Él es el hombre, no lo molestes, ¿que está orinando? Ahora ya sabes que venimos al mundo para llorar, a inundar las calles de amarillo. Ignorancia es una lancha en la avenida. Él es el hombre, se ha manchado su pantalón, unas gotas de recuerdo, la vergüenza como hado, no se lo digas, ahí se ven, se notan aristotélicamente. Ayer hablamos de las lanchas que se quedan sin regresar, nada más para gastar. Él es el bueno, aunque no sepa nadar. Mira, observa su caminar, son las rimas y estas horas del andar, ¿él es el hombre? La impresión general es el descontento, ahora ya lo sabes, vayamos a cantar.
martes, 29 de julio de 2014
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario