Es común que cuando voy por la banqueta y veo que viene alguien caminando de frente, me bajo a la calle para no incomodar. Algunas de las personas que me he encontrado en estos paseos le tienen pavor a los perros, en especial al Pirata, que está todo fuerte y cabezón. Entonces, aunque hago el movimiento antes mencionado, no falta quien se pasa del otro lado de la calle, en la acera contraria.
Hoy en la mañana sucedió de nuevo. Un señor cruzó hasta la otra banqueta y desde ahí me preguntó: "¿No hace nada?". Le iba a contestar como lo he hecho la mayoría de veces, "No se preocupe, no hace nada", pero respondí otra cosa, no sé porqué, sólo lo hice y ya. Le dije al asustado señor: "Sí, hace caca, orina, ladra, corre, juega, come como desesperado y también duerme lo suficiente para pensar que está muerto".
El señor se me quedó viendo, iba a decirme algo, se arrepintió, hizo el movimiento de negación con su cabeza y se fue. Nosotros tres, Vainilla, Pirata y yo, seguimos nuestro camino.
Hoy en la mañana sucedió de nuevo. Un señor cruzó hasta la otra banqueta y desde ahí me preguntó: "¿No hace nada?". Le iba a contestar como lo he hecho la mayoría de veces, "No se preocupe, no hace nada", pero respondí otra cosa, no sé porqué, sólo lo hice y ya. Le dije al asustado señor: "Sí, hace caca, orina, ladra, corre, juega, come como desesperado y también duerme lo suficiente para pensar que está muerto".
El señor se me quedó viendo, iba a decirme algo, se arrepintió, hizo el movimiento de negación con su cabeza y se fue. Nosotros tres, Vainilla, Pirata y yo, seguimos nuestro camino.
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