martes, 11 de febrero de 2014

De fechas, herejes y contrarrevolucionarios

  El doce de diciembre de mil setecientos noventa y cuatro, Fray Servando Teresa de Mier, de la orden de los Predicadores, pronuncia un sermón en el Tepeyácac (Tepeyac), lugar favorito de Tonantzin, Juan Diego, Marcos Cipac de Aquino, Boturini, Herzog y la india María. En una dimensión temporal paralela es mil novecientos ochenta, Cuba y el resto del mundo están al pendiente de la próxima película de Sylvester Stallone y faltan cincos años para que un terremoto sacuda al ombligo de la luna, en este mismo año Reinaldo Arenas se embarca en el Mariel, su destino es (los podrídotes) Estados Unidos de Norteamérica. José Servando de Santa Teresa de Mier, Noriega y Guerra, no se lleva bien con la Santa Inquisición. ¿Dónde está Servando? España, Francia, Roma, Portugal, Estados Podridos de Norteamérica, Cuba. Arenas es cubano, Teresa de Mier es mexicano. Exiliadas y escapistas vidas las de ambos escritores. ¿Vivir es escaparse? En mil novecientos noventa Arenas se suicida en Nueva York. No hay diferencia entre el comunismo y el capitalismo, silencio forzado frente a gritos ignorados, la libertad es una fantasía y un pretexto para el asesinato. No hay diferencia porque no puedes hablar, no hay diferencia porque nadie te escucha, aunque grites muy fuerte. Reinaldo Arenas es el autor de El mundo alucinante, novela sobre la vida y los periplos obligados de Teresa de Mier, el fraile que se atrevió a dar una nueva interpretación de la aparición de la Virgen de Guadalupe, esto es un crimen imperdonable, la iglesia católica tenía que castigar. Tomás de Aquino estaba involucrado en esta ofensa al culto de la guadalupana. Tomás ya estaba más que muerto para finales del siglo dieciocho, llegaría a ser Santo Tomás de Aquino. Teresa de Mier da su ofensivo y famoso sermón y se gana un viaje a España, viaje muy accidentado. San Juan De Ulúa, hotel de cinco estrellas, castillo de la esperanza, el porvenir es una cárcel. Finales del siglo dieciocho, principios del diecinueve. Esta época antecede a ese mediatizado y nacionalista quince, o dieciséis, de septiembre de mil ochocientos diez y es posterior a los agitados y guillotinistas acontecimientos que se desataron en Francia, todo en nombre de los valores universales: Igualdad, Fraternidad y Libertad. Total carencia de los anteriores para nuestros amigos, Servando y Reinaldo. Perseguidos, cazados, buscados. Reinaldo ya estás en fuga, corre, ya regresas, por ahí no, te agarran, encerrado, meten cosas en tus entrañas, un tubo, un palo, un pene; Servando, te quiebras la mano, caer mal, caes mal porque no te conformas y eres la víctima de esa bestia monstruosa que se llama envidia. Reinaldo, ¡ten cuidado chico! El Morro, gran hotel. Servando, el proceso-curso de los acontecimientos te hará diputado y después un momia que muestran en las ferias europeas. Memorias, apologías y muchas lágrimas tragadas. Dos libros: “Memorias”, Fray Servando Teresa de Mier, ed. Porrúa, 2 tomos, México, 1971 y “El mundo alucinante”, Reinaldo Arenas, ed. Tusquets, México, 2003.

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