Recuerdo
Hay en la memoria un resorte del ser. Lo estiramos hasta más no poder, hasta no poder más. Y el resorte, a veces, se rompe, se quiebra nuestro ser. Porque ¿qué somos? Un montón de recuerdos amontonados en el baúl de nuestra cabeza. No recuerdo en qué momento la cabeza quedó como jefe. Dirigente de lo que somos, máquinas que añoran, expulsados de nosotros mismos. ¡Ah, ya recuerdo! Había un paraíso, pero perdimos el piso: una manzana y una serpiente. Fui mujer, ahora lo recuerdo.
Acuerdo
Estamos bailando con esta música del cardio, la sangre se precipita y hay olas rojas que nos azotan. Estamos de acuerdo en que tenemos que seguir vivos: ¡Acuérdate de la promesa de los buenos días! Nadamos, nada hacemos, nadamos en el carmín, juntos, con las manos ocupadas, nos hablamos con las miradas: ¡hacia la orilla, nada hacia la orilla! Y en la orilla no hay tierra, no hay playa. Es la orilla de esta música que no calla. ¿Estamos de acuerdo?
Recuerdo
En la cama hay un gato y sobre el gato está el olor a gato y estos ratos en donde la memoria gira y encuentra animales que conducen carros y tocan violines y guitarras y las guitarras son amigas de los saxofones dorados como los peces extravagantes, peces vagos que flotan con el gato que está en la cama durmiendo el sueño del recuerdo cambiante en donde el gato ya no lo es más y se convierte en humo que nubla la memoria y las carreteras de la historia de los animales que se llaman: Andrea, Ameyali, Jorge, Guillermo, Desmond, Fernando, Carlos, el gato sin recuerdos.
Acuerdo
Historia es una muchacha que no encuentra lo que busca. La única certeza de esta niña es el movimiento del reloj. Aunque el reloj mienta, el movimiento sigue llevando a los ríos de la mano. La historia se viste de rosa y azul porque le cuesta mucho definirse, saber quién es. Y de repente, el sonido le dice al reloj secretos, sobre la muchacha está el sonido, como si la historia fuera una mesa. El reloj marca su cu-cu, su tic-tac, y en la mesa que es muchacha que es historia, los platos y los vasos se ponen de acuerdo para bailar las horas del recuerdo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario