Cuando estoy trabajando en hacer nada pienso en ti, y cuando las estrellas y la luna comienzan a empujar respetuosamente al sol, también pienso en ti. A la hora del hambre, que es casi siempre, pienso en ti. Y si me dicen que pensar tiene sus matices, los ignoro y pienso en imágenes en ti. En ti se forma un reino indestructible, en ti el mar es dulce, en ti cabe mi mundo sin aprietos, sin engaños. En ti escribo un poema que se niega a sí mismo, en ti toco una puerta siempre abierta, paso a ti.
viernes, 28 de febrero de 2014
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