Se escuchaban los gritos de la familia "Ya, que se callen", los tambores sonaban con tigre Toño, el del cereal, el saxofón de Memo con sus mil elefantes, las voces cantoras improvisadas al unísono, luego vino la música y el vino luego, reggae pacheco, ska para los madrazos, rock de antaño, salsa para las corundas, cumbia ruta dos, rancheras con trenzas, son jarocho huasteco tierra calenteño, los vecinos vivían la navidad un día después, se quejaban, no es de dios, decían, mientras sus hijas hacían su luchita de Hitler para colarse a la fiesta, algunas lo lograron y tomaron mezcal, cerveza de varios sabores, tinto padre Kino, vodka ruso de frío, alcohol solo, hubo muchos solos, especialmente de percusión y de boca, las pláticas tocaron el tema, "vivos se los llevaron", entonces subió la Jefa, habló del abuelo que estaba cansado y enfermo, charros, lo intenté, de verdad que lo intenté. Ahora a la playa, ni modo, aquí no es lugar.
sábado, 3 de enero de 2015
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