Para hablar con los dioses tienes que pagar tres pesos por minuto, así te dicen los sacerdotes de casi todas las religiones. Y si te entra el remordimiento por algo que hiciste antes, golpe en la cara, en esta vida nada es gratis. Se aplican restricciones e inyecciones, por aquello de que te portas inapropiadamente y él te ve, o aquel, o ese otro dios voyerista. Soborno metafísico. El templo es nuestro cuerpo, ¿ya viste a ese gordo? El día del apocalipsis los perros lamerán el suelo. Contrabajos que anuncian el fin, el sonido grave del ¡ya es suficiente! Ante esta situación lo más conveniente es fijarse hacia dónde irán las ratas.
martes, 8 de enero de 2008
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1 comentario:
La "metafora" del niño regañado que se mete a su cuarto a jugar con sus millones de amiguitos imaginarios. Hey! los amigos, aunque imaginarios si existen... Berkeley o algún mamón de esos lo dijo hace siglos...
JAJAJAJA!!!
sALUDILLOS... Cuiríz con z...
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