Cada que bajo las escaleras tengo miedo de no poder subirlas otra vez. Cuando salgo de casa, por la mañana, pienso en la posibilidad siempre latente de no regresar nunca más. Ese vaso tiene agua, tengo sed pero el vacío es terrible. Me he quedado despierto toda la noche para ver la salida del sol, por un momento creí que la oscuridad no se iría jamás. Y si estoy aquí, sólo es por un momento, pues soy materia que tiembla
lunes, 10 de diciembre de 2018
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