Cuando el dinero no alcanza hay que dejar de rascarse la panza con ese alambre oxidado del pesimismo, esto dicen los que trabajan de sol a águila; hay que echarle ganas a la mezcla ontológica, para que no se caiga la barda de la existencia. Lo que no dicen estos amigos laborales es que trabajar es un problema cuando el pago es una mierda hepática, y para trabajar como esclavo mejor te la clavo con los de tres pulgadas, ¿cuánto ofreces por esta chamba? Se gana mucho poquito con la hética. No hay cosa más bella que te den paella gratis, con su agua de limón, pero si no hay paella aunque sea unos tacos de ubre, eso sí, vegetarianos. Ya me voy para otro lado, la raza se muere de hambre y no tengo ni un centavo. Irse no soluciona nada, irse soluciona todo. Estoy pobre porque quiero comprender las posibilidades de la miseria. Punto y seguidillo, por las lombrices.
jueves, 18 de julio de 2013
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