Estaba muy enojado, al punto de que sacó su navaja todavía manchada de sangre, el taxista quería cobrarle veinte pesos más porque, según él, eran muchas maletas, pero ya había pagado la cantidad que indicó la operadora de la central de autobuses, cuarenta pesos, no más. Primero trató de hablar con él para llegar a un acuerdo, fue inútil, dijo que no lo llevaría si no pagaba el exceso de equipaje, "Agarra otro", comentó el taxista estoico. Lo insultó, "Es usted un ratero", no iba a permitir que se aprovecharan de él. Aquí fue cuando llegó el coordinador de la central, "Hay cámaras y te estamos grabando, si sigues discutiendo con los taxistas voy a hablarle a una patrulla". Llama a tu puta madre, quiso decirle, al final pagó los veinte pesos de más que le exigían las leyes tácitas de los taxistas de la central de autobuses en Morelia.
martes, 28 de julio de 2015
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