martes, 16 de junio de 2020

Ágora

Las plazas públicas son el remanso de los desprotegidos, el solaz de los pusilánimes y la galería de esos híbridos, mezcla de intelectuales y proxenetas. Las plazas públicas también son hoteles y en aquella banca una señora alimenta a las palomas que han superado la centena.

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