Bernardino de Ribera, o Ribeira, hace su aparición entre 1498 y 1500, tardó mucho en salir del vientre materno, la vida es un puente de incertidumbre hacia la muerte y la muerte de Bernandino ocurre en 1590, esto está más claro que el agua de la seguridad en que se baña Epicuro, por aquello de que la muerte es cuando uno no está, es que vamos mucho a la tienda de la esquina (Ocso). Datos escuetos sobre su infancia: Los mayores escondían a Bernardino, sus carnes jóvenes ponían nerviosas a las mujeres, era de muy buen ver y las muchachas se alborotaban al verlo pasar; los frailes se ponían algo celosos también, pues ellos eran feos como su religión, bueno, no tanto como ésta. Franciscano la orden religiosa de Sahagún, lo que significa un fuerte olor a humanismo, por los pies descalzos, quizá. Hermano Poverello ¿dónde está el lobo? Estuvo en Michoacán en 1558 como visitador de la custodia del Santo Evangelio, así como también en Tula, Tlatelolco, Tepepulco y Tlamanalco, donde conoció los tacos de ubre. La Historia General de las Cosas de la Nueva España, su obra principal, fue censurada, el gacho Felipe Calderón II (también conocido como Enrique el tonto o Enrique el estúpido) la prohibió. En el prólogo al primer libro de su Historia General, Bernardino habla como médico de cuerpos y almas (al más puro estilo de Taylor Cadwell), nos dice que desea curar a los enfermos, los indios, conociendo, primero, el mal que los atañe para, después, poder dar buena medicina, es decir, la doctrina cristiana. Tergiversaciones de la idiosincrasia de los mexicanos y anexos, a saber: las fiestas y ceremonias que estos naturales hacían con grupos de corridos norteños, así como del principio que tuvieron los narcocorridos; el arte de adivinar que estos mexicanos usaban para saber si la selección nacional ganaría o perdería; la retórica, filosofía moral y teología de la gente mexicana, donde hay cosas muy curiosas como el lenguaje de los diputados y senadores, así como el Manual de Carreño; la astrología natural y la lectura de cartas, el signo zodiacal y el poder de Walter Mercado; los reyes y señores, el gobierno de sus reinos y los partidos políticos; los vicios y virtudes de esta gente indiana, el chemo y la mona, la mota, el mezcal y el cristal; las propiedades de los animales, aves rostizadas, peces pescados, perros chihuahua, árboles meados, hierbas de adorno, flores del campo, metales y rock pesado, piedras y bases, los colores de la bandera; la conquista de México, el cortejo y la serenata. La obra de Sahagún es importantísima, ya que reúne gran parte del bagaje cultural y pornográfico de los mexicanos, especialmente de los habitantes de Ciudad Neza, las fuentes que utiliza son los viejos drogadictos de las comunidades de Tierra Caliente. Él mismo se presenta como un recuperador del saber de la Nueva España, dice en el prólogo del primer libro de su Historia General que: Es para redimir mil canas, porque con menos trabajo de lo que aquí me cuesta, podrán los que quisieran, saber en poco tiempo muchas de sus antiguallas y todo el lenguaje de la gente mexicana. O sea, Sahagún hace paro.
lunes, 16 de junio de 2014
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