En un instante la poca belleza que existe desaparece y es muy difícil verla surgir de nuevo. La rosa es sumergida en el fango, la bota aplasta al poema, las estrellas se mueren al amanecer, el universo se burla de nuestra ingenuidad. El fin junto al comienzo descendiendo por un oscuro tobogán. Un "siempre" vacío, así vamos por la vida, sin pensar en lo que viene. Ya lo dijo el bibliotecario francés, sólo hay dos temas: el sexo y la muerte; agregaría un tercero entre estos dos: lo absurdo. Arrastro el sentido de las cosas porque así vivo, con la esperanza gusano royendo mis articulaciones artríticas de deseo. Si digo Hola ya me estoy despidiendo.
viernes, 5 de junio de 2015
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