jueves, 6 de agosto de 2020

No salió el peine

Atrapado
en los otros
con los otros
entre los otros
sobre los asuntos ajenos
las manos en el fuego
el hocico lleno de lodo
mancho lo que toco
qué le puedo enseñar
a los expertos
por eso son expertos
en cambio yo
puras dudas soy
estoy hecho de naipes
de fichas de dominó
y aún así opino
qué descaro el mío
qué poca consciencia
mi consistencia aguada
digo ya no más y miento
promesas plumas son
se las lleva este viento
el mismo que me dejó
despeinadas las palabras.

Una baja, otra sube, la poesía en el baño


Es curioso cómo llegan (in)ciertos poemas a la vida de uno, uno que es, por lo gordo de la personalidad, muchos. Hace años (eso de las cuentas es para el de la tiendita), Mara Rahab Bautista López me invitó a un curso que Luigi Amara ofreció en el Traspatio (cuando el Traspatio estaba en Revolución esquina con Aquiles Serdán, Centro de Morelia). Asistí por la curiosidad, el tema ("oiga, profe, no es tema...) fue Ulises Carrión. 

La introducción de todo ese cotorreo tuvo que ver con la poesía concreta (la fusión entre las artes visuales y la poesía). Uno de los ejemplos llamó mi atención: el brevísimo poema del español Felipe Boso, la palabra "Lluvia"; el ingenio del poeta consistió en invertir la letra "i", para que el punto diera la impresión de una gota que cae. 

Se me quedó pegado en la cabeza como el chicle al zapato en una tarde de sol banquetero. Ya llovió desde entonces, les digo que no recuerdo con exactitud cuántos años pasaron, ¿tres, cuatro? Ni es tanto, pero sí es algo. Hasta que hoy entré al baño para descargar los intestinos (esta frase se la leí a Yourcenar en "Opus Nigrum"). 

Como el baño de la librería está cerca de las revistas que nadie compra, cuando toca del dos, caca, agarro una revista al azar, así he leído varias entrevistas y artículos en La Jornada Semanal (tengo como unas 300), Letras (no tan) Libres, El Chamuco, Revista de la Universidad, et al, pero hoy agarré una que no conocía: La vida literaria, que dirigió Marco Antonio Montes de Oca. 

Marco Antonio Montes de Oca se da vuelo en esta revista. Él escribe, hace la selección de casi todo (por eso es el director, dirá algún bronca-bronca), en fin, su nombre anda por toda la revista, pues cada quien. En este número que agarré, el 5, correspondiente a noviembre-diciembre de 1973, el aludido director hizo una antología de poesía concreta e incluyó un (no sé si sea correcto decir) texto de Ladislav Novák, su poema "Gloria". 

"Gloria" es como la contraparte o complemento o lo que sea de "Lluvia" de Felipe Boso. Acá la "o" de "Gloria" se eleva hacia los cielos, el ascenso que tanto han buscado los seguidores de varias religiones o simplemente el globo que un niño despistado o muy maloso soltó hacia el encuentro con los ángeles (ovnis). 

Les comparto la foto que le tomé al poema de Novák. La antología que hace Montes de Oca está buena, además en la revista (#5) se encuentran poemas de Beatriz Espejo, T. S. Eliot, Roberto Juarroz, Jaime García Terrés, un ensayo de Isabel Fraire sobre la fábula de Polifemo y Galatea. Y ya, así son mis ejercicios contra el señor Alzheimer y en pro de la buena digestión. Provecho ya de noche (es que son las 10:44 del 02/08/2020).



Primero de agosto de MMXX

(Hace dos años compartía este epigrama de José Vicente Anaya, hoy ha muerto el autor de "Híkuri y otros poemas", este libro me lo regaló Jaime Vieyra, y me gusta un xhingo. Ya varios están diciendo lo que se dice en estos casos: "Nos queda su poesía", "Se nos están yendo los grandes", "Paren ya esta cosecha de vidas", en fin, los lugares comunes, que en este caso son lugares mortuorios. Qué gacho y qué bueno que se recuerde al poeta, digo qué gacho porque "vendrá la muerte y traerá tu poesía", pero qué xhido, porque prácticamente la humanidad es puro recuerdo. Vaya pues una mentada de madre para mí a la memoria de José Vicente Anaya. Ya sé, mi jefa qué culpa tiene.) 

Quiero dedicarme unos versos nada más porque sí, se me han agotado las ganas de xhingar a los demás, ahora me mandaré al carajo yo mismo, con gusto, pues no hay nada más pinche que este montón de grasa, dientes chuecos y pelos necios que canta mal (rancheras y citadinas) y toca peor: 

"Enemigo innombrable"
Te habrías ahorrado
muchísimos insultos
si desde la infancia,
siendo consecuente,
hubieras comenzado
por chingar a tu madre.
José Vicente Anaya

El perrito de la neo-nostalgia o por qué la felicidad no es un estado anímico constante


Hay un Best-Seller en México más famoso que "Cien años de soledad" y "Los hornos de Hitler", la gente lo conoce como "el libro del perrito", pero su nombre real es "Español. Primer grado/Lecturas", editado en 1993 por Laura V. González Guerrero, Elia del Carmen Morales García, Ana Rosas Díaz Aguilar, et al, para la SEP. 

Este libro lo he vendido varias veces en la librería La inundación (¡compren libros, no sean culeros!), la última vez que lo anuncié fue el 5 de abril del año de la pandemia (o sea, 2020), y no ha vuelto a caer desde entonces. Sin embargo, la gente no sólo pregunta, insiste en que le consiga un ejemplar, no importa que sea la reedición de 2007, que es la más fácil de conseguir, pero acá fácil es casi imposible por la demanda de la que hablo. 

A pesar de que la publicación dice "Vendido", todos los días me llega un mensaje privado o una notificación sobre "el libro del perrito". Iba a quitar dicha publicación, pero mi curiosidad me llevó a preguntarles a los que preguntan por él, cuál era la razón para que este libro los vuelva locos y desesperados (el orden es lo de menos). Primero pensé que era por su contenido, pero no es así en la mayoría de los casos. 

Si tomamos en cuenta que los que iban en la primaria en 1993 ahora tienen unos 32 años, hay muchas posibilidades de que estas personas tengan hijos en edad escolar, justo del primer grado. Cuando hablaba por ellos en el chat, enseguida buscaba sus perfiles y pocas veces se confirmaba lo de los hijos, pero lo de la edad sí que era cierto. Las variantes eran que sus hijos eran más grandes, pues los tuvieron siendo ellos muy jóvenes, o simplemente no tenían hijos. Casi ninguno es profesionista.

De las diez personas que les pregunté, ¿por qué buscan tanto este libro? Ocho me dijeron, palabras más, palabras menos: "Es que me hace recordar mi época de la primaria, cuando fui muy feliz, y tenerlo de nuevo es algo muy importante para mí". Es decir, un objeto que los transporta al estado de bienestar que ahora no tienen, un recuerdo más o menos reciente de algo que para ellos significa mucho. 

Y bueno, todo esta anécdota me sirve para traer a colación a J. G. Ballard, estoy leyendo su libro "Para una autopsia de la vida cotidiana", editorial Caja Negra; él se sorprende por la neo-nostalgia que tienen algunos por los videojuegos que acaban de salir, pues las entrevistas que conforman este libro fueron realizadas en la década de los ochenta. Les dejo un fragmento del texto al que me refiero, igual no hay moraleja en esta historia, ¿o sí? 

"Eso es algo que ya ha comenzado: se escriben libros nostálgicos sobre los videojuegos. Uno de ellos se publicó la semana pasada, su autor es el hijo de Kingsley Amis, Martin Amis; el libro trata enteramente sobre su adicción a los primeros videojuegos. Es una especie de kitsch más allá de la nostalgia kitsch, una nostalgia de hace cinco minutos, ¡por el amor de Dios! No sé cuánto hace que los videojuegos irrumpieron en los Estados Unidos, pero no ha pasado tanto tiempo. Estos primeros videojuegos como Space Invaders empiezan a ser discutidos lo mismo que si un montón de cinéfilos discutieran sobre Casablanca. Pero al menos Casablanca significaba algo".


Dice mi abuelito

Qué tristeza es no poder caminar de noche
Ya de madrugada con el ladrido de los perros
Por la avenida, esas calles solitarias y poéticas
La luna o sin ella, pero caminatas nocturnas
Ahora tienes que andarte cuidando de todos
De los criminales y de los policías y de la fusión
Dice mi abuelito que siempre han asaltado
Y yo le digo "ni tanto que queme al santo"
Tienes que salir armado o de plano no salir
México para los mexicanos y la doctrina Monroe
Así parece que se pondrán las cosas, calientes
Si le robaron a John Quincy Adams la frase
Qué puedes esperar tú, él, yo, quien sea
La otra vez secuestraron a veinte de un jalón
Fue en Jalisco, y no era de noche, había sol
Creo que eso de que el sol sale para todos
Quizá sea cierto, aunque te asalten y maten
Qué tristeza toda esta cascada de quejas
Cuando apenas es mediodía, sin desayunar.

El jueves en la noche

Cada vez que escucho las noticias, locales, nacionales e internacionales, siento que mi inteligencia disminuye. Si a esto le agregamos que dicha inteligencia, de suyo, ya está disminuida, pues sólo baba queda mientras: "Las muertes por Covid-19 han aumentado", "China y Estados Unidos entran en una nueva fase del añejo conflicto", "Lozoya enfermó y de todos modos declarará para hacer caer a los peces gordos", "Corea del Norte realiza pruebas nucleares y Corea del Sur se enoja", "El cometa se vio por última vez esta semana", "Tiembla en Alaska", "Los asaltos en la capital michoacana se han descontrolado, la policía se cruza de brazos", "Tepalcatepec es zona de guerra y el gobernador salió negativo en la prueba de honestidad", "Chachita la perrita se perdió en la colonia Obrera" y etcétera de la información. 

Decido no enterarme, no saber, no nada, o sea, sí, pero nel. Pongo el disco "Scelsi Morning" de Marc Ribot a todo volumen. Afuera de la casa los trabajadores con chaleco del ayuntamiento de Morelia destruyen la calle para poner una nueva. Hay un gusto retorcido para hacer estos trabajos en época de lluvias. Ayer le pedí al gordo más gordo que comanda el equipo de "arreglacalles” que, por favor, conectara el agua, pues vi que habían trozado la manguera que surte la casa que rento, me dijo que sí y no lo hizo. 

Hoy me levanté temprano, sin noticias y con música de Marc Ribot, le reclamé al gordo (ya sé que soy obeso, por eso lo digo con familiaridad), respondió que "ayer ya no alcanzamos, ahorita la ponemos". Pero resulta que hoy no cae el agua y ya para qué, aun así, que la ponga el culero. Y no es que sea malo por naturaleza, sólo se le mira muy flojo, huevón decimos en México. Me quedo viendo hasta que la conecta de nuevo, las miradas llenas de resentimiento mas no de agua. 

En el tinaco queda una octava parte del líquido vital con el que desplazamos nuestras evacuaciones en el baño. Esto es noticia, noticias del grupo de facebook o whatsapp: "A mí también me cortaron el agua", "¿Por qué no cambian la tubería toda?", "Pinches políticos, todo se roban", "Vendo birria los domingos" y una sarta de opiniones sobre lo que debería ser, porque así son las opiniones, siempre en la superioridad moral e intelectual. La opinión es pariente de la ocurrencia.
 
Yo ya no sé qué tanto me ha afectado escuchar las noticias, porque no las veo, hace mucho que no miro la cara de angustia de los presentadores, sólo las pongo para oír algo mientras hago otra cosa. Creo que me entero de lo que pasa en el mundo (como si el mundo fuera sólo lo que pasa en las noticias) y así estoy preparado, me pongo el tapabocas, el chaleco antibalas, salgo con paraguas o ando al tiro, no vaya a ser que me encuentre al perrito extraviado y obtenga la recompensa de mil pesos. Lo negativo es que uno se pone negativo con tanta información, quizá lo único que importa ahora es saber hasta cuándo terminará este ruido de máquinas y olor a gasolina y el agua que no cae hasta jueves en la noche. 

Coda: Marc Ribot toca "The Youth Brigade Triumphs Again (And Again)", el traductor de Google dice que "La brigada juvenil triunfa nuevamente (y otra vez)". Subo a tomar café, sin azúcar, y arriba Raquel escucha las noticias: "El huracán Ramírez ha entrado con fuerza por el noroeste mexicano..."

Hifas

Lees libros para entender el mundo
Y resulta que el mundo es un gran libro
Pastas duras, edición de lujo, firmado por el autor
Pero, pinche adversidad que conjunta, tiene hongos.

miércoles, 22 de julio de 2020

Café a las ocho

En la mañana, antes del posible corte de cuello o venas en surco o envenenamiento o balazo (¡ah, si hubiera un arma!), el café viene a salvarte. ¿De qué te acusarán esta vez, qué aventura no tendrás? El día promete mucho y cumple poco, el día es un hijo de político y tú un achichincle de la respiración. Tomas tu café sin azúcar y sin leche y sin algo de alcohol, y no porque te parezca de mal gusto, sino por pobreza, no extrema, simple pobreza de clase pobre que no se suicida por falta de ánimo (y de pistola). Si te mataras, si de verdad tuvieras testículos de valor en lugar de una taza o termo de café, ¿quién pagaría los gastos fúnebres, mortuorios o te lleva la xhingada? Por supuesto que nadie, o sea, sí, la colecta, el apoyo de los amigos, "así está mejor, ya debía mucho", la familia llora, se endeuda, "ni para morir sirve este cabrón". Y lo peor, darían café aguado en el velorio, tal vez nescafé con azúcar extrafina, ni siquiera moscabado. Mejor termina tu café y corre al trabajo, ya es tarde para la muerte.

Balazos, Ballard

Estaba a punto de leer el cuento Ahora: Cero de J. G. Ballard, cuando sonaron cuatro disparos. Parece corrido, pero es neta. Los escuché cerca, como si hubieran sido en la misma calle, a unos pasos de la casa. Me asomé, no vi nada, bueno, vi la calle de noche (después de la doce). En el grupo de FB de los vecinos de Prados Verdes, varios comentaron que también los habían oído, entre la calma y el miedo: "Ya es costumbre" y "¡Dios mío, qué susto!". 

Regresé al cuento de Ballard, los balazos fueron la introducción a esta literatura de anticipación, rima involuntaria. Ahora: Cero es un texto escrito en 1959, mucho antes que Death Note, a las fechas me remito, Light Yagami aparece a mediados de los dosmiles. Digo lo anterior adrede; veremos, habló el ciego. 

Resumimiento: Un hombre tiene poderes, nos advierte desde del principio de la lectura, estos poderes consisten en que puede matar personas con sólo describir su muerte en una hoja de papel, él le pone los detalles, "rodó por las escaleras", "chocó en su automóvil", "el avión cayó con los setenta y tantos pasajeros". En Death Note hay una libreta y un demonio, acá sólo la pluma, el papel y el rencor del protagonista. 

Quizá los autores del manga, Tsugumi Ōba y Takeshi Obata, leyeron a Ballard y su trabajo gráfico-literario es un homenaje al escritor nacido en Shangái (sí, Ballard nació en China, cf. El imperio del sol), o tal vez se trata de un caso de criptomnesia (cf. Flournoy). Coincidencias, no lo sé, locura-cultura-guión y una madrugada a la espera de más balazos. 

Concluyicida. No es la primera vez que me pasan cosas extrañas antes, durante y después de leer a Ballard, un autor que no recomiendo para nada, ¡no lo lean! (guiño guiño) El cuento que les cuento sin contarlo completo se encuentra dentro de una reparada antología que atesoro, la tercera selección de Ana María Perales, en la versión española de José M. Aroca, Antología de novelas de anticipación, ediciones Acervo, hecho en Barcelona, primera edición, julio de 1964.
(Ya no sonaron más disparos)

Ya sé que exagero

Tuve una tía de abultado abdomen que me invitaba a comer muy seguido, negarme estaba descartado. A mi tía gordita cualquier comida que probaba le parecía deliciosa, ya sea que ella la hubiera preparado o que alguien más fuera el artífice del plato a degustar, cada bocado devenía en el superlativo de rico.

Jamás la escuché quejarse de lo que se llevaba a la boca, ni un salado ni quemado ni grasoso. Durante mucho tiempo consideré una virtud esta clasificación positiva de los sagrados alimentos, hasta que crecí y ejercí mi propio criterio gastronómico. No es cierto que toda la comida sea sabrosa, hay malos cocineros, pésimos guisos, desafortunados sazones, incluso a pesar de su aparente triunfo comercial.

Lo mismo me pasa ahora con algunos conocidos que emiten, sin pudor, sus juicios literarios. Cualquier cosa que leen, casi siempre novedades o redescubrimientos inigualables (por ser ellos los descubridores), les parece "maravilloso", "único", "la voz más importante de su generación" y así cada recomendación no pedida. 

Sospechosa esta actitud, pues si todo es "lo mejor de lo mejor", ¿qué es lo mejor-mejor? Se desprende de esta sesuda caracterización que lo peor es lo que los otros leen, hasta que lo lean los críticos de "lo mejor", entonces pasará a esa lista creciente de los non plus ultra. Como las personas que todo el tiempo están sonriendo, me dan miedo. 

Lo que pasa con mi tía (en paz descanse) y con estos dispensadores de flores es que evitan ir más allá, no profundizan, actitud que está relacionada con la falta de elementos para valorar algo. Su clasificación poco ayuda a los aludidos, sólo ven y saborean en blanco y negro, desconocen la escala cromática.

Me resulta imposible creer que lo que haga fulano o zutano sea impoluto, sin mácula, y no hablo de señalar los errores como deporte, o esa pesquisa del tropiezo ajeno, en la cocina o en la literatura o cualquier otro ámbito, sólo para deleite del obsesivo o el paranoico. No y no. Simplemente pienso que hay que evitar estos adjetivos absolutos, ir al detalle, o como decía un querido maestro, "darle a la médula". 

En lugar de decir "está delicioso", se puede argumentar que "a pesar de la condimentación exagerada, aún se aprecia el sabor a mar y la frescura del pescado; la guarnición, simple arroz blanco, le va bien, pero le pudo haber ido mejor". En la literatura, cambiar "la voz más importante de su generación" por "la originalidad de su estilo aminora su atropellada sintaxis, murió muy joven para una segunda edición corregida y aumentada". Ya sé que exagero, pero la etimología de la palabra exagerar está relacionada con "hacer crecer algo", por ahí va la cosa.

Guiñapo orgulloso

La historia de nuestros errores, tropiezos y deslices, es mucho más interesante que ese aséptico aparador de trofeos y medallas con el cual nos presentamos en sociedad (suciedad). La equivocación y no el triunfo, del fracaso estamos hechos, acostumbrados a la caída, la vida es un desagüe, una cañería, "memorias del subsuelo". Porque, ¿quién no sospecha de un triunfador absoluto, quién no quiere darle un puñetazo a la victoria? "Me aplastó, pero le escupí el pie". Entre ganar y perder, mejor perder, caer y, una vez en el fondo, escarbar hasta que sangren los dedos, ver qué cosa hay allá abajo, debajo del fondo.

Lost in Morelia

Las nubes, las seis después del meridiano, la intersección entre Cuautla y Santiago Tapia (cruce que no existe, me lo dijo Vini, la verdad cartográfica es Vicente Riva Palacio y Santiago Tapia), afuera de la gran papelería, a la mitad del aparador y el estacionamiento, me quedé parado. Avanzo a(y con)penas. Lento. Dejé de fumar mota hace un mes. Más introspectivo que otras veces. Aquella tarde cuando te abracé en este mismo lugar, sin frases célebres, puro entrelazamiento que dura hasta hoy, boronas del recuerdo. Vino a mí el final de Lost in Translation, perdido en mis pensamientos (¡no le llames pensamientos a tus chingaderas!), dando vueltas en el gerundio y con la mirada ajena postrada en mi animalidad ("es un malviviente, mírale los ojos, como poseído"). Vi el cielo nublado, intervalos de luz violenta, ¿a dónde con tantos pinches adjetivos? Lo he olvidado, sólo quedan dos abrazos y estoy puesto de sol. Aunque tarde, arde. En Tokio: Bill Murray y Scarlett Johansson despidiéndose, una promesa susurrada, final abierto. En Morelia: Caliche Caroma, meado de los ojos, oséase, llorando. Se hace noche, me digo, y allá voy.

lunes, 6 de julio de 2020

Trenecito chuchú

Parado frente al tren que pasa
Kansas City Southern de México
espera normalizada y/o protesta
la costumbre avanza lentamente
tres veces al día galería grafitis
para los más observadores
para los menos los teléfonos
inteligencias del clic clic clic
o (éste es un atajo estático)
la forzada meditación colectiva
qué imágenes del pasado llegan
chuuu chuuu chuuu chuuu chuuu
no se controla el recuerdo-pensar
los vagones se suceden al frente
y (hablo de lo que poco que soy)
los frijoles en la olla se hace tarde
fila de automóviles in crescendo
qué habrá adentro de esos vagones
migrantes o material peligroso o nada
"Latex" enseguida "Drástico" los tags
también hay mensajes con aerosol
"Pepe se la come" y "Te amo, María"
después de quince minutos el fin al fin
(digo quince pero son mil o cinco o ∞)
como en competencia todos adelante
mientras el tren se aleja de este discurrir.

jueves, 25 de junio de 2020

¡Caray!

Llueve sobre el ahogado
muy mala suerte mojado
gruesas gotas al muerto
resucita y vuelve a llover
las nubes llenas de odio
el milagro es venganza
dioses que malquieren
el ahogado guardase
paz adentro de su casa
cuando duerme la noche
parece que nada pasará
pero tiembla la dura tierra
derrumbase la calma toda
y el ahogado llora tanto
que se inunda por dentro
hasta que muere otra vez
(masculino de 36 años)
ya no revive ni agua ni llanto
se acabó este trágico canto.

martes, 16 de junio de 2020

¿O cómo era?

Espero tener la fortaleza de Cristo, que del costado le brotó vino.

La cerveza de mala calidad es indispensable

23 de mayo, otra estéril efeméride que llama la atención por lo poco celebrada que es; quizá la parca atención que recibe el día del estudiante se debe, principalmente, a que hoy son unos cuantos los que se consideran estudiantes (y esto se nota mucho), casi con pena se acepta la condición de discípulo, alumno o aprendiz, cuando debería ser todo lo contrario.

Ahora está de moda ser maestro, la prueba radica en la cantidad de cursos en línea que se ofrecen. Alguien medio aprende algo y luego luego quiere sacar raja de la información. Pocos estudiantes, muchos maestros, días llenos de celebraciones y un mundo en picada, ¿qué hemos aprendido? Que la cerveza de mala calidad es indispensable.

Amantes

Nunca he entendido a esos amantes de la poesía que odian la ortografía, desprecian la sintaxis y aborrecen la gramática.

Beso-19

Juntaron sus tapabocas
y se dieron el beso
más limpio del universo,
sin saliva pero con amor.

Genuflexiones verbales y virales

Seremos recordados por haber participado en el performance más grande de la historia.

En nombre de la salud pública se han cometido las peores atrocidades.

Esta enfermedad provocó el resurgimiento de antiguos antagonismos: inteligentes contra ignorantes; sanos contra enfermos; obedientes contra necios; buenos contra malos.

Sobre los cadáveres de los muertos por Covid-19 se amontonan los buitres de la prensa, la política y la intelectualidad.

Llevan siglos prometiendo la extinción de la humanidad y lo único que nos dan son festivales de poesía y música en línea.

El sistema educativo mexicano tenía coronavirus desde hace cincuenta años.

Esta selección natural parece que la organizó la FIFA.

En unos años, los sobrevivientes hablarán de aquella época en la que la gente vivía asustada todo el tiempo, encerrada en sus cuevas, sólo salían para cazar las mejores ofertas en los supermercados.

Ahora todos están haciendo la hagiografía del personal médico, pero nunca olvidaré a la malévola enfermera que lastimó mis venas al canalizarme sólo porque le pedí que tuviera cuidado.

Mucho drama y pocas muertes, dijo el experimentado forense.

Plus: No se puede chiflar y usar tapabocas.

Gota

Confundo a Emilio Carballido
con Emmanuel Carballo
por supuesto
el cilantro y el perejil
parecen idénticos
hasta que me fijo
flujo de verde
llama de formas
(ruido de carros)
pasa seguido
que es de noche
y digo buenos días
cómo está usted
como a las ocho
como a las nueve
como a la hora del
terremoto
moto
pregunta tardía
time ask the time
aunque ya confundo menos
el náhuatl con el tarasco (sic)
porque de López Corona
tengo el diccionario
ni me equivoco
cuando llamo al agua
y el agua viene
en dos recipientes
itzi-atl y bebo y ah
y creo que la vida es sed
y hay quien confunde a
Salvador Novo con Salvador Elizondo
pero en el fondo todos son reptilianos.

El verdadero bien y el verdadero mal

Un acento,
una coma,
signo de interrogación
o punto y aparte
bastarán para sanar,
para escribir bien
lo que antes,
ayer,
estaba mal.

Como un espejismo en Ortega y Montañés

Primer día del trabajo de la era del Covid-19, 2020. Salí en la bicicleta a entregar libros, seis de la tarde, mi destino, fatal destino, la calle Isidro Huarte, muy cerca del Hospital Civil de Morelia, Michoacán. Me subí a la banqueta del nosocomio para echar un vistazo a la crisis sanitaria que rige los destinos de la humanidad, ya que andamos por aquí, why not?

Para sorpresa de los paranoicos, el hospital estaba tranquilo, demasiado tranquilo, nunca lo había visto así, y sé de lo que hablo, he pasado mucho tiempo en su interior, como paciente impaciente o como acompañante incómodo. Afuera de Urgencias unos enfermeros y enfermeras fumaban cigarrillos y tomaban cocacolas con fruición, es decir, disfrutaban el momento.

Seguí mi camino, como chisme había sido suficiente, sólo faltaba que sacara mi cámara para unirme a la legión de informantes ciudadanos. Cuando crucé la calle Ortega y Montañés, como en fata morgana, vi una aparición que me dejó perplejo. Detuve la bicicleta y apareció ante mí a un sacerdote católico arriba de una camioneta arreglada para simular un altar, el automóvil avanzaba lento pero seguro, el cura traía un micrófono conectado a dos grandes bocinas, no sé si esto es orar o amenazar:

"Queridos hermanos, el señor nos está dando un mensaje con esta enfermedad del coronavirus, habíamos desviado el camino y aún estamos a tiempo de enmendar la ruta, de arrepentirnos y seguir el ejemplo de Jesucristo. Yo rezo por ustedes, pero ustedes, ¿qué hacen? Es hora de alejar al demonio de nuestras vidas, es hora de abrir nuestros corazones".

A su paso, las que se abrían eran las puertas y las ventanas, salían de su encierro los morelianos arrepentidos, una señora se hincó al mismo tiempo que hacía la señal de la cruz con su rosario enredado en sus manos, el de la combi Ruta Naranja que pasaba por ahí se persignó, por si las dudas, era un todo un espectáculo de la fe.

Allí estaba yo, viendo cómo el religioso se alejaba en su camioneta de la redención. El sacerdote se perdió en lontananza, bueno, avanzó unas cuadras hasta que se hizo más chiquito. Arranqué la bicicleta de nuevo, si se me permite la licencia de conducir, y mientras avanzaba hacia el número de la calle que buscaba, recordé aquella frase que algunos atribuyen a Darwin y otros a H. G. Wells: "Adaptarse o morir".

20 veces al día

Quiero lavar mis manos
pero la mugre que tienen
no la quita ningún jabón,
lo siento, mi desinfectado amor.

Ananké

Salió de la cárcel para robar de nuevo
No llevaba ni dos horas afuera (90')
¡Orale, hijos de su puta madre, saquen todo!
Afuera las cosas estaban peor que adentro
Adentro todavía podían abrazarse y besarse
Pero afuera los tapabocas eran obligatorios
¡También celulares y cadenitas, pendejos!
Robó lo que pudo y huyó por la avenida desierta
Casi nada estaba abierto sólo ese Oxxo
Él aprovechó la única (¡única!) caja abierta
(Por dos pesos más le damos este chocolate)
La fila era larga con sus fantoches en chanclas
Carpe diem quam minimum credula postero
Los policías distraídos en alguna plaza principal
Arrestando a los que no cumplían la cuarentena
Distanciamiento social a favor de arriba las manos
Y no lo agarraron al cabrón porque corrió y pandemia
En el Oxxo una señora tuvo crisis de tos cof-cof
¡Está enferma de Covid-19! aseguró un médico naif
El ladrón se llevó su teléfono contaminado (karma)
El ladrón enferma y al quinto día los síntomas culeros
Los policías lo encuentran en la calle muy madreado
Ahora sí te cargó la de infectar a otros presos
Custodios y directivos y trabajadores sociales sick
Murió el ladrón y otras cincuenta personas más
Se hizo el silencio más espeso en el encierro
Y la radio de la celda #9 advirtió: "Quédate en Gaza".

Consecuencia

Dime, misántropo, ¿eres feliz?
Desde su cueva responde:
"Seré feliz el día que muera".

Martes

Llega la joven pareja a su casa,
los paseos son de madrugada
porque ahora todo es secreto,
ella grita por algo, se emociona:
"Baja la voz, nos van a oír, amor".
Pero ya es muy tarde/temprano,
los vecinos sacan conclusiones,
nadie duerme pues contingencia.

Los de enfrente creen que muerte,
asesinato: "Ese hombre es malo";
a la derecha optan por violación
y asalto a mano armada: "Así sonó";
los vecinos de la izquierda marcan
al 911: "Ebrios escandalizan calle".

El grito de la mujer fue de alegría,
estaba contenta porque vivía aún,
el aire en los pulmones, su pareja
y el cielo estrellado de ese martes.

En 2020, la esperanza de vida...

María encontró la cifra que había apuntado en su libreta de datos importantes: En 2019 en México murieron 761 787 personas, la fuente es la Secretaría General del Consejo Nacional de Población (Conapo). Diferentes causas, un sólo fin, la muerte como dato no parece tan terrible. También anotó la esperanza de vida de ese periodo, 75.1 años.

En el medio de comunicación para el que trabaja le encargaron una comparación entre los decesos de 2019 y 2020, el año de la peste en donde habían muerto más de 200 000 mexicanos enfermos de SARS-CoV-2. María recordó a sus familiares y amigos que estaban dentro de esta cifra, este número representaba su dolor y el de un pueblo que todavía no se recuperaba de aquella silenciosa batalla.

María se levantó y fue a la ventana. Los carros en la avenida avanzaban y se detenían según lo dictaba el semáforo. Rojo, verde, amarillo, rojo otra vez. Estuvo así más o menos una media hora, quizás más. El lapicero en su mano, el cristal que separa el adentro y el afuera. Carros que pasan, gente que muere.

Desde su ventana el mundo parecía tranquilo. "El habitante de la costa que sale a ver el mar, la ola que revienta en la playa, todo está como debe estar. Aquí no tenemos mar. Nos hemos acostumbrado a que lo normal sea un montón de automóviles desplazándose de un lugar a otro", se dijo para sí misma, escogió muy bien las palabras, quiso apuntar su pensamiento, pero no lo hizo.

Y así como el huracán azota la tranquilidad de la costa, María se estremeció cuando aparecieron en su cabeza aquellas pilas de muertos quemándose en las plazas públicas de todos los estados de la república mexicana. Pasó tal y como muchos querían que pasara, los hospitales no pudieron con tantos enfermos, casi el millón de infectados en México, el caos social no se hizo esperar, hambre y encarcelados por todas partes.

La ventana seguía ahí, los carros también, pero aquellos cuerpos ya no estaban, sólo quedaba el recuerdo del olor a grasa humana. María tuvo náuseas y regresó a su escritorio. La libreta abierta, el documento en la computadora aún estaba en blanco.

¿Cuántos muertos hubo en 2020? La Conapo reportó 678 455 decesos, 83 332 menos que en 2019. A la cifra del 2020 se le restan los 200 000 casos de Covid-19, quedan 478 455 muertos por causas varias. Murió menos gente que en 2019, pero las muertes por la pandemia no pasaron desapercibidas. María comenzó a escribir su artículo:

"En 2020, la esperanza de vida..."

Flores rabiosas

Una flor es una flor
y, a veces, un adiós
con pétalos

Una flor es una flor
y, a veces, un saludo
con espinas

Música que apaga
este silencio de perros
furiosos y encerrados

Esta flor es para ti,
cadáver que se niega,
ladrido de otro mundo.

Maravillas de nuestra especie

Hay gente que no cree que existía la muerte antes del coronavirus.

¡No saques la cabeza, chamaco!

Todo esto nos pasa por jotos y feministas, dice la iglesia que es una y verdadera, la secundan las beatas y los arrepentidos de corazón. Los expertos, pues expertean. Lo de hoy es el online, para estar más live. La crisis, ahí viene la crisis, los burócratas huyen y los perritos ladran. Nos visitan seres de otros planetas para traernos el mensaje, Bancomer es nuestra mejor opción. El sueño del misántropo se cumple, a pesar de sus ronquidos. Los caudillos del pueblo usan batas blancas y la gente está ávida de deferencias y genuflexiones. El asalariado le exige al indigente, ¡quédate en tu casa, carajo! Olvida que el hogar al que se refiere es (in)justamente afuera. Llegó la ley seca y los beodos no se han dado cuenta por andar en el vicio, ¡salud, compadre, que chingue a su madre el virus!, pobres de sus jefecitas santas que tienen que aguantar a estos cabrones todo el día y la noche y la madrugada en donde los ladrones hacen su agosto arriba de sus patrullas. Pero tenemos la Guardia Irracional (Irepan dixit), ellos pondrán orden, la paz de los sepulcros por fin llegará a esta agotada tierra que llamamos mundo. Criminales aprovechan la confusión para besarse entre ellos, y sin cubrebocas. Le preguntaron a una viejita que estaba sentada en la banca de una plaza cualquiera, ¿por qué no hace caso a las recomendaciones? La octogenaria respondió: "Estoy esperando la muerte, hace cincuenta años me dijo que no tardaba". Un chamaco asoma la cabeza a la calle, la ventana es su telescopio (Lezama Lima dixit), el padre desde el sillón le grita, pero ya es demasiado tarde, el niño se ha dado cuenta.

Decir la muerte

Casi sin darnos cuenta, llegamos a una época en donde hablamos de datos y cifras para referirnos a la muerte. Qué lejos están estas palabras de las vidas que se extinguieron, como si quisiéramos olvidar, o disfrazar, nuestro propio destino.

Obraron palabras

Ser y tener
algo para decir
una frase
precisa
por ejemplo
los tontos gritan más

El problema son
los "poetas reconocidos"
que lo han echado a perder
TODO (todo)
talleres charlas antologías
presentaciones comentarios
sus citas de otros escritores
la felación recíproca

Le quitan a la gente
las ganas de hablar
de las ganas de hablar
aburren con tanta imaginación
y manchan su ropa interior
que es su alma
y el diablo no la compra

En las escuelas de literatura
creen que simulación
tiene doctorado
cheques gordos
flotando en el vacío
de sus interpretaciones
(aplica también para derecho)

Los de a pie
les patean las nalgas
y luego destruyen
los premios
que son como migajas
montón de urracas
peleando entre ellas

Han defecado sobre la palabra
abonar la historia
obrar en quinta acepción
explican ellos (supra)
quiénes son estos escritores
quiénes son estos poetas
quiénes son estos cobradores

No habrá respuesta
porque el silencio reina.

Cariñosamente incorrecto

Bésame, mi amor, hazlo sin miedo, la parca no tiene labios ni una lengua tan rojita como la tuya. Bésame, chaparrita, inféctame de tu amor, si me he de morir mañana que muera de una vez. Abrázame con fuerza, pon tu mano en mi cara, enferma mi corazón.

Subterránea

Una mujer besa a un hombre
mientras esperan el metro;
en el vagón que se aproxima
alguien, no importa, lee poesía.

Una opinión más

No hacemos sino balbucear, a favor o en contra de cualquier tema y, nada más por este movimiento primario, creemos que tenemos razones, argumentos y pensamientos sobre las cosas. La risa universal parca se muestra, ja. El pecho hinchado, el caminar orondo, la bragueta abajo. Qué graciosos los humanos.

Equivocación enquistada, disfrazada de verdad, con su persistente voluntad, somos lo que dura la palabra somos. Suficiente una vuelta por este aparador de vergüenzas colectivas (lo estupefaciente tecnológico) para comprobar el fracaso de la espesa especie a la que pertenecemos (¿?). Las caras nos delatan, el rostro como zancadilla.

No tiene raza el remedio, género, clase o color, la cura se llama muerte y, al contrario de nuestras opiniones, ésta no falla. "Inyéctame de verdad", grita el suicida. Certera la calavera. Qué maravillosa es la vida, porque se acaba. Un punto final que no se conmueve con poemas, rezos o imprecaciones. Viva el silencio desde esta contradicción, vivan las fenecidas estrellas, viva la sangre de la historia y la ficha necrológica que resumirá el error de la existencia.

Jamás yo

La gente más peligrosa es aquella que, ante las acusaciones y los señalamientos, defiende su supuesta pureza con uñas y dientes. "¡Soy incapaz de hacer daño, jamás he ofendido a alguien!", gritan mientras patean a quien los cuestiona, piden pruebas a golpes, pero la sangre en la boca del atrevido le impide argumentar. Matarían con tal de demostrar su punto, ellos son un pan de dios, ¿qué no se han dado cuenta? La gente más peligrosa anda vestida de blanco.

Cuestión de envases

Cuando uno se traga un pedazo de aluminio por tomar de la botella de vino tinto, directo, a bocajarro, sin revisar antes el interior, lo mejor es pensar en otra cosa, tratar de olvidar que el dúctil metal recorrerá tus intestinos hasta ser expulsado de nuevo. La uretra sangra, el recto ídem.

Ahora bien, a esto hay que agregarle la embriaguez previa, situación que provoca una preocupación mayúscula. Treinta horas sin dormir, lejos de casa, quiero a mi mamá.

Provocarse el vómito sin lograrlo, la garganta lastimada. Comer algo para sacarlo rápido, el tiempo en contra. No desesperarse. Adiós a todos, díganle que siempre la amé. A quién se le ocurre poner aluminio en el cuello de la botella. Ayúdame, diosito, ni ganas de tomar tenía y otras anacrónicas desconsideraciones.

Al otro día, si lo hay, comprar vino de caja.

Timecop

El peor enemigo que tenemos cada uno de nosotros es nuestro yo del pasado, ese viajero en el tiempo que viene a recordarnos, con una puntualidad y precisión atómica, el pacto indeleble que hicimos con la incongruencia.

El burro soy yo

No sé si el honorable conozca aquel cuento en donde un arriero sale de viaje con su nieto y su burro, cruzan caminos, montes y páramos. En su trayectoria pasan por varios pueblos, en el primero de estos los dos humanos van caminando al lado del burro, entonces el viejo escucha que la gente murmura: "Mira a estos dos imbéciles, prefieren cansarse y dejan desaprovechado al animal".

En el siguiente pueblo el señor decide subir al chamaco al burro, cuando pasan al lado de unas personas que están afuera de una tienda se alcanza a escuchar: "¡Qué muchacho tan cabrón! El pobre anciano es el que debería ir arriba del burro". El hombre algo molesto sigue su camino.

Al llegar al tercer pueblo, es el viejo quien monta y el niño camina a su lado. Ocurre lo mismo, unas señoras que van pasando interpelan al arriero: "¿No le da vergüenza, señor? Mire nada más al pobre muchachito, no puede ni con su alma y usted arriba del burro". Sin contestarles, los viajeros siguen su camino.

En el cuarto pueblo abuelo y nieto montan al burro, casi salen de la comunidad cuando se encuentran con un grupo de beatas y beatos afuera de la parroquia, esto es lo que alcanza a oír nuestro personaje: "¡Qué desconsideración con el pobrecito animal! Estos dos van muy a gusto arriba del burro y la bestia se ve que ni agua ha tomado".

Creo que el cuento termina con la reflexión del viejo acerca de ignorar los comentarios de las demás personas, pues siempre tendrán una visión parcial de los acontecimientos, además de que no se le puede dar gusto a todos. Y bueno, en esta narración el burro soy yo.

Juez o nuez

Dice Lichtenberg que nada contribuye más a la paz mental como no tener una opinión. Trato de tener presente esta frase todos los días —la pegué en la entrada de mi librería— y más en las redes sociales, donde lo contrario impera, parece que la regla es "opina o muere".

Alguien dirá, "ya estás opinando", pues sí, decidir no opinar también es opinar. Pero considero que tomar distancia respecto de cualquier tema es importante para el ejercicio de la comprensión; a veces estoy a kilómetros del interés público. Luego, tenemos aquel dicho popular que nos remite al silencio para evitar que se confirme nuestra estupidez con largos enunciados.

El traer aquí a una autoridad para expresar mi sentir, o padecer, según se mire, puede considerarse como un acto de presunción, el cual me lleva a una postura que remite a una posición u opinión, ni modo, sigo al buen Miguel de la Montaña para decir lo que tengo que decir. Aunque una frase mía bastará para sanarme: Uno llega a una edad en donde las frases célebres son su único oficio.

Cuesta, duele y se necesita un esfuerzo monumental para evitar pronunciarnos sobre lo que la mayoría discute; por ese engaño institucionalizado llamado democracia nos sentimos impelidos a manifestar nuestra opinión, si los otros hablan de equis tema, ¿por qué no he de decir yo lo que pienso?

En fin, esto es lo que opino...

Las cucarachas salvajes

Estoy en Hospital Civil, me tocó velar el sueño de la madre, ha sido mi hermana Yolanda quien se ha quedado con ella más noches durante estos quince días. Me traje "Los detectives salvajes" de Roberto Bolaño para releerlo, quiero escribir sobre este gordo libro.

Alrededor de la una de la mañana me pegó el cansancio duro, anoche dormí cuatro horas, cerré el libro y me tiré al suelo, una delgada sábana la hacía de cama. A los pocos minutos caí en un sueño con Arturo Belano, Ulises Lima, Cesárea Tinajero y los otros personajes de la novela del chileno.

No tardé mucho en ese cotorreo onírico, en duermevela sentí que algo me caminaba por la cabeza, cara y cuello, no era soñada la sensación, definitivamente. Desperté y vi que las cucarachas tenían fiesta en mi humanidad, me levanté sacado de onda, me sacudí, aplasté a algunas sin querer, los otros animalitos del señor regresaron a su guarida secreta, eran bastantes. Decidí seguir en la lectura y dejar el descanso para después.

Bajé por un café al puesto que no cierra nunca, justo a un costado del nosocomio. Una señora con mandil roncaba en el rincón, otra mujer más joven, quizá la hija de la bella durmiente, atendía. Pedí mi bebida y mientras la preparaban noté que algo se movía en la mesa, eran más cucarachas, no sé si primas de las de arriba, tercer piso, pero opté por cambiar mi pedido por un refresco cerrado. No me lo terminé.

Ahora escribo esto en el pasillo del hospital, acabo de ver otra cucaracha mientras leo que Ulises Lima no regresó de Managua: "Un día le pregunté en dónde había estado. Me dijo que recorrió un río que une a México con Centroamérica. Que yo sepa, ese río no existe. Me dijo, sin embargo, que había recorrido ese río y que ahora podía decir que conocía todos sus meandros y afluentes. Un río de árboles o un río de arena o un río de árboles que a trechos se convertía en un río de arena. Un flujo constante de gente sin trabajo, de pobres y muertos de hambre, de droga y de dolor. Un río de nubes en el que había navegado durante doce meses y en cuyo curso encontró innumerables islas y poblaciones, aunque no todas las islas estaban pobladas, y en donde a veces creyó que se quedaría a vivir para siempre o se moriría".

Ágora

Las plazas públicas son el remanso de los desprotegidos, el solaz de los pusilánimes y la galería de esos híbridos, mezcla de intelectuales y proxenetas. Las plazas públicas también son hoteles y en aquella banca una señora alimenta a las palomas que han superado la centena.

No queda más que esperar

Afuera de los hospitales, la espera de los parientes y amigos de los enfermos, está el verdadero limbo, toma nota Dante. Un susurro de incertidumbre mientras los vendedores ofrecen su necesidad, a 20 pesos la bolsita. El pase, porque sin pase no puede entrar, lo siento mucho, señorita, son las reglas. Un grupo de médicos pasan riéndose, alguna broma frente al que aguarda noticia.

Afuera de los hospitales el tiempo se toma un café, fuma cigarros baratos, se malpasa. Los rostros son rastros del dolor, el guardia se ha vuelto impermeable al llanto, las farmacias están atendidas por cuervos.

Se hace tarde

En esta prisa de muchos llamada ciudad
Corro para llegar a no sé qué lugar
Olvidé el motivo que me trajo aquí
Me despido porque ya me tengo que ir.

La pimienta de la tierra o el gremio gremicida

El sindicato siempre tiene la razón (y la pensión)
Las decisiones del sindicato son inescrutables
El sindicato es inefable
Al sindicalizado no se le toca ni con el pétalo de un acta administrativa
El sindicalizado no sabe lo que es la soledad ni el cansancio
Aunque no representan a todos los trabajadores, los sindicatos son todos los trabajadores
El sindicato está más allá del bien y el mal
El sindicalizado se diferencia de los otros trabajadores por su buena alimentación
El sindicalizado nunca falta a su trabajo, sólo apoya al movimiento
La pitonisa del sindicato se llama asamblea
Los estatutos del sindicato no deben confundirse con los prostitutos del sindicato
El sindicalismo no conoce el anacronismo
Con el sindicato todo, contra el sindicato, nada
Dime de qué sindicato eres y te diré qué automóvil manejas
El sindicato es endogámico
El sindicato no es voraz, sino previsor
El sindicato tiene delegados y delegordos
El sindicato es la luz, la verdad y el camino
El sindicalismo os hará libres
Sindicato o muerte
¡Vivan los líderes que nos dieron plazas!

Visión nacional

Nopales de esqueletos
con corazones sangrantes
en lugar de jugosas tunas;
pájaros rotos sobre ellos.

Cactáceas huesudas
con sus frutos encarnados,
el mero mero cementerio
donde el mexicano canta.

La triste y muy violenta vida del security man (aplica también para guardaespaldas)

He visto a los security man maltratando a la clientela, usan trajes negros para disfrazar su estudios truncos y, a veces, traen lentes oscuros dentro del local, no importa que sea de noche. Creen que tienen poder y humillan al que se deja, pero los ciento ochenta pesos diarios que les pagan derrumban sus pretensiones y al final, si los baños están muy sucios, ellos los limpian.

Casi todos miden más de uno setenta. El patrón no los usa para la tranquilidad del lugar, la seguridad la necesita él, el dueño, bien sabe que un empresario sin seguridad es un pobre empresario. Hablan poco porque su vocabulario rápidamente los delata como unos niñotes venidos a menos; los grandotes del salón (de primaria) que, regularmente, no eran buenos para los deportes.

El ciclo: un security man aspira a convertirse en patrón para tener muchos security man.

Vocabulario: security man significa falta de oportunidades en este país.

Aclaración: no todos los security man son así, puede variar según la región, la época y el clima.

Pleomorfismo: esto ya le pertenece al creador

La palabra "pacato" se parece a la voz "mentecato", y quizás sean primas estas dos, el lenguaje una gran familia padece. Pacato designa a todo aquel que repele la novedad, le atemoriza lo nuevo, más vale malo por conocido. Mentecato suena a pan, pero es tonto. ¡Cómo serás persona! 

Al juntar ambas palabras se forma una tautología redundante asombra perritos. Pacato Mentecato, sin la conjunción y en altas y bajas (jerga periodística). También puede ser Mentecato Pacato, abogado de los que no saben pero opinan. No hay que ser brujo para invocar a Satanás, el diccionario tiene polvo. Quirópteros con salsa sriracha. 

¿Podría un consumidor de heroína revolver la pis mundial con una jeringa usada? La amiga de una amiga de una amiga contó: ella venía del gabacho, la llevaron a un tianguis chilango, por el mandado, jamás en su vida había visto el suplicio de los pollos, le encantaban las pechugas cordon blue, el ave que no vuela degollada frente a los azules ojos de la gringa, rojo-infierno-rojo, el cuerpo sin cabeza sumergido en agua hirviendo, ahí tienen a su hombre, gritó el filósofo, la gringa se desmayó. La voz de dios compromete una castración: ¡viva Méjico! Pacata, femenina.

Aclaración: Al mismo tiempo que esto se escribía, las teclas del teclado clic-clic, un grupo de jóvenes universitarios hablaban de las afectaciones económico religiosas en México por el coronavirus, hubo comentarios racistas, cerveza light y cigarrillos de sabor.

Sade con chilito

La mayoría de los entusiastas lectores del Marqués de Sade sufren una decepción cuando les toca leer "Los 120 días de Sodoma", se quejan porque no se parece a las otras novelas de Donatien Alphonse François; este libro es una larga lista de antojos (o atrocidades, según el tipo espectador y su juicio) sexuales y escatológicos (acepción referente a lo putrefacto). Pier Paolo Pasolini adaptó esta obra y la llevó al cine, la película apareció en 1975 y escandalizó a las buenas conciencias de la época.

Traigo a colación este texto porque, con todo lo que hemos vivido/sufrido en estas fértiles tierras nopaleras, bien se podría hacer un remake que lleve por nombre "Los 120 días de México", al igual que la alegoría del libertinaje de Sade, este nuevo libro sería una lista con las atrocidades locales, la enumeración de lo terrible increíble, pero real nacional. Como en la novela, los protagonistas de este pastiche son gente poderosa, esos que han agotado el deseo y quieren más, la sangre como tinta, la charola como escudo. Quizá este catálogo sea más brutal que el original.

Un ejemplo de "Los 120 días de México", el orden cronológico es lo de menos:

1. El 8 de agosto de 2019, varios cuerpos humanos son colgados de un puente en Uruapan.
2. El 18 de enero de 2020 localizan los restos de una banda musical en Guerrero, fueron torturados y calcinados.
3. El 10 de enero de 2020 un menor de edad dispara contra sus compañeros y profesora, a ella la mata, luego se quita la vida con la misma arma.
4. El 15 de septiembre de 2008 granadas de fragmentación estallan en la celebración del Grito de Independencia en el Centro de Morelia.
5. El 11 de septiembre de 2019 le arrojaron ácido a una mujer saxofonista en Oaxaca, su cuerpo y rostro quedan destrozados.
6. El 4 de noviembre de 2019, la familia LeBaron sufre un atentado armado, niños y mujeres las víctimas.
7. En 2017 se acusa a Javier Duarte de Ochoa de haber cambiado los fármacos de las quimioterapias dirigidas a menores de edad por agua.
8. En agosto de 2010 fueron localizados casi doscientos cuerpos en una fosa clandestina en San Fernando, Tamaulipas, casi todos los cadáveres eran de migrantes centroamericanos.

La lista es interminable...

Ecosofía

Otro día en el que no fui yo el asesinado, secuestrado, difamado, agredido, detenido, linchado, mutilado ni escupido. Llega la noche y puedo decir "me da una quesadilla de champiñones y otra de rajas, por favor". Ojalá que mañana sea igual que hoy, para pedirlas con todo, no me dé bolsa, yo aquí traigo.

Cinco letras

En el motel del mundo
pusieron promoción,
4 horas X 150 pesos,
pero como precoces
somos la gran mayoría,
nos sobra tiempo para
perderlo viendo el porno
en el único canal de la tv;
servicio al cuarto, la vida.

Fumar un pájaro de mar

Huellas en la arena, mi pie plano deja el rastro del foráneo. La ola me acompaña por la playa, quiero creer que cada uno de nosotros tiene una ola. Como si fueran ángeles, olas pequeñas, grandes, terribles. Anda, me digo y corro al agua, pero detengo el paso cuando la profundidad advierte, cuidado, sé nadar, sólo que las corrientes no entienden razones. Regreso a la arena masajeadora. Al final, las rocas no dejan avanzar más, de frente el cerro, porque sierra y mar se besan en este pueblo, mirada trescientos sesenta grados, busco la sombra y prendo mi gaviota. Las olas, las montañas, las huellas en la playa, el sudor perenne. Vuelvo a las andadas, hay un atardecer en mis ojos y la boca se me hace agua de coco.

Todo duerme enrededor

Después de la más ancha noche, oh invierno, la latin ópera "Hommy", de Larry Harlow. Nublada ella, la tarde, el tambor se pone saco, zapato negro. Cada casa su fiesta tiene y también frío. La familia truena cuetes, panchos. ¡Santas piñatas, Pánfilo! El tío se puso pedo, le falta leña a la fogata.

Grandes brazos de señora experimentada sirven el ponche, cañas, tecojotes (sic). Son las cinco y ya nadie se acuerda de la oscuridad. Las luces y los santacloses alegran la avenida, dos por uno Bacardí y Don Pedro. Critican la navidad, pero jamás serán estrellas de Belén o burritos sabaneros. La señora avisa que se ha terminado el ponche, suda. Villancicos, pastorelas, intercambios.

La pastelería de la esquina no para de parir pasteles de queso, tres leches, niño envuelto, gelatinas con fruta. Que los ladrones no se enteren, que no se riegue la sangre de los clientes sobre la chantillí, las fresas glaseadas, las velas mágicas. ¿Tiene pasteles navideños?

Menú: pavo relleno de gallina rellena de codorniz rellena de colibríes rellenos de vuelos, ensalada de manzana prohibida y pasta. En esta época del año la vida siempre se enfría. Llueve, los pájaros, cuando no son la cena, usan jorongos y son pocos los regalos en el árbol del recuerdo.

Digresiones sobre la guerra

"La guerra es la madre de todo, la reina de todo, y a los unos los ha revelado dioses, a los otros, hombres; a los unos los ha hecho esclavos, a los otros, libres", es la frase que se le atribuye a Heráclito de Éfeso, también conocido como "El Oscuro". Cada que veo las noticias me acuerdo de estas palabras y también del filósofo que las pronunció, cuasi profeta y observador agudo, atinada su descripción, disparo de verdad.

Quizá interpreto mal, tergiverso cada uno de esos vocablos heracliteanos, los leo a la sombra de los sangrientos acontecimientos que me han pasado rozando. Un mundo en conflicto. Nací en 1983, los EUA invadían Granada cuando yo tenía cuatro días en el planeta. Es un asunto de topografía, cerca o lejos de la guerra, mas no ausencia de batallas. Las hay frías, calientes, desérticas, con submarinos, de baja intensidad, espaciales, musicales y amorosas: "Quiero una guerra contigo, pero una guerra de abrazos, quiero un tiroteo de besos y estrecharte entre mis brazos".

Creo que sí me equivoco con las palabras de Heráclito, quizás sólo es la referencia a la batalla de las cosas por el cambio inevitable, pero luego regreso a las lecturas y recuerdo que también Aristóteles, en su "Política", habló de la necesidad de guerrear, o de menos tener un buen ejército, cito/parafraseo de memoria que me falla como pistola que se atasca: "Todo estado que se precie de ser poderoso debe tener un buen ejército". Lo castrense marca el ritmo de la tecnología, el arte y hasta de la comida: computadoras, museos y enlatados.

Uno de los sueños más recurrentes en la vida mía es aquel en donde me encuentro atrapado en una revuelta de gran magnitud; el saqueo, las violaciones, la muerte, he aquí lo normal en esa realidad onírica. El sueño repetitivo tiene finales diferentes, se trata de las formas en las que me asesinan: linchamiento, fusilamiento, arrojado al mar, colgado, decapitación, empalamiento, et al. Vasta es la imaginación cuando uno duerme: "Si en medio de la guerra me llegan a matar". Lo curioso es que no me da miedo, por eso no dije pesadilla. Ser para el servicio militar.

El descubrimiento de las armas, o al revés, como explica Marco Aurelio Denegri: "Son las armas las que descubrieron al hombre". En el sueño del que hablo estoy sin armas, ni siquiera una navaja, piedra o palo. Lo que sí hago es tratar de entender lo que está pasando, ¿por qué la gente pelea/peleamos?, cuestión que ningún soldado de mis sueños contesta, e incluso les molesta la pregunta: "Que le corten la cabeza por preguntón". ¿Por qué guerreamos? Sí, uno pregunta cuando sueña y sueña que pregunta. La guerra somos nosotros.

Aún no he matado a otro ser humano, pero conozco a quien sí lo ha hecho. Tuve un amigo que cayó preso porque se echó a tres personas, lo fui a visitar un día a la cárcel. Cuando estaba con él, ya en confianza, le pregunté cómo había sido eso de quitarle la vida a alguien más. Me respondió tranquilo, como quien sabe la respuesta de memoria: "Al principio me dio un poco de miedo, después quise más sangre, más muerte; no se trata de quién te la hizo, sino de quién te la pagará. La venganza era mi móvil, luego fue por puro gusto. Si tuviera otra oportunidad, me haría soldado, así mataría con licencia".

Zoon Pólemos. El éxito de las películas de guerra y los madrazos a la vuelta de mi casa; los chavos-chavas con sus uniformes militares llenos de parches anarcos y los desfiles castrenses con tablas rítmicas. Las percusiones guineanas con sus tamboreros que también son tenientes, coroneles y generales. El bochito "Kraft durch Freude Wagen" y "Pantaleón y las visitadoras". Todo es guerra: "La vida es una guerra sin tregua, y morimos con las armas en la mano", Schopenhauer.

La felicidad es la ausencia de moscas

A todo esto, preguntarás: ¿ya sacaste la basura? Y yo, que tengo la costumbre de doblar las botellas de plástico y guardar las colillas de cigarro en mis bolsillos, responderé que no, porque hoy es domingo y el camión pasa los martes; porque la antropología de la basura nos dice que nuestros desechos hablan por nosotros, nos representan ante el inamovible juez pepenador; porque la vecina ya me ha advertido que por ahí anda un perro que hurga entre los desperdicios para encontrar tesoros que sólo él sabe. Pero si tú quieres, buscaré algún contenedor para tirarla y, aunque sea un poco, seas feliz y sonrías cuando veas a las moscas irse en busca de otra casa, otra basura.

Apostillas al aire (genuflexiones verbales disfrazadas)

La sesudas conclusiones de la opinión pública han resuelto parte importante de los conflictos mundiales y muchos intelectuales se sienten amenazados ante la colectiva muestra de inteligencia que parece desbordarse si se le mira de frente.

Las bien pensadas preguntas de la prensa han dejado sin palabras a los funcionarios que, atónitos, sólo han podido responder "¿qué hicimos nosotros para merecer esto?".

Las profundas investigaciones de la policía y de todo el aparato de justicia han inhibido el deseo criminal en aquellos que pretendían dar un un golpe de suerte (galicismo grosero) para abolir el azar.

El olor de las heces de los canes de raza no sólo purifica el aire nuestro de cada mañana, también es bueno para el asma, la artritis y la halitosis, se recomienda bien fresco.

Los triunfos de las amistades perdidas motivan a justos y pecadores a llenar con más celeridad la vitrina de la vida.

La sensualidad gratuita del cajero del Oxxo logró que cientos de niños de la sierra chonchaca pudieran obtener los uniformes para sus equipos de nado sincronizado.

Los guiños misteriosos del acosador del metro en realidad son parte de un secreto lenguaje para descubrir el amor que no se vende al mejor postor.

Los buenos deseos amontonados en la bandeja de entrada sirven para alejar las malas vibras de los contactos indeseables (sólo para messenger).

El bulto de los ciclistas vestidos de elastano fosforescente nos recuerda que la sexualidad humana tiene misteriosas maneras de manifestarse.

El chiste que se cuenta solo y así solo también se ríe proviene de una tradición prehispánica en la que se les pintaba la cara de blanco a los niños recién nacidos para que los espíritus de la solemnidad no poseyeran al infante.

El adjetivo facilón disfraza la falta de talento y es un suplemento perfecto para los abrazos y los apretones de manos.

Aspicio

Lo que más me gusta de la literatura son tus ojos.

Patente

Entre tantas creaciones atribuidas a nuestra especie se encuentra la invención de la basura, los humanos pasaremos a la historia cósmica como los seres más sucios del universo. Las evidencias ya recorren el espacio.

No hagas enojar a los muertos

Había una vez una señora que todos los días regañaba a su hija porque nunca levantaba las heces de su perro. Diariamente le gritaba: "¡Leonor, otra vez el patio está asqueroso, recoge la suciedad de tu animal!". Así pasaron los años y las mierdas, hasta que la madre de Leonor murió en un horrible accidente. El dos de noviembre del mismo año del deceso de la señora, en la madrugada, la hija escuchó un alarido que parecía salido de infierno y luego la voz de su progenitora: "¡Leonor, hija de la chingada, te dije que recogieras las cacas del perro!". Rápidamente se levantó y fue al patio para limpiarlo. Desde entonces, Leonor y el perro van a la tumba de su madre cada semana para decirle que el patio está limpio.

XXI en romanos porque los árabes son tacos

Yo nací el mismo día que Celia Cruz y Dizzie Gillespie. Yo nací el mismo día que murió Jack Kerouac, el escritor de las dos ka. Fue un 21 de octubre cuando Neruda recibió el Nobel y el señor que le da nombre a estos premios también nació un veintiuno del mes diez. La wikipedia dice que en República Dominica hoy celebran a los poetas y de este país me gusta mucho El Hombrecito.

Mi madre se llama Yolanda Reyes Martínez y mi padre Carlos Rojas Mena. Soy el mayor de seis, tres hermanas y tres vatos cholos pura sangre cual caballos. Mis abuelos maternos son Virginia y Eliseo; los paternos llevan por nombre Carmen y Humberto. Mis raíces se encuentran en Tehuacán, Puebla; El Zapote, Cuanajo; y en Zihuatanejo, Guerrero.

Desde muy pequeño he sido un bueno para nada, profesión que he desarrollado con éxito. En el preescolar le aplasté los dedos a una niña con la tapa del aljibe, aún tengo esa pesadilla, fue un accidente de chamaco travieso. Cuando estaba en la primaria me peleé con todos los abusadores de mi salón, a unos les gané y a otros les demostré que yo no servía para el box. La secundaria no fue lo mío, tampoco la preparatoria y menos la universidad. Son las amistades mis diplomas.

A los 36 años sigo creyendo en la Virgen de Guadalupe (kitsch), Federico Nietzsche, el Tío Gamboín y en los semáforos. Mi película favorita es "Pueblo de Madera" de Juan Antonio de la Riva. En la música no puedo dejar de escuchar "¿Por qué me la dejaste querer?" del gran Bola de Nieve. Aunque me gusta mucho leer, ahora sólo pienso en esta frase de Lichtenberg: "He notado claramente que tengo una opinión acostado y otra parado".

Vivo con una mujer a la que amo, ella sabe que soy una perita ácida, más bien con lama. Han sido catorce años de estira y afloja, las estrías del querer nos indican que hemos crecido, por eso no hay crema reconstructora que valga, Raquel Almaguer.

Quisiera que la mía fuera una historia escrita por Marguerite Yourcenar, eso quisiera. En cambio les traigo estas ruinas que ven, me repito tanto que qué flojera. Tampoco es tan importante cumplir años, lo interesante son los regalos, ya sé que nadie aplaude.

No ser cuesta

Lo más terrible de la muerte está relacionado con el dinero, marcharse sin dejar cubiertos los pagos mortuorios es una grosería, como aquel que se sale del restaurante y obliga a sus amigos a cubrir su consumo. Nacer cuesta mucho y morirse no es para pobres. La mala voluntad del que se muere sin avisar, "que los otros se hagan cargo".

Cada persona, mayor de edad, debería liquidar sus gastos funerarios. Ser responsable del monto que, inevitablemente, implica el dejar de ser. Si todos nos vamos a morir, hay que ir ahorrando. Qué gran negocio resultó esto de irse a la chingada.

Otra estación

Hojas secas en las calles
otoño + tiempo + lo que fue
aún corre el gris recuerdo
arrastrando las caricias
bolsas de plástico rotas
¿qué hacer con la basura?
el ayuntamiento ignora
no sabe del dolor amante
de los besos que el viento
de los vientos que el beso
de los botes de la memoria.

¿Esclavos o queridos?

La familia heterosexual fue un castigo para Eva y Adán, por comer del fruto del conocimiento quedaron condenados a mantener a su prole. Del lado laico, varios investigadores han coincidido en que la familia es el núcleo de la sociedad, esto quiere decir que el origen de todos los problemas se encuentra en la procreación y manutención, muchas veces forzada. No debe extrañarnos que la palabra familia, en su etimología, proviene del vocablo latino famulus que significa sirviente o esclavo.

En resumen, la familia sólo sirve para aumentar las desgracias, reproducir las enfermedades, físicas, mentales y metafísicas, y como justificación histórica para tomar cocacola y salir a pasear los domingos.

Reflexiones de mi perro Fuchi, muerto en enero de 2018

Cuando un acaudalado pierde todo su dinero y propiedades, por el motivo que sea, se dice que está en la ruina. Del otro lado, alguien que, a pesar de su trabajo y esfuerzo, no tiene nada, o tiene lo mínimo para vivir diariamente, ¿qué debe hacer para estar en la ruina? 

Suponemos que la ruina para el pobre significa otra cosa, quizá perder el respeto de sus pares por verse involucrado en algún delito o la muerte repentina de un ser amado, ruina moral, sentimental. El poderoso cree que la pobreza es lo peor, pero no se da cuenta de que la verdadera perdición se encuentra en lo ruin de sus propias acciones y que quedarse sin nada sólo es un punto y aparte.

Seguramente también hay pobres que se sienten en la ruina cuando pierden el único peso que tenían guardado como su más grande tesoro. Esto me lo dijo Fuchi, no recuerdo en qué año fue, sólo sé que era un perro filósofo y que aprendí de él a no confiar en los maniqueos.

Sobre el ataque de los payasos asesinos de la historia universal o de cómo los restos de José José se conservan en alcohol de la tapita azul

1
No es la primera vez que un hombre disfrazado arma una revolución, ¡vivan los payasos que nos dieron patria! Si nos remontamos a la etimología, la máscara es la persona, luego, los rostros desnudos no nos dicen nada, pero un poco de maquillaje puede traernos la verdad. ¿Cuál verdad? Dios se ríe de nosotros. Ah, casi lo olvido, ¡Pedro Infante está vivo!


2
Oye, pero no has visto la película. Claro, yo ya ví Balada triste de trompeta y De la vida de las marionetas. No es igual, pero es lo mismo. No te pases, sólo quieres llamar la atención. ¿Acaso estamos aquí para algo más?


3
Han llegado por fin los restos del príncipe de la canción, si su familia se pone de acuerdo, habrá homenaje en Bellas Artes, lo dijo el presidente. Esto me recuerda aquella noche en Zihuatanejo, cuando intentaba explicar a un señor impertinente el motivo por el que había utilizado palabras de origen náhuatl en un texto mío. El varón blanco, mayor de cincuenta años, reclamóme el uso de tales vocablos indígenas, le dije que era un homenaje a Miguel León-Portilla, él respondió, iracundo, que el investigador de la toltequidad era un pendejo. Di por terminada la plática. Creo que se llama Javier y también se viste de payaso.

Genuflexiones Verbales de la corrección política

Si las opiniones fueran plantas, viviríamos en una selva mil veces más grande que la Amazonia.

La pregunta es: ¿por qué no abortó Eva?

Cristo puso el ejemplo y las celebridades lo han entendido bien, con la muerte viene la resurrección.

La antropofagia como solución al hambruna mundial (los vegetarianos y veganos degustarían a sus pares).

De la teoría de la conspiración a la teoría de la fornicación; de "la mano que mece la cuna" a "ni las manos metiste".

Detrás de una gran frase motivadora siempre está un enorme infundio.

Faltan trofeos para tanta gente triunfadora, habrá que convertirse en perdedor para estabilizar el mundo (el mundo del FB).

Cuestión eléctrica

En alguna pared de esta ciudad leí lo siguiente: "Somos auténticos seres de luz". Detuve mi trayecto (iba en bicicleta), me quedé viendo el muro, ¿quién escribió esto? Luego me reí. Continué mi viaje, la frase me acompañó un par de cuadras hasta que llegó su complemento: "Sí, somos seres de luz, pero con severos daños en la instalación y una deuda tremenda con la CFE".

A los mamonitas

Tiraba piedras como pecados. La viga del ojo le dejaba ver algo, lo suficiente como para abrazar al muerto, sin espanto. Él presumía sus carencias, porque vivía en casa de jabonero, de todos modos siempre se estaba cayendo. Se decía a sí mismo, como consuelo: El tigre sin manchas no es tigre.

Faltan los defensores del Tigre de Huitzuco

No quiero ni pensar qué pasaría si los censores contemporáneos leyeran "Guerra en el paraíso", novela de Carlos Montemayor que versa sobre Lucio Cabañas y el Partido de los Pobres, la verdadera radicalización en la Guerra Sucia. Lo bueno es que estos funcionarios, como lo anteriores, nada más leen FB y Twitter.

Degradación de mí mismo

De lo tóxico a la depresión
queda la autoconmiseración;
quisiera ser un joven suicida
para aventarme de un puente
y a ver si con mi fea partida
por fin me sale un sufriente.

¡Te pasas, Nico, te pasas!
besitos a los viejitos mandas
mientras posteas tus mierdas,
burlándote del mundo andas
aunque al amor no recuerdas,
¿quién llorará cuando mueras?

Operación Zanka

Un grupo de desalmados con armas siembra el terror en el pacífico pueblo de Zihuatanejo; además de secuestrar, desmembrar y asesinar a los zankas, los criminales prohíben las tiritas, el relleno y los tacos de guisados. Un detective chilango que había escogido estas playas para su retiro, se ve forzado a intervenir e intentar detener a los sicarios, pues sus tres platillos favoritos han sido vetados y él no puede permitir esto. Que la gente muera no es problema, todos los días y todas las cifras, estadísticas, pero verse disminuido en su dieta es, simplemente, inaceptable.

El nombre del antihéroe es Panchito Rivas, criado en Coyoacán, de profesión abogado, decidió ingresar al ejército, desertó y comenzó su trabajo como detective privado. Años y heridas que le dejaron un buen capital, el cual decidió gastar en la Costa Grande guerrerense. Y ahora una bola de estúpidosmalnacidoshijosdeperratechupoelpuntoysiescupopierdo, le han estropeado la jubilación. No se vale.

¿Podrá Panchito Rivas detener tanta maldad? ¿Regresarán las tiritas con su habanero, galleta salada y un poco de orégano? No se pierda la próxima entrega de Operación Zanka que incluye ninjas zapotecas, europeos pedófilos y funcionarios de la cuarta deformación involucrados con este banda de malechores autonombrados Los Chaquetos Sin Mangas.

El mar es alguien

Parado frente al mar
en noche de sal y luna,
miraba las olas negras
que blanca orilla lucían;
la playa galante es, dijo,
y aunque nadie escuchó
su voz, el océano le sonrió.

Troncones-Morelia-CDMX-Xalapa

La carretera nos ayuda a olvidar los males y cura nuestras penas. Yo, por ejemplo, no traigo cepillo de dientes y me fui sin pagar la renta. Por cierto, ya no te quiero, dolor.

Clásico del varrio con uve

Me dicen putito,
pero a mí me gusta el tinto,
soy drogadicto y leo,
ahora, el reverso del pan Bimbo.

Cromática

El viejo vuela un papalote;
además del cometa, el viento
alborota las barbas blancas
del tiempo, viejo también.

Son días de muchas muertes;
septiembre exige epitafios
como si guadaña tuviera
el noveno hijo del año.

Hoy fue Francisco Toledo
y mañana, ¿quién será blanco?
Los colores juntos dan negro,
y el exceso de luz, adiós.

CFE

Esta madrugada no pude dormir
Eras las tres cuando prendí las luces
Fui a la cocina y no te encontré
Fui al baño y no te encontré
Fui a la recámara y no te encontré
Vivo en una casa muy grande
Y tú prendes las luces lejos de aquí.

¿Obscuro u oscuro?

Ayer en la madruga me preguntó un señor, muy asustado, "¿Cómo puedes vivir siempre drogado?", a lo que respondí, amable, con otra pregunta, "¿Cómo puede usted estar sobrio todo el tiempo y soportar esta mierda?". Le invité un taco de espagueti y terminamos hablando sobre la materia oscura y los baches de Morelia.

Lo vi

Van a decir que no tengo nada qué hacer, pero hace unos momentos tuve una pinche iluminación de las meras trascendentales. Estaba en el baño, que es donde me pasa todo lo bueno, chismeando en el celular, pajareando, cuando vi una de tantas fotografías donde aparece un funcionario haciendo nada, eso sí, posando como si él o ella fueran la última chupada del mango, y entonces entendí, the meaning of life, vato loco. Los políticos (los que "dan la vida por los otros" o "yo nací para servir") vinieron al mundo sólo a posar. Piénsenlo un segundo. Los funcionarios, de cualquier nivel-albañil, no sirven para otra cosa, de ahí que se rodeen de "asesores", de ellos sólo se puede esperar una "buena imagen", en cuanto aparece una cámara ponen cara de que le están haciendo un favor al mundo con su existencia. Compruébelo usted mismo. ¿Qué hacen los representontos? Salen en la foto, no más. A huevo que te chupo el punto (LGBTTTIQ+). Tan tan.

Antonieta, otra vez yo

Muy querida ausente:

Te saludo con más tristeza que gusto, no es por ti, es por mí, por la confusión en la que vivo. Han sido días terribles. Te cuento lo más reciente. No hace mucho que tuvo lugar una protesta de mujeres por la violencia ubicua y democrática, pues mueren niños, ancianos y hombres por igual. Lo cruel es la vulnerabilidad, aunque suene a comparación, son ellas las que se llevan la peor parte, esto más la indiferencia. Tú sabes bien de lo que hablo.

Después del poco caso, vino el hartazgo. Las mujeres marcharon en la capital, pintaron muros, gritaron, quemaron y destruyeron muebles, decir que fueron todas es una exageración, pero también lo contrario es infundio; llegaron al Ángel de la Independencia, obra de ‎Antonio Rivas Mercado (tu papá), ahí hicieron pintas en la parte inferior, mucha gente se quejó, a otros tantos les dio gusto. Sé que no tienes ningún problema con esas acciones, si por acá anduvieras, seguro hubieras marchado al frente, jefa por naturaleza.

Por esta impulsividad que me caracteriza, escribí unos párrafos al respecto. He sido criticado después del texto "inocuo" que sólo está en las redes sociales, "puro bla bla bla", reclamo con reminiscencias marxistas. La verdad, poco me importan los detractores que no aportan nada, aún así me llamaron la atención algunas actitudes y de esto te quiero hablar.

Como tú, yo tampoco me considero feminista, lo cual no es ninguna novedad; hay quien dice que los hombres no pueden participar del feminismo, otra exageración llena de odio. Soy más misántropo que feminista, y ambas palabras están la zeta de mi diccionario. Sólo reaccioné a los insultos que varios conocidos lanzaron sobre las mujeres que participaron en la protesta. No soy bueno para la otra mejilla, mucho menos para la prudencia.

Imposible será quedar bien con todos, ¿quién desea tal barbaridad? Además de oportunista, ahora soy señalado por tener "amigos" acosadores, incluso se me acusa por mi relación sanguínea, en mi familia existen verdaderos depredadores. Te había hablado antes del dolor que me causa esta situación, pero tampoco puedo asumir la responsabilidad de algo que no me corresponde. Amigos y familiares vienen con virtudes y defectos, y si algo he aprendido es que somos seres para el error, de él venimos y hacia allá nos dirigimos. Esta caída es colectiva. Podría ser congruente y no sólo cortar con los "malos", sino cortarme las venas, el cuello. Yo sí fallo como suicida.

Hay crímenes imperdonables, y existe la redención. ¿Qué te puedo contar a ti de eso? A veces quiero creer que se trata de una paz comunitaria, pero la guerra sólo quiere sangre y nosotros estamos pletóricos de ambas. No me arrepiento de haber entablado relaciones con seres maculados, yo soy uno de ellos, tropiezo, así te conocí, Antonieta. Muy lejos quedó la pretensión de ser una buena persona, ando con tiento, tratando de hacer el daño menos posible a los demás, y aun así piso las manos de los que algún día me saludaron.

Te dejo con estos, mis enredos senti-mentales. Y como ya es costumbre, me despido con tus palabras, porque expresas lo que yo sólo balbuceo:

"El cultivo de la mujer será el exorcismo que la limpie de su 'bondad pasiva', provocando reacciones que hagan cesar en México la repetición de un siglo de historia como el que contamos desde nuestra independencia (El Sol de Madrid, febrero de 1928)".

Tuyo en intermitencias, Caliche Caroma.

Jueves pozolero

Francisco Goitia romantiza las grotescas apariciones de su niñez. Antes del viejo en el muladar estuvieron los paisajes con colgados. José Inés García Chávez (o Chávez García) envía pedazos de sus víctimas a los familiares, para que aprendan a respetar al Robin Hood de la sierra. En el mercado los vegetarianos se asustan con los cuerpos desollados de sus ancestros, cerdos asquerosos, ¿qué le hicieron a los pobres animalitos de la creatio ex nihilo? A ciento veinte el kilo de marrano, está fresca la cabeza. Tuércele el cuello a la gallina, toda viva, métela en el agua hirviendo, para que las plumas sean arrancadas con mayor facilidad.

El renacimiento uruapense en plena barbarie artificial. Los muy santos se sorprenden porque el de las hamburguesas no les pone tocino a las sencillas. Allá, en el lejano 2008, aún se podían leer los carteles de advertencia: "Te ba a cargar la chingada ijo de tu puta madre, fulanito de tal, nadie se mete con nozotroz, savemos donde bives, bamos por tu familia". Pero, por acuerdo entre los medios desinformativos y las autoridades, ahora ya ni eso. Noticia nacional, la creatividad de los encabezados: "Otra vez guacamole humano".

Aprenden a caminar sobre las brasas. Mientras conserven los brazos y las piernas, cargarán la cruz. Desde lejos, la ley observa, ¿qué será eso rojo que brota de los muñones? Los buenos días no se dan debajo de los puentes. Seguramente alguien dirá: "Estamos investigando". El fondo es esa tela semitransparente que sirve para despistar a los morbosos. Jamás sabrán de quién era la pierna sobrante. A esto se le llama puzzle en inglés, pariente pocho del mexicano pozole, aunque hoy es jueves y el cielo pega el grito en el suelo.

Pastiche con cebolla y cilantro

Al taco que
me hiciste
ponle salsa,
¿que si me pica?
Sí, me pica,
mas no mata el picor.

Besitos y pesitos

Todos somos buenas personas hasta que llega el día de la renta, o la cuenta del gas, la despensa se terminó. Entonces comienzan las diferencias, surgen las ideologías políticas y el dominio de las artes marciales. El amor vale oro, la amistad, plata. La bondad de la humanidad desaparece junto con el saldo de la tarjeta de crédito. Por eso los pobres son malos y buenos los ricos. De ahí que la bipolaridad sea una enfermedad de la clase media. El cielo, un fraccionamiento privado; el infierno, un multifamiliar. Dar limosna y asaltar.

Click como click

¿Qué sería de mi vida sin las fotografías? ¿En dónde quedarían las aventuras montadas, la alegría posada, las amistades del digan whisky? En la foto, el movimiento aparte; no me roba, yo le presto el alma. Tengo más fotografías que amigos. Los fotógrafos son demiurgos, historiadores y carroñeros. Me caen bien los fotógrafos que no hablan. Cuando muera, quiero que me retraten de cadáver entero, antes de la cremación y, una vez que el fuego me haya abrasado, fotos también del polvo que seré. ¿Colores o blanco y negro?

Chabacano

Te nombré Ciudad
y recorrí tu cuerpo
con un solo boleto
del metro.

Sobre el piar de los seres humanos

Con la simple observación uno se da cuenta de muchas cosas, si pone atención, claro está. Cada mañana salgo a pasear con Vainilla, perrita que se dignó a compartir la casa, que no es mía, conmigo. Aunque vivimos en una zona urbana, aún se escuchan los pájaros, pero, ¿qué se oye de estos pájaros, qué sonidos emiten?

Lo que escuchamos Vainilla y yo, en su mayoría, son píos, no sólo porque los pájaros de la colonia son pequeños, tamaño y edad, sino también porque son aves corrientes, como el gorrión común, que está muy alejado del trino y muy cerca del "chip chip". Está el extraordinario caso de las palomas confundidas, que en lugar de gorjear, graznan, pero éste es tema para posterior ocasión.

Lo que intento decir es que rara vez he escuchado pájaros emitir dulces voces por estos lares; a excepción de las máquinas de cantar, de donde sale alguna melodía más esporádica que frecuentemente, la tristeza del encierro sólo lágrimas produce, de las jaulas no esperes mucho.

He oído a los vecinos decir "qué bonito el canto de los pájaros", cuando están piando, o "esas aves trinan como los ángeles", lo que me lleva a pensar en San Tomás de Aquino, que en su "Summa Theologiae" le dedica muchas páginas a la ornitología celestial.

Más allá de lo que pueda decir yo, están los libros, por ejemplo, en el "Diccionario Crítico Etimológico Castellano e Hispánico", de Joan Corominas, en su tomo IV, se lee sobre la palabra Piar: "Onomatopeya de la voz de los pájaros". En el "Diccionario Larousse Escolar", que al parecer es el libro de consulta nacional, está escrito sobre la misma palabra: "Emitir su voz los pollos y algunas aves//Fam. Llamar o pedir con insistencia//Protestar". Las dos últimas acepciones las retomaré en el último párrafo.

Sobre cómo se produce el sonido en las aves, consulté el "Tratado elemental de zoología", escrito por Enrique Rioja Lo Bianco (et al), en este libro se explica que: "En el lugar del nacimiento de los bronquios se encuentra el órgano vocal o siringe, órgano muy característico de las Aves. La bifurcación de la tráquea y la primera parte de los bronquios, se dilata y origina una cámara llamada tímpano, en la que la membrana semilunar mucosa que la constituye forma un espesamiento a cada lado. En la unión con los bronquios se encuentra un repliegue llamado membrana semilunar, y en su parte interna la membrana denominada timpaniforme. El sonido se origina por la rápida vibración de la membrana semilunar. Distintos músculos modifican su tensión". Es decir, según la anatomía específica del ave será el sonido que ésta desarrolle, etcétera.

En fin, es un tema interesante, seguramente que algún ornitólogo podrá dar más luz sobre el asunto. Pero lo que quiero subrayar con mi plumón fosforescente es esta actitud correctiva, "no es así, es de esta manera" o "te equivocas", sin embargo, pocas veces tiene fundamento (la experiencia misma y/o las fuentes escritas) nuestro escarnio. Porque ahora fue el piar de las aves, pero qué tal si estuviera hablando de los humanos y dijera que todos cantan, pues rápidamente algún tenor o barítono, o incluso un cantante de covers, dirá que eso no es verdad, piará con encono. Sin embargo, sí podemos decir que todos los seres humanos se quejan y gritan, a excepción de los que carecen o tienen atrofiados los órganos necesarios para la emisión de voz.

¿Usted pía, canta, trina, grazna o nada más vuela?

ante meridiem

Qué bonitas las mañanas cuando me saludas
Dices hola y el sol es más sol y los pájaros pían
Buenos días quiere decir que no te has olvidado
Y que las tardes y las noches a tu lado sin estarlo.

¡Plop!

Así como existen cantineros a los que no les gustan los tragos, lecheros intolerantes a la lactosa, carniceros veganos, también hay críticos que no soportan la crítica.

Viejo gobierno de difuntos y flores

Ojalá que la Guardia Nacional no te agarre cuando salgas. Para que no te confundan con un fumador de cristal. La pregunta precisa (¿qué traes en esa bolsa?), la madriza perfecta, un disparo en la frente. Ojalá por lo menos que no sean federales. Ojalá que Obrador legalice la mota y ya puedas vivir en paz.

Genuflexiones verbales proctológicas

No sé porqué sinrazón leo terrorismo donde dice periodismo.

La crítica es un sol que brilla por su ausencia.

Se espantan del reguetón, pero perrean en su imaginación.

A veces, como las heces, los amigos salen del ano y huelen muy mal, y a pesar de la embarrada marrón y del asco que nos provocan, los queremos porque son parte de nosotros mismos.

¿Dónde estaban los de migración cuando los ilegales cruzaron el estrecho de Bering?

Si el XVIII es conocido como el Siglo de las Luces, el XXI debería llamarse el Siglo de los Apagones.

Estampitas

1. Ayer fui a una tienda de productos japoneses que se encuentra en la esquina de avenida Madero y calle Morelos, frente a la plaza Melchor Ocampo de Morguelia. Se anuncian como parte de una importante cadena nipona, pero todo lo que venden está hecho en China, no encontré ninguna etiqueta de Made in Japan.

2. La otra noche soñé que la humanidad entera se había extinguido, lo único que nos había sobrevivido era un disco duro con cientos de tesis universitarias de las carreras de filosofía, literatura, antropología, derecho, entre otras. Los seres inefables que aparecieron en mi sueño leían en voz alta los títulos de los trabajos universitarios de licenciatura, maestría y doctorado: "Una aproximación a las implicaciones socioculturales de los primeros cien capítulos del Chavo del Ocho en los nacidos en 1980 en el Valle de Chalco"; "Problemas de género en Ranma ½, crítica desde la teoría radical de Kate Millet"; "Octavio Paz y el derecho, aportaciones de la poesía paciana al artículo tercero de la Constitución Mexicana". Me desperté sudando.

3. Es curioso que muchos de los paisanos que se fueron de mojados (ilegales) a los Estados Unidos y regresaron de allá a la fuerza, es decir, fueron deportados, hoy se quejen agriamente de los migrantes que están esperando respuesta para entrar al país del anacrónico American way of life. Muchos de estos nacionalistas ("Quitan trabajo", cf. South Park) han radicalizado sus acciones a través del primer Minuteman mexicano. "No permitiremos que vengan a traer la delincuencia a nuestro país", han declarado varios de ellos.

1,973 millones de km²

Mi México Mágico está cargado de
sorpresas, balazos y borracheras
(200 mil armas vendidas al año)
Mi México Mágico defeca políticos,
poetas y líderes sindicalistas
("A tu nopal inclínase el rosal")
Mi México Mágico tiene poquita,
muy poquita memoria, casi nada
("Ni los veo, ni los oigo", 1994)
La muy poquita casi nada memoria
de mi México Mágico olvida los
vertiginosos giros que da la vida
(2 de febrero de 1848, Liberty)
Vida de perros dicen los gachos
pero qué culpa tienen los canes
de haber nacido en esta tierra
donde la culpa y los perros se los
echan a la primera muchacha que
pasa por la avenida y le gritan puta
por andar en minifalda y la atacan
no los albañiles ni los drogadictos
sino los abogados y los profesores
que dan clases en las universidades
más prestigiosas de mi México Mágico
(Primer lugar en violaciones de menores)
Mi México Mágico es reporteado por
periodistas objetivos que olvidan la
primera persona del singular y escriben
como les enseñaron sus maestros y
tienen sus "calumnias" de opinión y ahí
dicen la verdadera verdad del M. M.
M. M. es México Mágico aunque podría
ser Maldita Macana o Malvavisco Malo
("Hoy fue un día soleado", 1968)
Mi México Mágico tan lleno de lodo
y los camiones de basura recogen los
sueños de millones de meximágicos,
¿a dónde van a parar los restos acumulados?
(Casi dos mil fosas clandestinas, 2016)
Mi México Mágico resplandece cada día
un poco más, ya hasta parece fogata
(San Juan Ixhuatepec, 600 muertos)
¡Baila y canta, mi México Mágico!

A Deo rex, a rege lex (De Dios el rey, del rey la ley)

Ahora que los funcionarios hablan como profetas: salvación, creer en, purificación, fe, etcétera; y que la supuesta bondad de los partidos políticos aspira a la santidad, "nosotros tenemos la conciencia tranquila", "la paz sólo llegará por el arrepentimiento", "perdonamos a nuestros enemigos" y otros infundios religiosos; nada más falta que nos digan que los asesinados son los mártires de este proceso hacia la iluminación nacionalista. Eritis sicut dii (Séreis como dioses).

El camino del funcionario

Y Jesús de Veracruz preguntó a sus seguidores: "¿Hay vida después de las becas?". Nadie respondió, el ungido los miró con compasión, alzó la cara al cielo y pronunció estas palabras: "La respuesta es sí, hombres de poca fe, se llama burocracia y ustedes están invitados, no se desvíen del camino, que ya les llegará su hora". Los doce callaron, pero en su rostro nacía una sonrisa de alivio.

Oración a Inundathón

Te damos la bienvenida, ¡oh, poderoso y profundo Inundathón! Señor de las aguas negras, amo de lo pluvial y rey de los encharcamientos. Que tu paso por estas tierras pradosverdesianas sea igual o más terrible que en años anteriores. Los que vamos a morir ahogados, te saludamos y damos gracias por este bendito líquido que poco a poco, y a veces rápidamente, nos abraza, circunda y entra a nuestras casas para hacernos flotar.

Nada somos, nadamos junto a ratas y mojones, sumergimos los corazones y te damos gracias por la humedad ubicua que esta madrugada anuncia tu llegada.

Todo es tuyo, Inundathón, todo. Ven por lo que te pertenece. Mójanos, báñanos y recibe nuestros bienes materiales, una que otra vida y los lamentos vecinales.

Glup, glup, amén.

Equívoco

En Michoacán la lucha es contra la seguridad, todo este tiempo confundimos los términos.

Sí hace

Todos los días saco a pasear a mis dos perros, la Vainilla y el Pirata. La Vainilla va suelta porque es una perrita muy educada, pero al Pirata tengo que llevarlo amarrado porque se aloca ocasionalmente. Los paseos son dos, uno por la mañana, a las nueve aproximadamente, y el otro por la tarde casi noche, siete u ocho.

Es común que cuando voy por la banqueta y veo que viene alguien caminando de frente, me bajo a la calle para no incomodar. Algunas de las personas que me he encontrado en estos paseos le tienen pavor a los perros, en especial al Pirata, que está todo fuerte y cabezón. Entonces, aunque hago el movimiento antes mencionado, no falta quien se pasa del otro lado de la calle, en la acera contraria.

Hoy en la mañana sucedió de nuevo. Un señor cruzó hasta la otra banqueta y desde ahí me preguntó: "¿No hace nada?". Le iba a contestar como lo he hecho la mayoría de veces, "No se preocupe, no hace nada", pero respondí otra cosa, no sé porqué, sólo lo hice y ya. Le dije al asustado señor: "Sí, hace caca, orina, ladra, corre, juega, come como desesperado y también duerme lo suficiente para pensar que está muerto".

El señor se me quedó viendo, iba a decirme algo, se arrepintió, hizo el movimiento de negación con su cabeza y se fue. Nosotros tres, Vainilla, Pirata y yo, seguimos nuestro camino.

No-ser cuesta

Lo más terrible de la muerte está relacionado con el dinero, marcharse sin dejar cubiertos los pagos mortuorios es una grosería, como aquel que se sale del restaurante y obliga a sus amigos a cubrir su consumo. Nacer cuesta mucho y morirse no es para pobres. La mala voluntad del que se muere sin avisar, "que los otros se hagan cargo".

Cada persona, mayor de edad, debería liquidar sus gastos funerarios. Ser responsable del monto que, inevitablemente, implica el dejar de ser. Si todos nos vamos a morir, hay que ir ahorrando. Qué gran negocio resultó esto de irse a la chingada.