lunes, 10 de diciembre de 2018

2070

Hoy 21 de mayo del año 2070 cuando Caliche Caroma se encuentra exactamente a 5 meses de cumplir 87 años de vida ininterrumpida. Hoy querida concurrencia, reconocemos su larga, muy larga trayectoria. Lo reconocemos a él que siempre le han gustado las palabras y el mezcal, que, así como a algunos les gusta bailar danzón o ver el futbol, a él, le han gustado las letras, las de cambio que lo han sacado de apuros, las escritas, o las que viajan por el aire en forma de canción y las ha hecho volar en metáforas, relatos, crónicas de su colonia y su ciudad.

Hoy celebramos que aún tenemos entre nosotros a este hombre que aún puede andar en bici, pese a su avanzada artrosis. Y que pese también, a todos los embates que ha sufrido su estoico hígado, aun puede beber litros y litros de mezcal y cerveza artesanal. También nos congratulamos de que no padece disfunción eréctil y que su dedo por fin detuvo su loca carrera de inexplicable crecimiento.

Hoy contamos con la presencia de un escritor que ha sido galardonado en diversas latitudes. Rey de los cruceros, del son y las sustancias toxicas. Este gran literato que después de llevar el ritmo en un cajón peruano, después de fumar bosques como dijera Tin Tan, de ver una película de Tarkovsky, de leer a Reinaldo Arenas, se iba a encontrar a solas con sus amantes eternas, las palabras, las frases sin rima, pero con melodía, las historias de sus amigos muertos y sus perros.

Hoy sabemos que gracias a su gran dedicación y legado la calle principal de la comunidad del Lometón lleva su nombre, es decir, su seudónimo ya que como muchos de nosotros sabemos jamás le ha gustado el Carlos y por eso hoy en este pintoresco municipio de Tarímbaro encontramos que varios de sus habitantes tienen su domicilio en la calle Caliche Caroma número 23, 40 o 18 según sea el caso, en honor al gran letrólogo e inventor de las famosas y míticas genuflexiones verbales.

Que, así como los griegos crearon sus palíndromas, los japoneses sus haikus, los italianos el soneto; los michoacanos tuvimos nuestras genuflexiones verbales que gracias a este carismático y divertido filósofo de profesión, músico por diversión y escritor por convicción dieron la vuelta al mundo.

En el año 2018 su libro Morguelia, fue llevado a escena y al cabo de 5 años se tradujo a más de 6 idiomas incluido el purépecha, náhuatl, tzotzil y el no menos importante y paradójicamente llamado caliche, caló o tatacha.

Entre los innumerables logros del citado artista hoy estamos aquí reunidos por el no menos importante acontecimiento en la vida creativa del autor, que es la entrega de su libro de oro, por más de 20 000 mil copias vendidas sin recurrir a la payola.

En la situación precaria en la que se encuentra hoy nuestra comunidad lectora, teniendo que recurrir a este tipo de reuniones clandestinas. Como la de hoy, en la que nos encontramos para abrazar a nuestro líder espiritual, a nuestro dirigente poético perseguido y repudiado por no acatar las autoritarias, absurdas e impositivas medidas tomadas por la analfadictadura, que prohíbe la venta, compra, realización, edición y consumo de objetos escritos.

Por lo mismo esta noche los invitamos a adquirir esta edición especial y limitada, sólo para coleccionistas y conocedores, no lo piense más, sumérjase en esta espectacular experiencia de tener este ejemplar entre sus manos que lo hará reír, llorar, pensar y sobre todo leer, ejercicio que cada vez es más difícil de realizar hoy en día con la implacable persecución de la guardia anti-libro que nos prohíbe este delicioso acto lleno de placer y gozo. Desde aquellos añorados años del libro vaquero y las maravillosas aventuras de la editorial Vid, que no teníamos la dicha de disfrutar de estas joyas de la literatura planetaria.

No lo piense más y adquiéralo hoy por un precio inigualable, ilustraciones inmejorables del maravilloso artista gráfico Sebastian Portillo. ¡Comuníquese a los teléfonos que aparecen en pantalla, no se quede sin vivir esta inenarrable experiencia y llame YA!

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