La colonia Prados Verdes no es un lugar muy recomendable para los turistas, no para esos turistas que viajan en familia, quienes vienen a esta colonia lo hacen con la intención de saciar sus más bajos instintos, es peligroso y más a las doce de la noche, el embotellamiento drogadicto y mañoso de la ciudad de Bombelia aquí tiene su cuello de botella, tráficopesado, a estas horas todo se puede conseguir, lo que uno quiera, desde un toque de mota hasta un riñón, mujeres, niños, delfines, todo. Y yo estoy aquí, caminando tranquilo en busca de algo, con la mirada precavida, poco a poco se me acercan los vendedores ofreciéndome su mercancía, ¿Qué vas a querer güero? Nada, busco al Brujo. Aguanta la vara, voy a preguntar si te puede recibir. El ambiente es oscuro, los focos del alumbrado público han sido quebrados a propósito, una calle es igual a la otra, así es más fácil escapar si hay alguna redada, pero casi nunca la hay, los mismos policías se surten aquí. Las risas y gemidos de las casas de citas llegan hasta mis oídos, me imagino a una gordita chupándome el pito. ¿Qué se te perdió güero? Brujo, necesito un favor, sabes que no vengo a tus terrenos por mero gusto, odio que las malas lenguas hablen de mí sin razón. Sin tanta mamada cabrón, ¿qué quieres? Estoy buscando información sobre el asesinato de la chavita que apareció en Tarímbaro, a la que violaron y desmembraron. Yo no me meto en esas chingaderas, soy decente, no me confundas con tu gente, esos patrones tuyos son a los que les gusta hacer sufrir para que se les pare el pito, ya están viejos los diputados. No sé de qué me hablas Brujo, yo ya no trabajo para el gobierno, ahora voy solo, por mi cuenta, pero sígueme contando más. No te hagas uei, tú bien sabes que esos cabrones son narco-satánicos, como el Adolfo de Jesús Constanzo, uno de esos viejos es su primo. Esto no lo sabía, y sí me suena el nombre de Adolfo, en los años ochentas hizo ruido, creo que fue en esos años, gracias por la pista brujo. Ten cuidado güero, esa gente te conoce y si te metes con ellos no habrá quien te ayude. Con estas palabras me despide el Brujo, no me da miedo. Sabía que a un grupo de diputados locales les gustaba hacer fiestas en las que sacrificaban animales y tenían orgías pero la muerte de la chiquilla fue demasiado, su padre, un profesor de la universidad, es una persona tranquila, ¿por qué hicieron sufrir de esa manera a la muchacha, a la niña? No entiendo, la autopsia dice que la violaron 60 veces. Y luego sus huesos rotos, cada dedo de las manos, de los pies, destrozados, los dientes arrancados, sin orejas, sin nariz, sin corazón. Tengo que resolver este caso.
Son las diez de la mañana cuando me presento ante López, un joven diputado izquierdoso que me debe algunos favores. Le platico mis sospechas y se indigna. ¿Estás loco güero? Cómo se te ocurre algo así, y justo en tiempos electorales, te pido que guardes silencio, no hagas públicas tus sospechas. Entonces dame información, si tus colegas están limpios no diré nada, pero si no me ayudas hoy mismo mando una nota a los periódicos, y sabes que lo puedo hacer. Güerito, sólo te pido que no vayas a decir que yo te dije algo, porque me madreas y te madreo, así funciona: Hay una reunión que se hace cada año entre todos los partidos, regularmente se sacrifica a algún animal grande, pero este año por las elecciones creo que se les pasó la mano, pero es mejor dejar abierto el crimen, que se corra el rumor de que un marihuano la mató. Es por tu bien, si no te apreciara ni te diría nada y lo único que encontrarías sería la muerte, ándate tranquilo que ya lo sabes. ¿En serio? Muy bien López, tendré cuidado.
No lo tuve, descubrí el nombre de cada uno de los diputados narco-satánicos, encontré la casa donde se llevó a cabo el ritual sangriento, tenía las pruebas suficientes para que se arrestara a los culpables. Ahora estoy en una prisión de máxima seguridad acusado de haber cometido el mismo crimen que investigaba. Ten cuidado Güero, ten cuidado.
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