Fotografía de Raquel Almaguer
La máquina de coser suena. Un carro pasa, y otro, uno más por allá se escucha. En la radio que viene y va hay música española. Llegaron los vecinos y una moto se enciende, otro carro. La respiración tuya y mía, como en canción de apareamiento. Alguna tela sacudida (no conozco bien la onomatopeya de esta acción). Niña llorando, aquí viven decenas de estas pequeñas bestias, hermosas criaturas caricaturas clones y vete de aquí, nos dijeron alguna vez. La impertinencia la tenemos moderada, ahora un swing suena. Hay mucho viento en la ciudad y le falta un pedazo de pared a mi cuarto. Primera y segunda persona, primera y segunda clase. Tercera llamada. Comerciales oficiales gubernamentales o una mentada de madre. La segunda sin cebolla. ¿Será que nos estamos borrando la raya?