De un machetazo cayó el toro,
callaron ese bufido,
la sangre hizo cascadas
y los niños nadaron desnudos.
El travesti baila sobre
los restos del gran animal;
una negra danza africana
que rememora aquellos años
en los que la carne era libre
y se podía tocar la epidermis de la vida.
La música resucita a los toros caídos,
los cuernos perforan la moral de esta ciudad,
excitados urbícolas frotan sus sexos
contra el pavimento manchado de rojo.
¡Todo está permitido, toro está revivido!
jueves, 24 de mayo de 2018
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