lunes, 16 de diciembre de 2013

  El entendimiento, nuestro conocer, nuestro querer, la voluntad. Cada quien es lo que quiere. Nos obsesionamos para que Dios mueva el refrigerador, el microondas y la estufa eléctrica de nuestros afectos. El horizonte donde proyectamos nuestros deseos se encuentra obstruido por esta nube de pedos que llaman pensamiento universal. Dios quiere mover al mundo pero no tiene suficiente dinero para los comerciales. Santo Tomás: la verdad se encuentra en nuestro entendimiento. Dios es lo verdadero, pero si la verdad está en nuestro entendimiento, entonces nuestro entendimiento es Dios. Porque, ¿qué más Dios podemos aceptar hoy en día sino aquel que vive avergonzado de su creación y nunca sale del pequeño espacio que tiene reservado en la mente de cada ser humano? Porque Dios es nuestro entendimiento, la cárcel de Dios y Santo Tomás se chinga.

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