miércoles, 19 de noviembre de 2014

Mirador

  He notado que te tocas muchas veces el pelo durante el día, diría que miles de veces. Así mismo, revisas tu celular a cada instante como si esperaras una llamada muy urgente, y que cuando pasas por un espejo o algo que refleje no puedes evitar voltear para ver tu silueta. Te observo, evita pensar que lo hago porque sea un pervertido o depravado, para nada, ni estoy enamorado de ti ni me interesa ningún tipo de relación contigo. Te miro porque me llama la atención tu comportamiento, podría decir que es un interés antropológico, pero suena muy pretencioso, además vivimos en un mundo muy apretado. Me pregunto qué manías tengo yo, si alguien me observa y qué tipo de ociosidad me cargo para estarme fijando en estas cosas.

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