lunes, 12 de octubre de 2015

Baños y celebraciones

  ¿Cuál es el sentido de las estatuas que se acumulan en las avenidas y plazas públicas? Un monumento representa muy poco, la memoria del pueblo es amorfa y etérea, olvidada y metálica, recuerdos colectivos que se vuelven piedra y son cagados por los pájaros. El pueblo es una palabra de poder que se tergiversa fácilmente; lo fúnebre y lo alegre hacen el amor en la verbenas populares.También hay odio, asesinato, pobreza y desesperación, ¿dónde están estas efigies? Tantas celebraciones para esconder nuestras miserias, tantos fuegos artificiales.

Conversaciones con Marco Aurelio

  En un mundo perfecto no existiríamos, todo lo acabado es estático; lo inconcluso nos define, la vida es lo continuo, y en el momento que ésta llega a su fin... Los turcos tienen un refrán que habla al respecto: Cuando la casa está concluida, entra la muerte. Ahora entiendo porqué nunca he podido decir adiós.

Por culpa de la gramática

  Al salir del lugar vimos un poco de la golpiza que les daban a unos 'anarquistas', qué pasó, preguntamos, alguien dijo que fue porque escribieron consignas contra la ortografía, en las paredes se leía: REVELION, RECISTENCIA, AYOTSI. MUERA EL GOVIERNO, NO SÉ OLBIDA, SAPATA VIBE. La seguridad del bar los reprimió por expresar su ideas, por ir en contra de lo establecido. Llegó la policía y los volvió a golpear, se los llevaron, nadie se atrevió a protestar. De regreso a la casa discutimos sobre el uso de la "s" y la homografía.

Los burócratas no saben los que es poesía

El héroe se salva a sí mismo
Trabaja en el cortar y pegar
Manufactura el constante sucederse
Información suficiente pero no necesaria
Memoria llena, intente más tarde
Hijo, trae bolillo y huevo, ya es tarde
Estoy ocupado, llevo agua al molino
Yo te di la vida
Te pareces a tu padre
Cualquiera pudo ser mi padre
Yo soy tu Guerra de las Galaxias
En el camino hacia la tienda
Ese largo y doloroso trayecto
Pienso, comida para caballos
Doblar en la esquina, preguntar a Titi
Titi es el carnicero
¿Tienes ganas de seguir vendiendo tu sonrisa?
Madre, sólo hay pan de dulce
Está bien hijo, lo entiendo
Escritores putrefactos hablan
Hablan sobre las obras leídas
Hablan del sistema de alcantarillado
Hablan artificialmente, contienen rojo 40
Escritores pudibundos van al baño
Cagan
Mean
Sangran
Gerardo cuenta su chiste
Un cuadro de papel higiénico
Guardar la punta para limpiarse la uña
Fuchi tiene doscientas pulgas
Le digo
Tengo que sacar al animal
Me dice
Primero darle un baño para que tenga algo
También los perros saben de política
En Huiramba los cholos venden birria
Y si la historia tuviera un fin
Los archivos serían quemados
Arderían las pruebas de nuestra existencia
Escribes diferente
Quiere decir que eres un imbécil
Por qué insultas a la gente
Ella te quiere desde hace cinco minutos
Que se acabe esto y lo otro y que venga Jesús
Jesús, otra ronda para todos, yo invito.

Opinión pública

  Enterramos a los vivos porque queremos cosechar opiniones. Un campo lleno de perspectivas ortodoxas que se suceden en cada surco, semillas que se amontonan ordenadamente para recibir un poco de sol y agua. En el sembradío de subjetividades ya se miran los primeros brotes.

El diario trajín

  Desde las oficinas asépticas, en donde entrego mi vida al dios del salario mínimo, escribo esto. Salgo de casa media hora antes del tiempo acordado por la empresa, la servidumbre voluntaria tiene un límite de entrada pero no de salida. Voy en bicicleta, no por moda sino por necesidad. En el trayecto observo a los automovilistas, noto sus frustraciones viales a través del vidrio opaco que los protege de las réplicas a su imprudencia; miro los aparadores de las tiendas en donde habita fugazmente mi reflejo, fugaz como lo que soy, un destello ontológico semi-voluntario. Los rostros de los otros se esconden en los dispositivos móviles, prisa en las banquetas. Avenidas, semáforos, policías, el viaje es una sucesión de reglamentos que se rompen con facilidad, la física urbana es maleable, véase el transporte público o la influencia dinámica de los funcionarios. Sudo la playera con el deseo de llegar temprano. Llego al periódico, que es donde laboro diario, la silla me recibe con la tristeza del día a día, parece que dijera "otras ocho horas soportando este peso que habla". Ignoro el animismo que me circunda, aunque las cosas quieran hablarme, discutir conmigo, tengo que concentrarme en la monotonía del tecleo, la manipulación de la opinión pública espera por mí. Soy el corrector de estilo.

Mónada de octubre

  Platiqué en la mañana con unos amigos acerca del paro nacional del catorce de octubre. Dijimos muchas cosas, la mayoría utopías del tipo "puede ser mejor". La pregunta principal se refería al sentido de estas protestas: distorsión y sinceridad. Creo que las manifestaciones en contra de nuestros representantes democráticos, del jefe de colonia al presidente de la república, son un paliativo que está muy lejos de curar la enfermedad. Los dolores que me ocasiona el tumor en mi cabeza con un ketorolaco se quitan, pero no me curo, regresa la pulsión aguda, cada vez más intensa, me engaño a mí mismo. Entonces la lucha contra la patología tiene que ser de fondo. Quizá el remedio termine por matar al paciente, pero la enfermedad cesará, llegará a su fin. Si cada uno de nosotros en algún momento de nuestras vidas le disparara a un funcionario, atentara contra la vida de uno de estos parásitos como respuesta a la corrupción ubicua, la política sería otra cosa. Para enfermedades extremas, remedios extremos. Luego pensé que el mal es parte de nosotros y que si llevaba al ridículo esta ocurrencia los suicidios masivos terminarían por extinguir a la especie. Lo anterior tendría sus ventajas para otros animales. Este es el mejor de los México's posibles, Leibniz no trabajará el miércoles.

En qué pensabas

Aviones cargados de jitomates
Automóviles conducidos por ladrillos
Perros ágrafos que piden paz
Flores que lloran
Dioses que tiran la toalla.

Calichiana

—¿Para qué sirve la poesía papá?
—La poesía es el alimento del Diablo, sin ella el mal no tiene sentido. Pero ya platicamos mucho, desnúdate hijita.

Buda

  Recité con todo el cuerpo, cada sílaba era un movimiento. Después contemplé el eco: movimiento cascada horizontal que se abre y se cierra según la mole que se atreviese en su camino de ida y vuelta, rebote cósmico.Yo también era la pared. Corporizaba la palabra y luego bailaba en el silencio de la espera. Así fue hasta el amanecer. Esperaba que algo más pasara, pero no pasó nada. Entonces comprendí que lo que necesitaba era oír.

Por mi raza hablará el odio

  El doce de octubre de 1968 se inauguraron los XIX Juegos Olímpicos en la Ciudad de México. Unos días antes el estado había utilizado su fuerza bruta y brutal sobre estudiantes y civiles que protestaban en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco. La "hinteligencia" militar demostró una vez más que la nación es un sueldo y una orden. En la misma fecha, pero muchos años atrás, un navegante genovés llegó a un nuevo continente, nuevo para él y los suyos; comenzaba otra historia de sangre y servidumbre. Gracias al castellano (español) podemos comunicarnos y dar cuenta de nuestro descontento general, así como de las noticias amables, si es que las hay. Hispanohablantes que recuerdan, la memoria se hace presente mediante el lenguaje articulado. La raza habla del dolor.