martes, 11 de junio de 2013

Georg Christoph Lichtenberg (1742-1749)

  Los espíritus desprovistos de otro mundo que ellos mismos deben ser criaturas extrañas;  puesto que la causa de  cada pensamiento se encuentra en ellos, las más extrañas asociaciones de ideas son siempre correctas. Llamamos loca a la gente cuyo orden de ideas no se puede comprobar en nuestro mundo ordinario; por eso la acuciosa observación de la naturaleza -o también matemática- es el remedio más seguro contra la locura. La naturaleza es, por así decirlo, la soga que guía nuestros pensamientos.


No hay comentarios: