Se han secado las flores del mundo interior,
el desierto de la extraversión lo abarca casi todo.
¿Cómo soñar si las luces y destellos de los otros
no me dejan cerrar los ojos? En esta competencia,
donde ganan los que se desuellan a sí mismos
con más rapidez y violencia, futuro para mí no hay;
así que camino por la orilla, en el silencio de mi ser,
me alejo, tratando de no llamar la atención, y me ven...
Y me ven y los veo y la última rosa de mi jardín,
rosa negra con grandes espinas, se deshoja.
jueves, 27 de junio de 2019
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