos pero casi no dormimos. Vista Hermosa recibió nuestra presencia con fuegos artificiales, balazos en la presidencia municipal, policías desaparecidos. México, un "en fin" infinito que se arrastra por unos cuantos dólares. Entre pueblo y ciudad, nunca se sabrá cuando cambia la nomenclatura. Viajamos con  esa sensación de que aprenderemos algo nuevo, reminiscencias cervantinas; aunque el aprendizaje vía los sentidos haya sido tan vilipendiado a través de la historia del pensamiento. Vimos apaches travestidos vestidos de rojo, había una estatua de apache en el bulevar donde la gente toma el camión hacia destinos desconocidos, sólo la gente sabe a dónde va. La simbiosis apache-chichimeca estaba dada, aquí se bebe coronita, nos dijeron. La iglesia es redonda pero no se mueve, dando vueltas al quiosco circular los apaches van, mareados de tanta pepsi con alcohol del noventa y seis, caras pintadas de negro que pintan al público presente, manos llenas de grasa para bolear zapatos, embarrando a damas más caballeros más niños más señoritas más buenas tardes, galón de agave sabor coco a ochenta pesos, varios sabores, café, natural, cirrosis hepática, machetes y arañas de plástico. Vimos a la identidad sentada en una banca de piedra. Preguntamos y muchos dijeron que el pueblo no tiene raíces. Mentira, las ex-haciendas hablan del haber sido, la ruta de Hidalgo, el cura pelón que devino zorro, estuvo en Vista Hermosa, el pasado de esta nación pasó por aquí. Además, hay fantasmas, el lugar tiene historia paranormal. Blanca como la leche hay una escuela primaria que antes fue escuela de otras cosas, construcción afrancesada pero bella, galicismos arquitectónicos. Sin semáforos, los barrios barrocos recorrimos borrachos, muchas vírgenes en las casas. Ya luego vino, casi al final, la despedida. Así son los adioses, llegan cuando todos se van. Larga lista de abrazos por dar, pusimos en un papel rayado todos los volveremos pronto, los hasta luego, los teléfonos de las vírgenes. Cerca de Jalisco, La Barca está a diez minutos, quince, veinte, etcétera. Vista Hermosa, municipio michoacano, dos horas y media en carro desde Morelia, paso tranquilo, cigarro encendido, baja el vidrio, cerveza transgénica, autopista a Guadalajara o salida a Quiroga, velocidad contra paisaje. ¿Ocurrió el viaje realmente? 

martes, 11 de agosto de 2015

Nada es más triste que la certeza de no tener nada.
¿Qué voy a investigar? A este mundo ya le han sacado todas las entrañas.

Ataraxia congénita

No hay trabajo
Trabajo no hay
¡Ay no, trabajo!
Mejor descanso
Echo la calma
Duermo las ocho
Horas de hamaca
Ganas de nada
Laboro en el ocio.
Cuando hablamos de "causas de fuerza mayor" ¿a qué dios nos referimos?
La oportunidad de ser feliz pasó a las seis y me quedé dormido.

Preguntas

¿Tienes el valor de apedrear a los gobernantes o te vale?
¿Quién violó a la madre patria en una noche de verano?
¿Cuál de todas las injusticias es la que más te gusta?
¿En dónde está la dignidad de la humanidad?
¿Cuándo acabará la guerra de mi cabeza?
¿Por qué pregunto y no hago?
¿Cómo se puede vivir así?
La conmiseración es la madrastra de todos los vicios.

Hubiera canino

  Si yo fuera perro callejero habría muchas personas preocupadas por mí, me alimentarían, recibiría abrazos y caricias, un hogar caliente. Pero no, me tocó ser hombre, un simple hombre. Ni siquiera merezco una mirada de desprecio, una limosna de cariño. Soy tantas cosas, menos perro. Sin embargo, ladro.

miércoles, 5 de agosto de 2015

Dar amor y recibir patadas en los huevos

Verbos irregulares estacionados en doble fila
Gelatinas, tortas, copias, internet, cachacoches
Sí hay lugar jefecito
La policía huele a orines de dos días
Los porqué son una larga lista de ignominias
Articulo una frase directa contra lo que soy
Articulo mi constitución con abdominales de odio
Pinche sistema de reproducción de chingaderas
Agua: dos mil pesos
Luz: mil ochocientos
Gas: no hay
En el mercado venden fruta barata
No le creo al Papa cuando dice que papá volverá
Calles y calles con casas iguales
De noche los gatos salen
Suenan disparos
Gente que corre
Gritos
Gritos
Grifos
Alguien que ayude a este pobre ciego
Algo para comer
Lo que sea su voluntad
Signos de exclamación
Ciudad lagarto disecado
Museo de escamas
Herpetario de asfalto
Virgen de Fernando Vallejo
Virgen de los italianos
Virgen morena que inhala sueños
Virgen hartísima
Rueda por el nous perdido y jamás hallado
Allá va la Virgen dando tumbos
Ayer mataron a otros
La gente salió a protestar
No tanto porque ya hay ley
Ya tenemos justicia (aunque sea un infundio)
Esta ley habla del te aguantas
Aguantar el mundo es cercenarse los pezones
Orinarse en el pantalón
Morderse la lengua
Hacer la tesis
Ponerse corbata
Voltear para otro lado
Dar cuota
Reír de lo no gracioso
Aguantar el mundo es seguir en el mundo
Contra el suicidio una patada en los testículos
Duele tanto verse en el espejo del vecino
A estas horas lo mejor no existe.

Pensamientos de un delincuente que quería ser santo

  Quisiera ser un santo de la montaña y tener mucho dinero para ayudar a los más pobres.También quisiera tener una camioneta roja con los vidrios polarizados, así me respetarían, se inclinarían ante mi presencia, besarían mi mano. Si yo pudiera le enseñaría a la gente a no ser ignorantes, les mostraría los secretos de la orden y los misterios del grial, las enseñanzas de Jesús y los sueños del Che. A mí no me dicen el Loco ni me tutean, a mí no me busca la DEA, pero quiero cambiar al mundo, combatir el mal. La tranquilad para mi familia y la muerte para los enemigos de mis ideas. Sólo soy un soñador que busca la paz, un amigo de la verdad.

Acto

El mundo es mágico para los conejos
Cierro mis ojos con golpes de otros
Rotos los tres deseos no se cumplen
Aparecen pobres flores de hule que brillan
Mi sombrero negro desaparece en el hurto
Los gritos del universo no están en verso
Y la prestidigitación se ha vuelto comercio.

Cuestión de religión

  El camión de la basura pasa el martes a las ocho. Salgo todavía con sueño. Les entrego mis desperdicios, lo que ya no quiero, los hombres de la recolección putrefacta ya tienen rato despiertos. Ellos esperan que les dé algunas monedas, pero no puedo, mi religión me lo prohíbe.