A pesar del dolor puedo decir te quiero. Soy un mexicano charro y chillo. Lástima del día soleado, ahora voy a ser la nube negra del desencanto. Lluevo sobre los charcos de mi colonia, los vecinos se quejan pero ya saben de Prados Verdes, el subdesarrollo es mi pretexto. Las campanas dicen que son las cinco, católicos pensamientos mezclados con heroína de veinte pesos. Amiga mía, dame los muslos de la esperanza, un poco de cuerpo pide este sentimiento. Cerveza, mi única amiga, ¿verdad cerveza? Carne, hueso, sangre y fuerza. Para qué seguir viviendo de la gotera, deja que yo me ahogue en el lavamanos. Absurdo hasta en el baño, en vez de limpiarme cuento las cucarachas que me rodean, ando cagado por distraído. Basta ya, quiero rezarle al Cristo del recuerdo, es amarillo y yo te extraño.
viernes, 8 de mayo de 2015
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