Cuando llueve, yo lluevo, pero jamás he visto mis nubes en el cielo. Cursi, arrastro estas piernas de agua entre las buenas caras del mal tiempo. Al final, ya de noche, salpico a los otros con mi llovizna mientras el pronóstico del clima se olvida de mí. Dicen en los charcos que pronto saldrá el sol.
lunes, 20 de noviembre de 2017
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