Ahora el miedo a la muerte alza la mano, sé que hay muchos consejos que vendrán, hablarán los entendidos en la materia, saldrán a relucir las frases célebres; pero no me convencen las palabras de los otros, este apego espontáneo-necesario por el ser que soy me tiene en tensión y está bien, soy una cuerda por la que cruzan las hormigas. Siento que todavía quedan muchas cosas por hacer, un rato más antes de apagar las luces, tiendo mi cama en el lugar común del aferrarse. Los acontecimientos-circunstancias-contexto hablan español, entiendo un poco, hay que darse prisa para oler las rosas, también quiero pararme en la orilla y escupir. Contradictorio voy, enciendo fogatas en mis bolsillos, saco la cabeza cuando está prohibido, tropiézome conmigo mismo, el no propio. Y sé que todo lo que diga será usado en mi contra, cerraré los ojos pensando en que mañana será sandía, fruta roja con la que sueño.
lunes, 16 de marzo de 2015
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