A Billy Budd no le fue nada bien cuando viajaba en lancha hacia Janitzio. El lanchero se enamoró de él. Fue amor a primera vista. Felipe, que así se llama el lanchero, no podía faltar a las normas de la machoneidad mexicana y se mostró hostil con el pobre Billy, que era gringo y guapo, incluso le dijo que no sacara las manos de la embarcación porque algún lirio lo podía atacar, se conocían casos de turistas castrados por una de estas liliáceas. Melville estaba esperándolo en la isla. Había tomado mucha charanda y tenía comezón en los testículos, al parecer la noche anterior durmió con Angélica Rivera, una prostituta cara pero enferma. La lancha llegó a su destino, a su trágico destino. Cuando Billy Budd se disponía a bajar de la lancha el enamorado y culposo lanchero sacó su pistola y le disparó a quemarropa al desprevenido marinero bonito. Melville seguía teniendo ese picor en medio de las piernas. La policía tardó en llegar.