Me precipito-pito
al mejor de los abismos,
sé que abrimos pocos libros,
rimas fáciles con niños gordos,
pero al final no llegó el gober,
quedó el hocico negro
de tanta nata,
y mientras caía,
la mala noche en picada,
llovía al revés,
árboles electrocutados,
enunciados cerdos
sobre el matadero,
y mientras caía
me fumé un cigarro
a la memoria del tiempo.
viernes, 11 de agosto de 2017
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