miércoles, 7 de mayo de 2014

Conexión lenta

Coincides con los otros
en cada esquina de este cuadrado,
recuadro,
en cada rincón de ratón,
tú como mujer,
tú como hombre,
te quedan los dulces
que pudren los dientes,
están los demonios del estreñimiento,
esos monstruos que fornican en tus intestinos
durante la larga noche del pestañeo,
porque te quedas dormido en el baño,
porque te quedas muerta en el baño,
larga noche no es discurso de encapuchados
con diarrea verbal,
larga noche es metáfora de la metáfora.

Falso que tú estés cambiando algo,
ya seas niño del tercer género
o señorita vendiendo su nomenclatura,
aquí se acabaron los quehaceres,
el espejo desinfectante te ve,
la vida está en la tubería.

Entregada a la sonrisa de fotografía
cuando la realidad es jabón,
señores muy limpios espían,
sus esposas,
¿alguna podría ser tu madre?

Entregado a domicilio,
ha llegado el laxante,
tú que eres hombre-hambre-sale,
¿podrías ser mi padre?

Porque la voluntad ya no sale del pecho,
pobres antiguos y engañados,
ahora la voluntad es un chorizo
que te brota por detrás,
un cero en superlativo,
las cascadas del vómito y
miles de moscas sobre tu pastel,
en papel higiénico se escribe tu historia.

Fin tuyo y fin mío,
meados nuestros destinos,
tú eres nosotros,
hombre que mujer que niño que madre,
hombre que padre que hermano que no,
la indiferenciación de los días,
tú saliendo del cuarto de baño,
del pedazo de estar.

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