miércoles, 11 de marzo de 2009

En el d.f.





















  
Asistí al lugar de los monstruos de concreto, el gusano mecánico que tiene horadada la ciudad entera me devoró, no sin antes marearme hasta el vómito. Al anochecer, vi miles de luciérnagas, Lucifer de neón, hice la marcha hacia ningún lugar. Llegué al centro de la tradición, los abuelos ofrecían sus servicios afuera de catedral: albañil, plomero, poeta. Los coyoles y los huéhuetls levantaban las faldas de las extranjeras. Y vi castillos informes, una cascada de ruidos inconexos fornicaban en mis oídos, los míos y los de Moloch, el de las tortas de tamal. Smog y rocanrol. Pregunté por el sentido (meaning and learnig) del cosmopolitismo, la respuesta fue: ¡cámara carnal, estás en el Defe!

No hay comentarios: