Pobres de los pobres-pobres en invierno y en verano y en otoño, de sus sábanas pulgosas llenas de mierda y de promesas de campañas políticas. Políticas prometedoras, una pausa, la batalla está cerca. Ricos los ricos calientitos que se cojen por el culo a sus sirvientas, calefacción, carne, risas, calientitos. Pronto, pronto, pronto. Y es que he tenido un sueño, un sueño en donde dejamos de creer, un sueño de ruptura. Pero la Secretaría de Sueños no me ha pagado y no sé si pueda seguir soñando en plural.
martes, 21 de enero de 2014
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