Este cuerpo se retuerce como personaje de alguna pintura de Max Beckmann. Las pústulas que hay en él son la acumulación de experiencias negativas y necesarias, distribuidas sin orden aparente, en algunas partes en claro congestionamiento. Las plantas de los pies están negras, los ojos rojos, la orina amarilla. Los colores de la salud son los mismos que los de la enfermedad. El dibujo del mal está trazado por un niño ciego. En la boca un sabor a metal, llagas en el paladar. Los ganglios inflamados, comezón, no poder dormir. Este cuerpo no pide paz, quiere sentir la escala cromática del dolor.
jueves, 9 de octubre de 2014
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