Vaya manera de festejar el día (dizque) internacional de la poesía; aquí en Morelia fueron asesinadas cuatro menores de edad hoy lunes veintiuno de marzo de dos mil dieciséis. Tres fueron víctimas de su propia madre, las mató a martillazos, esto es lo que se sabe hasta ahora; la otra niña, de doce años, había desaparecido un día antes, "vivía" cerca de mi casa, su cadáver fue encontrado en Tarímbaro. Habrá quien diga que son casos aislados, que nada tienen que ver con una situación de violencia generalizada, que todo está bien. Yo pienso que estos actos son otros de los síntomas de una sociedad enferma, tal vez la patología le venga de nacimiento, de su apestosa naturaleza, los intentos de guardar las apariencias han fracasado. En uno de mis momentos más misántropos, y quizá como un movimiento verdaderamente poético, deseo con todo el corazón que este mundo, el total de relaciones descompuestas, desaparezca de una vez por todas. Qué lejos de la humanidad nos encontramos, qué pinche vergüenza pertenecer a esta raza de hienas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario