1. Las condiciones socioculturales y climatológicas, los partidos políticos y la polución, así como la orografía e hidrografía del estado de Michoacán, provocan en los habitantes de las principales ciudades del estado-establo una perturbación del habla que se manifiesta por la repetición de dos vocablos que acompañan a infinidad de expresiones linguísticas, si no es que a casi toda la jerga mestizo-purépecha: El "sí pues" ad nauseam. Sí pues el narco, Sí pues la cultura, Sí pues La Re-insistencia, Sí pues tu mamá, Sí pues Dios, Sí pues adiós mamacita, Sí pues sí vino, Sí pues guau, Sí pues dile, Sí pues ya estuvo...
2. El Nopuesismo es proporcionalmente inverso al Sipuesismo. El Sipuesismo es lo contrario del Nopuesismo, pero necesita de éste para existir, para crear sentido.
3. Los poetas michoacano-contemporáneos que radican en el cinturón de la pobreza creativa se dieron cuenta de este fenómeno local: la espontaneidad y la fama se conjuntaron para dar paso al agandalle literario. El Sipuesismo se convierte en un movimiento subterráneo inocuo que atenta contra los pilares del la bella poesía: se orinó pero le lavan; raya pero le limpian.
4. El Sipuesismo derivó, devino en Puesía; a su vez, la puesía modifica al Sipuesismo, lo vuelve complejo en la medida que el vómito clásico es la mezcla del antes de y el ahora interpretativo; remueve las entrañas del pasado con el anular de la mano izquierda del hablar popular; ausculta la opinión pública para conocer su fonética precisa y complaciente, es el hisopo de los oídos posmodernos.
5. Filosofía y sipuesismo van de la mano como siameses y amantes incestuosos, cada puesía encierra una verdad fayuca que en la dialéctica tarasca adquiere su negación nopueisista: Sí pues-No pues. La síntesis del sipuesismo es un puesto en la burocracia cultural o las extremidades cercenadas de un niño en el MACAZ. Su positivismo pesimista más que un oxímoron, es el resultado de años y años de exposición a la cantera, al aguacate y a la mentira.
6. Sin nombres, los sipuesistas se esconden detrás del puesto de la changunga, en los gax-panchos del Centro Histérico, se visten de Fuerza Ciudadana, toman café en los portales y hacen como que leen La Jornada o La Voz, pero en realidad están puesitando todo el tiempo, todo "el ahorita", que es la forma como los puesistas miden el tiempo.
7. Por lo anterior y por lo que viene el Puesismo se destruirá a sí mismo, pasará como pasan las combis por la avenida Madero, sin pena ni gloria. ¡Vivan los hongos de agosto y el atole de grano! ¡Viva la puesía!
12 de octubre, 2015, Morguelia , Michoangastán, Méjico.
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