Otra vez la mañana desmañanada, pocas ganas de continuar tiene, de convertirse en medio día. En la calle las señoras barren sus vergüenzas consuetudinarias. Los niños van a la escuela sin pensar en la crisis mundial, en el precio del dolar. Un perro callejero husmea en las bolsas de basura, pero no hay algo que valga la pena, la pobreza ha mermado los desperdicios. El sol aparece en intermitencias, tal vez llueva.
domingo, 30 de agosto de 2015
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