Ahora que la
capital michoacana ha entrado en la modernidad, con sus topes inteligentes y
transporte público ecológico, además de su nuevo gobierno pro-estulticia
mestiza, quiero compartir una guía turística que dará luz sobre los edificios
de esta gran ciudad.
Debo aclarar que
cuando digo "estúpida" me refiero a la etimología,
"stupere", quedar paralizado, un poco como sorprendido o anonadado
ante un hecho o circunstancia.
Estas son sólo
cinco de tantas obras de arte que alberga la antigua Valladolid, hoy no fío:
1) Acueducto:
Este maravilloso monumento a las cosas que no sirven, en algún momento fue
útil, llevaba el agua a las casas de lo pudientes, hoy adorna y da nombre a una
avenida por la que pasan las combis de la ruta Roja. En el inicio del acueducto
se encuentra la escultura al obispo cabeza de pelota, personaje que aparece
junto a dos desgraciados cargadores del Mercado de Abastos.
2) Catedral:
Ubicada en el corazón del Centro Histérico, este recinto de la apostasía, el
cisma y la herejía (tríada en potencia) es el pretexto perfecto para que los
historiadores venidos a menos den recorridos a los visitantes católicos, por una
módica cantidad le doran la píldora al paseante. Muy altas, las torres de la
catedral se pueden observar casi desde cualquier parte, a veces, cuando los
morguelianos están en sus casas dormidos, en sus sueños alcanzan a vislumbrar
estas torres que son el remedo de la señal de los cuernos, aléjate, Satanás. En
su interior se encuentra el órgano que alguna vez tocó Keith Jarrett junto a
Elton John, además cuenta con una colección de cristos rotos, escapularios y
pedofilia.
3) Colonia El
Realito: Suburbio norteño que ha venido de menos a más, en últimas fechas los
organizadores del Festival Internacional de Cine de Morguelia (FICM) han
propuesto al gobierno del estado realizar el encuentro cinematográfico en este hermoso
lugar; aunque sus habitantes han sido estigmatizados por su epidemia de
cleptómanos, se organiza en las calles de El Realito un festival cultural los
días martes y viernes, ahí se pueden encontrar los objetos más inverosímiles,
desde un Dalí autografiado hasta pedazos del Titanic. Imperdible su gastronomía
y los cafés, sitio de reunión de los intelectuales locales.
4) Monumento al
Pene: También conocido como el Obelisco a Lázaro Cárdenas, es una de las
setenta y siete maravillas michoacanas. Este Monumento al Pene es un homenaje a
las madres de todos los funcionarios de alto pelo de Michoacán. Como el santuario
Chao Mae de la diosa Tuptim, en Tailandia, en donde el falo cumple una función
protectora, en Morguelia también se le rinde tributo al órgano embarazador.
Proyecto que encargó el entonces gobernador Orejas Cárdenas, hijo del General
M. Bison, al arquitecto y músico Iannis Xenakis; se comenzó a construir en 1983
y se terminó una semana después. Hay visitas guiadas los domingos y también
sirve para que la izquierda michoacana se de besos de lengüita.
5) Iglesia de
San Martín de Porras: Esta iglesia enclavada en el corazón de la colonia
Industrial es una de las obras arquitectónicas contemporáneas más importantes
de la república mexicana. La forma de sus muros emula a una corunda abriéndose,
con lo que se rinde tributo a uno de los platos más tradicionales de la cocina
tarasca (cuñado Corona Núñez). Muchos de los nativos le cambian el nombre al
santo, y en lugar de decir Porras lo nombran como Porres, pero esto es porque
la gente industrialeña es muy pacífica y evita los madrazos, las porras. Hay
misa diaria a las ocho de la mañana, los miércoles dos por uno.
Eso todo por
ahora, pronto les traeré más de la magia morgueliana. Y recuerden, cuiden su
capital cultural, porque es lo único que vale, ya lo dijo el sabio Marx:
"Hay hombres que son mujeres, esos son los mejores".
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