Ya no hay lugar para enterrar a los muertos, pero los vivos siguen teniendo hijos como si les pagaran para hacerlo.
Ya no hay empleos para los licenciados e ingenieros, pero los jóvenes llenan las aulas de las universidades pensando en los millones de pesos que ganarán algún día.
Ya no hay amor en el mundo, pero las señoras envían piolines y Cristo's con rosas todas las mañanas, a pesar de que nadie les responde.
Ya no hay verdad ni justicia, pero los diputados y senadores siguen vistiendo de traje y contratando asesores para engalanar sus infundios.
Ya no hay lugar en el camión, pero el chófer aún dice "recórranse para atrás".
lunes, 10 de diciembre de 2018
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