viernes, 28 de febrero de 2014

Genuflexiones verbales del pasado descompuesto

*Las hermanas se pierden y uno no se dará cuenta. Una vaca cruza la calle. El desperdicio de los helicópteros causa cáncer de espacio tiempo.

*Contrataron a un policía para que cuidara a sus hijos. Los violó y los tiró al río Grande el primer día. Es lo que yo llamo lo posible.

*Mentir para pagar el sexo que me dejó la mancha en el pene. El infundio como forma de vida, la teoría de la verdad no me importa, hipótesis.

*Eres la segunda persona, la primera fue Fray Servando Teresa de Mier. Tú escuchaste el sermón sobre Lupita, Servando escribió el sermón.

*Humo como destino, humo como camino, humo de la combustión que soy.

*Lo horrible y la noche, las balas, unos idiotas. Qué tristes elementos para hacer una historia.

Morirnos unos a otros como yo los he amado

  Lo mejor sería la pena capital para el total de la humanidad, si es que tanto nos gusta la muerte sirvámonos con la cuchara grande, que comience la matanza, de hecho ya comenzó con el huevo y la gallina. Pasar por cuchillo a los cuellos todos: con o sin corbata, femeninos o masculinos, homosexuales o lésbicos, extravagantes o conservadores, indefinidos o normales. Cuando los dioses y las predicciones de profetas misteriosos han fallado, cuando a la naturaleza no le quedan más fuerzas para terremotos-huracanes-inundaciones, cuando los meteoritos y los seres destructivos de otras galaxias quedan mal, entonces ha llegado, es hora de morirnos unos a otros, morir como ejecutar. Hay un problema, ¿quién exterminará al último de los asesinos? El tiempo es nuestro sicario, nosotros somos el tiempo, dentro de nosotros está nuestro propio verdugo.
—¿No sientes como que siempre falta algo?

—Perdón, no te estaba escuchando.

Paso a ti

Cuando estoy trabajando en hacer nada pienso en ti, y cuando las estrellas y la luna comienzan a empujar respetuosamente al sol, también pienso en ti. A la hora del hambre, que es casi siempre, pienso en ti. Y si me dicen que pensar tiene sus matices, los ignoro y pienso en imágenes en ti. En ti se forma un reino indestructible, en ti el mar es dulce, en ti cabe mi mundo sin aprietos, sin engaños. En ti escribo un poema que se niega a sí mismo, en ti toco una puerta siempre abierta, paso a ti.
Mundo infundio informativo
La cabeza cercenada y una bolsa negra
Que ruede para tomar vídeo
Tomar vídeo para que ruede
Tómese con calma
Jauría como educación
Ahí están los perritos huerfanitos
Allí están los gatos muy tiernos
Más cerca ahí que allí
A punto de que valga madres
Punctum
Fíjate bien los detalles
Punctum
El punto donde vale verga
Televisionarios y enredados sentimientos
Rap no es hip hop no es verso es trova
Las entradas y  salidas están tapadas
Es una manta de pistolas y mentiras
Que si la muerte de un cantante
Que si mi fotografía y un instante
Que tu novio tiene cáncer
Dices revolución como dices cacahuate
Hablas del amor como tirar la basura
Poesía filosófica y científica
Cosmopolita lata de frijoles pop
Visiones de un final que comienza
Destellos de una luz no caliente.




miércoles, 26 de febrero de 2014

  La familia está creciendo hipertrofiadamente, te estás haciendo padre sin tener hijos, la responsabilidad no pidió permiso y entró. Las sobrinas te quieren y tú tienes que ser ejemplo. Ejemplo de vida, el aprendizaje por repetición, el amor, la empatía, no se te olvide, no seas gacho con la alteridad, no se te olvide jamás tender tu mano solidaria a los tuyos, ¿a qué más venimos a este mundo? Es difícil, lo sabes, para ti nada fue fácil. Y las peleas de tus hermanas con los irresponsables maridos, el dinero para comer, el trabajo que no te gusta, las mujeres que amas, el país hecho una mierda. Y la sonrisa de las niñas en la mañana, qué sonrisas, tú ya sabes qué hacer, no te rindas.
  Falleció en un accidente inexplicable, los periodistas están furiosos, cómo explicar lo inexplicable, labor de erudito, falta de imaginación, sobrada la razón. La fuga, el petróleo, Europa, los niños pobres, la comunidad, ya no piensa en estas cosas, bueno, nunca pensó, creyó, creía que sabía pero en realidad sólo tenía opiniones de las cosas, así dice el filósofo, no tengo los argumentos suficientes para desmentirlo, sólo soy un mal narrador, ni poeta ni cuentista, y al final es cierto, no tenemos certezas. Murió sin tener certeza de nada, ni siquiera de su propia muerte, que no tiene explicación.
Cuando el cielo sea rosa todo habrá terminado
Pero hoy el azul terrible refleja nuestros miedos
Lo profundo del arriba se nos viene encima
Cuando el cielo rosa esté los demonios reirán
Y las nubes transparentes ya no serán misterios.

Imelda Servín Romero

A veces, pocas, deseo que la muerte no exista. Es algo inexplicable, me como un taco de frijoles y queso junto al fogón de doña Imelda y la vida toma sentido, la teleología mía se encuentra en una cerveza fría y también en tu sonrisa, sí, claro, es tu sonrisa y esta hambre de ser, el vaho de dios verde, el transcurrir de un zancudo. Sé que la muerte está ahí, siendo, yo soy la muerte, yo soy la vida. La salsa de molcajete para el taco que se muere y vive en mi boca.
Mi riqueza está en las piedras y en el agua fría de tu boca.
  Es la montaña, eso es, y tu mirada y los esporádicos abrazos, la que me da salud y paz. Los ojos tuyos ya no puedo dejar de mirarlos, hasta los semáforos en rojo me hablan de ti y choco aunque carro no tengo, cómo choco. Es la montaña, eso es, eres tú. En la ciudad y en el campo, en todas absolutas partes te recuerdo. Es la montaña, eso es.
En el corredor de mi vida las macetas no pasan desapercibidas.
Suspendo momentáneamente el suspenso
Suspiro sobre el vacío de la taza del baño
Y el vaso de agua de naranja con un Carlos adentro
Flotando muerto con las alas mojadas
Se confunde el recipiente mortuorio
Y el contenido asqueroso es líquido hepático
A veces pasa con la tabla para las nalgas
Duele saberse y creerse y tomarse en serio
Calderón de la Barca escupe sobre la mosca
¡Arriba las manos, esto es un sueño!
  ¿En qué está pensando usted? Navajas baratas para rasurar con pequeños pelos y espuma de jabón neutro, yo no pienso, actúo, una señora de buen ver cruzando la calle con su bolsa del mandado repleta de sopas instantáneas, pensar es perder el tiempo, el teatro antropocósmico y los hongos rojos, la praxis, es mejor la praxis, perros calientes con calcetines, la dialéctica, el santo con sombrero y el doctor en filosofía alemana, una canica, millones de agujas lloviendo sobre un jardín de niños, epistemología de un vaso de agua, la güera de la esquina, el papel del baño que no hay, poesía mexicana del siglo veinte, estoy pensando en usted pensando, juntos somos la consagración del espíritu del agotamiento mental.

viernes, 21 de febrero de 2014

Sinestesia de la esperanza: A

  Te amo. Estoy asimilando esta historia tuya y mía, pero por favor, te lo ruego, no me hagas el personaje de una historia de desprecio y misoginia, la novela fácil de amor barato no debe ser tomada como ejemplo, como paradigma explicativo del que te quiera un chingo y que no te haya buscado en días, Días, los más importantes, los únicos que nos quedaban, que nos quedan. Este es mi llanto, escúchalo. Huele las sábanas, pregúntale al desayuno, a la regadera, interroga a tu computadora antes de que se vaya (y si ya se fue pregúntate a ti), pídeles su opinión, acaso no son ellos, ellas, las cosas, testigos de nuestros simposios espontáneos. Construimos algo bello, sublime, no la secuela novelesca del típico monstruo fálico ordinario que describes con tristeza y coraje, esa historia, te lo aseguro, no tiene nada que ver contigo y conmigo, con ese manto del nosotros. No estuve contigo, ni tú conmigo en ¿cuánto? ¿Dos semanas? ¿Una y media? ¿En tu cumpleaños? ¿Pequé por omisión? Lo acepto, soy culpable, también soy cristiano y me apasiona el fútbol, te faltó decir. Mujer, mujer hermosa, déjame hablar y decirte, déjame ser un estúpido, pero acepta mi historia, no como verdad absoluta, sino como algo verosímil. Recuerda que nuestro Bosque está hecho de literatura al aire y yogur con galletas, de vasos de agua y boleros, su estructura es amorfa, como la de los verdaderos bosques, ‘los bosques de tus axilas’. Somos hijos de Goethe porque nos apasionan los territorios prohibidos, somos románticos anacrónicos. Lo que estaba más allá de nuestro Bosque no debía importarnos, eso lo hablamos la primera (emocionante y preciosa) noche que estuve en tu casa. Los días que no estaba contigo estaba, muchos días y noches y tardes, buenas tardes, más de los que estuve presente presentante, fueron tantos las ausencias esas que ahora se volvieron contra nosotros en la recta final de nuestro paréntesis, el paréntesis Ensenada-Morelia. A partir de ese momento del afirmamiento del ‘yo te quiero’ (pues ya rondaba por ahí ese Cupido chichimeca desde los días playeros donde noté que existías) las horas se convirtieron en una cuenta regresiva para volver a verte. Las Horas, madres de los minutos que son las tías de los segundos, tataranietos de los años. Se me averío el cronómetro, discúlpame por eso, perdón, perdón, perdón. “No me pidas perdón, no pasa nada”. ¿Recuerdas? Sigue aún en la ausencia, esta ausencia por la que tembló en tu cuerpo, y en el mío el tsunami hundió lo que de habitable había, mi amor por ti, y seguirá, en ‘la ausencia de la percepción fáctica, del siempre va a ser esta manera, de la manera del estar’, del tener conciencia clara de lo que ahí está, te tengo, te atrapé dicen los niños jugando a los encantados, seguirá ahí, mutando como la vida. El hongo alucínate de nuestros abrazos. No dejé, ni he dejado, ni creo que dejaré de pensar en ti. Ni pienses tampoco que no te voy a buscar, te equivocas, compréndeme acá que me cuesta y estoy asimilando eso de la ausencia, cuando escribo esta enredadera semántica lo hago para los dos. ¿Te das cuenta que todos estos referentes están hechos sólo para ti, para mí que ya soy tú? Territorializamos el mundo, hicimos mundo, empezamos en tu cuarto y terminamos viviendo en una canción. Total. Piensa en los planetas desconocidos, en las exploraciones espaciales y sus descubrimientos acuíferos. Sorprendente no es, aún en la distancia de los planetas y las galaxias hay amor, y eso va para mí primero, y por supuesto para todo el contenido físico místico del pronombre tú. Demócrito nos casó hace dos milenios. Imagíname, porque eso es lo importante, imaginar, en una historia donde mi cuerpo de amaranto se desintegró en pequeños amarantitos, y que toda la pulpa de mi pulparindo ser, con toda su fuerza de ratitos, no podía pegar esos pedazos del ir por ti. No pude contestarme la pregunta del qué hacer, aún no lo hago. Les sorprende a todos que haya agua allende las embotelladoras y las presas artificiales. ¿Sorprenderme?, que no soy y sí soy como los otros: el que te ame en la distancia de las carreteras nacionales pero que no te tenga cerca de mí para ir y abrazarte como lo hago, como no lo hice, me pone mal y traba el accionar, de por sí ya dañado, de mis pseudos pensamientos. Por eso no acepto que me culpes de haberte dejado de amar en la triste distancia de unas horas, acepto que me digas pendejo, puto, por haber sido un cobarde y no haberte buscado, pero dejarte de amar, ahora, ahorita, aquí, no. Te amo. Te abrazo con mis ganas y la jodida nostalgia adquiere fuego con este anhelarte, se quema y de mierda que hago, hago oro. Pero es oro negro y no es petróleo sino noches contigo. Porque en nuestro bosque siempre es de noche, ahí hacemos nuestros aquelarres, y también hablamos con los espíritus sagrados de nuestras caricias. Estos espíritus tienen que recibir ofrendas de ambos para seguir manifestándose. Vivo en la etimología emotiva y hebrea de tu nombre en mi cabeza, retumbando con el Génesis y el Éxodo, porque fue mi éxodo el que te volvió lágrima. La ausencia mía fue el ensayo de próximas ausencias, si quieres miéntame la madre aquí ¿Que quería dejarte? ¿Hablas del ya no te importo? Sí, soy un hijo de vecina y peor aún, un gañan que se divierte maltratando corazones a su paso (suena a canción), pisándolos como cucaracha con alas. Permíteme otro PERO. Yo, en mi imperfección medio consciente: El irresponsable miedoso que no supo que no sabe, que deja de intentar porque el tanto ensayar ha hecho de mí una caca, sentimentalmente obrando. Me desplumé. Ave tonta soy, me estrellé en el parabrisas de mis consecuencias. El tipo que deja a la muchacha que le entregó su cuerpo, aquella que le dio la banda sonora de varias experiencias SUYAS suyas, ésa que pudo tallarle la espalda, la de la puerta y la ventana siempre abierta, ese tipejo soy, mas no quiero ser el personaje nefasto que no te ama ya. Te vas, y hasta hoy me cayó el cincuenta, el cien, el doscientos por ciento de tu partida. Soy débil como bolsa supermercado. Rompo esa estructura reciclada que cubre mi descarnación y mi sangre infecta, y quedo desnudo. Ante ti, masoquista de la ternura. Junto a ti en la presencia de tu ausencia, y tú estás siempre con ella. Pleonasmo afectivo de una creatura de tamarindo y amaranto que intenta hacerse a la idea de que te vas. Ahora tu ausencia será penetrada con el falo de mi recuerdo, y será la escena de erotismo con más amor que jamás ningún literato famoso, o no, hubiera siquiera olfateado. Porque el amor huele, y huele a ti. Jamás te he dejado desde que te tengo. Crees que no te quiero ya, ¿eso has sentido? Ya no la hagas, nunca me fui, ¿qué no me sientes? ¿Cuáles fueron esos motivos que te di? ¿La ausencia sólo fue mía, de mía sin ir yo, no fue tuya también, de ir tú conmigo? De venir. Devenir. Juntos, aún. Esto es esperanza. Y la salsa y el baile frustrado nada tienen que ver, eso es un chiste, y me río junto contigo en este tráfico de palabras que sólo quieren decir, de nuez, te amo.
Bouboulina, ¿por qué te dejaste matar?
Tan bella que eres y eras
Revolucionaria madre salvadora
Dadora de leche santa
Un americano tu recuerdo hace
Juana, Rosa, Hildegarda
¿Qué tal te llevas con ellas?

Lodo y angustia

  Veo los ojos grises que me miran tristes, camino por la avenida del Progreso, parece que la gente ha llorado mucha sangre por estos lugares, cansados, tal vez, de estar parpadeando para que no se haga costra, rotos los ojos que me miran y el maldito Carlos Cuauhtémoc Sánchez se cogió a su princesa mientras yo escribía esto en mi cabeza, porque también hay escritos mentales como hay fotografías mentales. Filosóficos mirares por estos andares, ojos que me hablan con las intermitencias del silencio frío de la incertidumbre, enfermedad que ha atacado a todo el mundo, y los veo y me mortifico. Su mirada es una canción fúnebre, siniestra, es la mirada de la calle, de la multitud que corre desordenada aparentando que tiene algo por hacer. Cuando digo calle no me refiero al animismo. Recuerdo que cuando hay vidrios las moscas parecen tontas y ahí perecen, en el cementerio del reflejo de luz. Las moscas y la gente o las gentes y la mosca, la sintaxis del desdoblamiento es la angustia, no Agustín sino la angustia, esa que corre por los caminos subterráneos de cualquier ciudad, la que acompaña a los pedazos marrones y a las ratas enormes que a veces se dejan ver, pero no en los ranchos románticos de los truenos y gritos. Es mi hombro angustiado, mi cabello en mi hombro, porque tengo el pelo largo y mi pelo toca el hombro que es mío y es ella, la angustia. Tengo miedo. La Muerte me angustia, la comida me angustia, la televisión me caga y ahora estoy sucio y angustiado. Hay muchas i griegas, ya lo he dicho en otras lápidas desordenadas e intempestivas, más allá de los cementerios literarios estoy yo, angustiado, ojalá que haya imitadores de Alá, para que no se angustie mi tío. Sé que es mi muerte y que mi tío acaba de ser deportado de los Estados Unidos de América, sé que es mi muerte porque es mi vida y no hay otra cosa más segura que un pellizco. Le pregunto a mi tío sobre los dólares que trajo pero no trajo nada. También sé que nada me pertenece y que hay estados más unidos en América que los que están en el norte, la existencia es una palabra-puente y mi tío la cruzó por debajo, por el río cochino de mierda y angustia y ratas y muertos mojados. Dicen que ni los perros se arriesgan tanto, ¿qué palabra no es puente y por qué odiamos tanto a los perros? Los ojos grises y tristes ya no miran el hombro, la boca ya no habla porque le falta la lengua. Ahora el macho silencio le ha hecho el amor a la femenina nada. De lodo estoy hecho, no me eches agua, no tanta agua, tierra en los ojos mezclada con agua, quiero ser barro, adobe. Ladrillo, pero soy fango de pantano podrido.
Sudabas cuando lavabas la ropa,
la azotea era tu paraíso,
el destino así lo quiso.

Tu marido se drogaba en el patio,
veía a tus hijas que no eran suyas,
dudaba y tú sudabas
mientras lavabas la ropa.

El amor es asunto de otros cuentos,
aquellos en donde la servidumbre
lava la ropa y tiende las camas.

Sudas en esta oficina,
un gordo te pide pruebas
y no sabes qué decir,
tus hijas violadas y muertas,
el marido ya no está
y la ropa sucia te espera.
  No soportaba la quemazón, el dinero le picaba las manos, los huevos con comezón. Se lanzó a la Zona, pagó una, luego otra y otra más. También pagó a algunos cuantos. Condones, lubricantes, nalgas moradas, borrachos, policías, cinturitas, esa larga y terrorífica lista que describe a la prostitución y a sus personajes. Escohotado tiene un libro sobre la prostitución, se acordó, Rameras y esposas, creo que así se llama, se dijo a sí mismo mientras veía cuánto le quedaba. Las tetas no papi, son doscientos más, le dijeron varias veces. El cuatro letras olía a heces y a desinfectante. Al mes siguiente compró eritromicina porque era alérgico a la penicilina.
  Griegos que montaban bellos caballos y se peleaban entre ellos para salir en los libros de texto gratuitos. Judíos que se sentían esclavos y justificaban el asesinato para poder erigir un templo a su dios salvaje. Gringos que se sentían bellos como la belleza de una bala en la cabeza de un niño. Japoneses que comían delfines y se encontraban en el mundo del fin del mundo de Sepúlveda. Mexicanos que comían tacos de democracia con chile católico. Musulmanes que querían ser supermanes. Morelianos, qué asco. Franceses que olían a perfume sangriento y colgaban cabezas humanas en sus plazas públicas. Ingleses que confundían el colonialismo con el altruismo. Que todo esto se acabe, que todo esto se acabó, en este texto que tiene muchos que, ¿por qué?

Tú mamá ya lo sabe

La putita más puta, perrita faldera con su bolsa del mercadito, zorra, ¿cómo te ha ido, desgraciada? Veo que muy mal, no se te quita lo fea y tampoco lo pendeja, mira nada más con qué garras vienes, son de Moroleón ¿verdad? Anda, pásale hija de la chingada, que te diviertas.

Mamá ya lo sabe, es jueves y la entrada no se cobra, dos por uno hasta las dos de la mañana, disculpa pero la entrada es por Aldama, estamos remodelando este burdel. La máquina de humo trabaja muy duro, olor a aceite de bebé mennen, manteles de muy mal gusto, hace juego con el outfit de estas locas, luces de colores que te violan los ojos, ¡qué rico! La invención del estilo, el desfile, el culodromo, jamás dejarás de sorprenderte, filosofía de los antros del arcoíris, el flujo no para, por eso es flujo, Heráclito se puso tetas y se corto la verga, ¡trae una loquera!

La verdadera belleza está en la estructura ósea, en el esqueleto, mira a esa cachonda, su parado es perfecto, no está operada pero se ve que le atora duro al ejercicio. Imitadores de machos decimonónicos, comenta un hetero, eso es lo que son las lesbianas machorras que hay aquí. Este mismo hetero le chupa el pene a un chacal chilango que está inflado mas no mamado, ¿por qué te tardaste tanto en el baño? Es que había una colota.

Encima de las mesas, que parecen desocupadas y que están alrededor de la pista, hay una servilleta con la palabra RESERVADO, hay que atreverse a sentarse, romper la barrera, ser como el enemigo, cazar pero sin matar, la diplomacia y la propina, pensar que “el mesero es más cabrón que yo pero me lo haré cuate para que la chela llegue pronto”.

Tachas, todo el mundo quiere tachas. La dj es una muchacha que la hace gacha, en la pista hay muchos aterrizajes forzosos, nadie sale lastimado, no pasa de una broma ácida, un apodo maricón, un elegante desdén, un piquete en el culo. El ambiente se calienta y es imposible platicar, además para qué platicar si lo que importa es bailar. Bailar y tomar y fumar, mamar y fornicar, vomitar y volver a empezar.

Son las dos de la mañana y la chela ya no cuesta a quince, de repente la maravillosa, hija de su puta madre, imitadora, anuncia que sólo por cinco minutos más las cubetas de cervezas estarán en promoción. El mesero desaparece misteriosamente, llegar a la barra es una odisea rosa, pellizcos amistosos, empujones eróticos, se acabó la promoción. Las dos últimas negras cervezas que le ponen fin a esta noche madrugada, la atmósfera romántica de Pancho Barraza se queda atrás, hasta el próximo jueves, cuando las estrellas rosas se reúnan de nuevo y la magia haga lo suyo.

Instrucciones para matar a Juan Pablo en un segundo

1. Tome el camión con mucha agua.
2. Busque católicos negros con cáncer y mézclelos con muchos musulmanes fundamentalistas.
3. Prepare su arma.
4. Viaje a Roma.
5. Arrepiéntase de sus pecados.
6. Regrese a México y viole a la hija de un carnicero.
  Estaba pensando y después tuvo una erección. ¿En qué pensaba el presidente? ¿Dejamos de pensar durante las erecciones? El presidente declaró la guerra a las drogas en el evento que se celebraba en palacio de gobierno, luego entró al baño. El presidente se metió el dedo en el culo, se sacó un poco de mierda y se olió el dedo. Salió del baño sin lavarse las manos. El presidente puso su mano sobre la constitución. El presidente tocó la mejilla de una niña. El presidente besó la mano del arzobispo. El arzobispo apoyó la propuesta del presidente.
  La ciencia ficción del ahora provoca mareos en el público fortuito, a pesar de que ya nada nos sorprende nos sorprende, este género trata de lo degenerados que somos detrás de las apariencias, del gusto por lo perverso a la hora de andar los caminos del sentido común, en síntesis, la ciencia ficción del ahora, o del espacio interior, trata de la lógica laberíntica del instante inexplicable que nos atraviesa.

martes, 11 de febrero de 2014

No es nuevo comenzar
Arrastrando contratiempos
Fastidiando a los amigos
Cometiendo pendejadas
Arremetiendo contra el tiempo
Bañándome de muerte
No es nuevo
No es comienzo
Solamente soy yo siendo
Pisando la cagada
Apestando el cuarto
Sangrando la taza
Pellizcando el bolillo
Inundándome los ojos
Raspando las rodillas
Mis rodillas
Mis ojos
Mis caídas.
  Las estrellas brillaban intensamente mientras el viejo contaba su historia, parecían estar atentas a lo que el hombre decía, como si les brillasen los ojos, ignoro si las estrellas tienen ojos. La historia del viejo era sobre ballenas, acerca de las pocas ballenas que sobreviven en los mares que les hemos robado. Era una historia triste, muy triste. De repente, el viejo dejó de hablar y una estrella fugaz cortó el cielo. Le pedí que siguiera con su narración, pero no quiso, dijo que las estrellas estaban tristes y que pronto el cielo se nos vendría encima, porque cada estrella fugaz es el espíritu de una ballena asesinada. Me quedé toda la noche observando el firmamento.
  Jugo de naranja con manzana y plátano, por favor, me lo llevas a la mesa. Algo más, pregunta mi voz que es otra voz. También quiero la paz mundial y un poco de sal, responde mi otra voz que es mi voz. Pero para qué quieres la paz, se acabó el espacio, es decir, ya no hay mesas, ni sillas, mucho menos tiempo. Cómo que para qué. Con la paz no se consigue absolutamente nada. Como para que mi cuerpo, que piensa, siga teniendo muchas voces. Entonces el cuerpo es una comunidad de voces organizadas. Ya que estamos hablando y somos la misma persona, podrías pagarme lo que te presté ayer, podrías pero no quieres, podría pero no fío. Recuerdo a Heráclito con lo que dices, con lo que digo, con el río, dijo, dices fluye, dicen guerra, dirán que estamos sobrios si no abrimos la boca. Sigue tomando mezcal, ya ves lo que pasa. El jugo, recuerda al jugo raro que te tomas en San Juan. Te refieres al dinero, es la típica disyunción, verdad o mentira, pregunta retórica, respuesta poética. Sabes, ya no se me antoja el jugo de naranja, ahora quiero tu sangre con manzana y plátano. Mi sangre. Hablas como si fueras dos y eres uno o menos que uno. Café color madera con leche, Francisco Tocino pintó cuadros que fueron rechazados por no ser lo bastante anti realistas, sin azúcar. Y luego. No te dejaré propina.
Un anarquista místico perdido en la niebla de Dios.
Dios que obedece mandando,
lugar común donde Unamuno se enoja.
El sentimiento trágico de Orfeo el perro.
Eugenia, bella y orgullosa niebla.
Guapa Eugenia, cásate, dice la tía.
Don Augusto, el amor, los hijos, la madre.
Un hueso atorado en la garganta.
Estar enamorado o no estarlo.
Niebla, neblina, humo, vapor.

De fechas, herejes y contrarrevolucionarios

  El doce de diciembre de mil setecientos noventa y cuatro, Fray Servando Teresa de Mier, de la orden de los Predicadores, pronuncia un sermón en el Tepeyácac (Tepeyac), lugar favorito de Tonantzin, Juan Diego, Marcos Cipac de Aquino, Boturini, Herzog y la india María. En una dimensión temporal paralela es mil novecientos ochenta, Cuba y el resto del mundo están al pendiente de la próxima película de Sylvester Stallone y faltan cincos años para que un terremoto sacuda al ombligo de la luna, en este mismo año Reinaldo Arenas se embarca en el Mariel, su destino es (los podrídotes) Estados Unidos de Norteamérica. José Servando de Santa Teresa de Mier, Noriega y Guerra, no se lleva bien con la Santa Inquisición. ¿Dónde está Servando? España, Francia, Roma, Portugal, Estados Podridos de Norteamérica, Cuba. Arenas es cubano, Teresa de Mier es mexicano. Exiliadas y escapistas vidas las de ambos escritores. ¿Vivir es escaparse? En mil novecientos noventa Arenas se suicida en Nueva York. No hay diferencia entre el comunismo y el capitalismo, silencio forzado frente a gritos ignorados, la libertad es una fantasía y un pretexto para el asesinato. No hay diferencia porque no puedes hablar, no hay diferencia porque nadie te escucha, aunque grites muy fuerte. Reinaldo Arenas es el autor de El mundo alucinante, novela sobre la vida y los periplos obligados de Teresa de Mier, el fraile que se atrevió a dar una nueva interpretación de la aparición de la Virgen de Guadalupe, esto es un crimen imperdonable, la iglesia católica tenía que castigar. Tomás de Aquino estaba involucrado en esta ofensa al culto de la guadalupana. Tomás ya estaba más que muerto para finales del siglo dieciocho, llegaría a ser Santo Tomás de Aquino. Teresa de Mier da su ofensivo y famoso sermón y se gana un viaje a España, viaje muy accidentado. San Juan De Ulúa, hotel de cinco estrellas, castillo de la esperanza, el porvenir es una cárcel. Finales del siglo dieciocho, principios del diecinueve. Esta época antecede a ese mediatizado y nacionalista quince, o dieciséis, de septiembre de mil ochocientos diez y es posterior a los agitados y guillotinistas acontecimientos que se desataron en Francia, todo en nombre de los valores universales: Igualdad, Fraternidad y Libertad. Total carencia de los anteriores para nuestros amigos, Servando y Reinaldo. Perseguidos, cazados, buscados. Reinaldo ya estás en fuga, corre, ya regresas, por ahí no, te agarran, encerrado, meten cosas en tus entrañas, un tubo, un palo, un pene; Servando, te quiebras la mano, caer mal, caes mal porque no te conformas y eres la víctima de esa bestia monstruosa que se llama envidia. Reinaldo, ¡ten cuidado chico! El Morro, gran hotel. Servando, el proceso-curso de los acontecimientos te hará diputado y después un momia que muestran en las ferias europeas. Memorias, apologías y muchas lágrimas tragadas. Dos libros: “Memorias”, Fray Servando Teresa de Mier, ed. Porrúa, 2 tomos, México, 1971 y “El mundo alucinante”, Reinaldo Arenas, ed. Tusquets, México, 2003.

Está cerca y sin cercas

  La montaña está cerca, vamos allá, a lo mucho veinte minutos. Pero no estará ahí por mucho tiempo, ¿o si estarás? No estará ahí para todos, sólo estará para unos cuantos, estará siendo destruida poco a poco, vampiros capitalistas que somos. La mayoría de las personas, los más, lo impersonal de la mayoría, olvidamos que debemos proteger nuestras zonas verdes, hablo como si fuera profeta ecológico, como si supiera de lo que hablo, me han dicho que quieren matar a la montaña, hacerla casas y centros comerciales, que sea rentable. Es el mal retórico del la civilización. La civilización de lo desierto está comiéndote las faldas y chupa velozmente tu sangre-agua, montaña, tú no necesitas una mayúscula, tus sustantivos son sencillos, no personales, sí brutal como fuerza incontrolable pero admirable, sube y baja, anda agachado, tienes que mojarte, botas y chamarra, los caminos que se inventan una y otra vez, las espinas para la falta de atención, la telaraña y el hoyo misterioso y profundo, ahí se bifurca, una barranca, una piedra como huevo prehistórico. La montaña está triste porque lo urbano se aproxima, pero está firme a pesar de esto. Mahoma, no la molestes, ¿qué te hace la montaña? Te hace feliz, purifica el aire contaminado de tu aliento, baños de cerro para cualquier enfermedad de espíritu, la montaña está cerca y es tuya y es de nadie, para qué esas cercas en la montaña, para qué poetas en la montaña, para qué. Para ver, para amar, para escribir, para vivir. Un millón de verdes, no el verde sino los verdes, muchos verdes que se sobreponen unos a otros, unos fuertes, otros suaves, aquellos de allá son casi azules. Y de repente, un rojo, un pájaro amarillo, un venado, una serpiente acuática que le enseñó a Cristo a caminar sobre las aguas.

  Río a Túmbisca, desviación a Ichaqueo, cuál agarrar, decidir, la democracia no sirve en el bosque, perderse también se puede, perderse también se vale, árboles, caminos de arrieros, caminos de brea, se me cayó el celular, sigue, no pares, río abajo, río arriba, la creciente que arrasa con todo, despeña la peña la piedra hacia ti, ten mucha viveza no te vaya a partir la cabeza en pedazos, aquí no hay farmacias, ten cuidado, en San Miguel hay mezcal, la tienda azul con su banca por fuera, la señora Servín Romero se ríe porque nos acordamos de su nombre y nos burlamos del edificio inclinado que demuestra la falta de pericia de unos ingenieros ebrios y los malos negocios del gobierno. Cae la tarde, nos despedimos con muchos tragos de mezcal, adiós, hasta luego, buenas tardes, buenas noches, cuánto le debemos, a ver, qué y qué fue. Las luces nefastas de la ciudad aparecen, allá un semáforo, se acerca un niño al carro, ¿le limpio el vidrio?, pregunta a nuestro conductor, ¿le limpio el vidrio?, ¿de dónde eres?, de allá arriba, ¿de San Miguel?, sí, está cerca, bien cerca.

Tartamudeo

  Vamos por partes, atascarse es una opción que se descarta, quitar las cartas del pasado como si fueran las hojas de la margarita aplastada que encontré en el libro de Lowry; quitar las cartas del pasado significa que nos olvidemos de las noches y los días en que caminábamos, sí, olvidar ese confuso trayecto. Respecto a la calle, tiene hoyos profundos en donde te caes con todo y cartas, ley física y correspondencia que se acumula, ¿quién es Alberto? El volcán también los tiene, no sólo uno, sino varios hoyos con ovarios. Retórica confusa, así me dijo un duende con chaleco color azul marino, fue ayer, en la fiesta con fogata y conjunto norteño. Se refería a estas genuflexiones en donde pongo mi corazón sin querer ser poeta, músico o taxista. Lo único que quiero es que me duela poco. Digo poco mas no quiere decir que estoy cansado. Mujer, soy un acento y el corrector de estilo nos vigila. Mujer, yo, bueno, yo...
  Es tan fácil tomar las palabras prestadas, llenarnos la boca con frases hechas, pavonearnos con la inteligencia ajena; los otros están ahí para nuestro servicio, citar es una forma de escribir, aunque sin mucho esfuerzo.

No recomendarás libros ajenos

Esto que aquí se lee es una lista de libros para que sea ignorada como la mayoría de las cosas-letras que un intento de escritor menciona-recomienda a sus posibles víctimas. Disfrútenla con todo y menosprecio propio. El orden numérico no equivale al valor intrínseco del libro. La lista y la mensa sólo contienen título, autor y una significativa cita de la obra, id y malversad en paz:

1. El guadalupanismo mexicano, Francisco de la Maza: “Este modesto ensayo historiográfico es para intelectuales y no para el pueblo. Quien crea o diga que puede causar un mal en la fe religiosa de los mexicanos, o se equivoca o miente. El vulgo no puede leer ni siquiera novelas, menos erudiciones históricas”.

2. Grandes errores, Nigel Blundell: “Uno de los actores de Welles desempeñó el papel del presidente de los Estados Unidos y advirtió al pueblo americano contra los peligros del pánico. El programa terminó con un locutor que, desde la cúspide del rascacielos de la CBS, gritaba que Manhatann estaba siendo invadida. Su febril relato se transformó, al final, en un grito ahogado”. 

3. La muerte en Venecia, Thomas Mann: “La extraña embarcación, que ha llegado hasta nosotros invariable desde una época de romanticismo y de poema, negra, con una negrura que sólo poseen los ataúdes”. 

4. Crímenes ejemplares, Max Aub: “Lo maté porque me dieron veinte pesos para que lo hiciera”. 

5. Hay que aullar con los lobos. La singular veracidad de los dichos sobre los animales, Vitus B. Dröscher: “En realidad, la paloma no es el ejemplo característico del pacifismo, sino de la incapacidad corporal de causar daño a otra paloma”. 

6. La invitación, Juan García Ponce: “—¡Huevones, hijos de la chingada, puros culeros, eso lo que tengo por hombres, culeros y maricas!, ¿qué hacen aquí perdiendo el tiempo? La noche está llena de incendiarios. Tendrían que estar en el cuarto de patrullas esperando órdenes. ¡Aquí sólo se necesita la guardia, no una bola de putos contándose pendejadas! —se escuchó gritar en ese momento”. 

7. Ensayos, Miguel de Montaigne: “Nadie está exento de decir vaciedades; lo desdichado es proferirlas presuntuosamente”. 

8. Alternativas, Ivan Illich: “Arraigado en una tradición, ya sólida en el tiempo de los enciclopedistas, el hombre occidental concibe al ciudadano como un ser que ‘pasó por la escuela’. La asistencia a clase sustituyó la tradicional reverencia al cura. La conversión a la nación por medio del adoctrinamiento escolar, sustituyó la incorporación a la colonia por medio de la catequesis”. 

9. Gargantúa y Pantagruel, Rabelais: “Entonces, de un golpe, le tajó la cabeza por entre los dos temporales, partiéndole por medio el cerebro y el cerebelo, que se abrieron cayendo como un bonete doctoral, negro por abajo y rojo por arriba con lo cual cayó en tierra muerto también”. 

10. Rubayait, Omar Khayyam: “¡Ah, quién pudiera crear el mundo de nuevo, y obligar al encargado del libro del destino, a inscribir nuestros nombres en otra hoja sin tacha, o a borrarlos por completo!”.
No saldrán pagos,
estoy triste.

No saldrán pagos,
los pagos,
delincuencia.

No saldrán pagos,
los pagos,
delincuencia
como modo de vida.

Insisto en la muerte,
la muerte de la burocracia.
  Tratado acerca de la prostitución deportiva que se practica en los baños de las escuelas públicas cuando los maestros de inglés dicen God. Con la disposición obscena de las obras artísticas llamadas nalgas se abrieron muchos museos. El museo es el cementerio de la cultura. En la secundaria te llevan a los museos cuando se les acaban las ideas a los profesores. Cultura sólo hay una, como México no hay tos con flemas. La gripe de la maestra encerrada ha contaminado a los pobres presos, ¿y el número nueve? La educación es satánica y el diablo es feminista. Se regalan gatitos, todos se llaman educación. De ahí la protección a los animales: preescolar, primaria, secundaria, preparatoria, licenciatura, ingeniería, paletería, maestría, doctorado y homosexualidad.