No me conoces y no me conozco. Soy el hombre de las estrellas rosas y de las lunas muchas, porque en el planeta que habito hay mil lunas locas que me acompañan y las estrellas se pintan de rosa cuando camino junto a ellas, es solidaridad. La luz del día es rosa también, es lógica cromática. Esto es mucho, lo sé, pero sé poco. Es el problema de la identidad, del sujeto, de la máscara, del yo te quiero. Desconocemos casi todo. Hay serpientes en mi estómago; serpientes que son poetas pobres, pero cantan con sentimiento y se arrastran con orgullo. Hablo del amor y me sorprendo, porque te veo flotando entre cascadas de rostros que caen como las rocas y sólo tú flotas, sólo tú flotas, sólo tú, anda, flota entre las rocas. ¿Qué ha sido de la historia de las rocas? No me interesa el sufrimiento, por ahora.
miércoles, 14 de agosto de 2013
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