sábado, 29 de enero de 2011

El abecedario viaja en tren

  Un poema llega y se estaciona. Baja y compra una cerveza. Este poema viene en carro. No es un POEMA sino un poema, con minúsculas letras. Se siente menos de lo que es, se deprime. El poema se engancha fácilmente a las drogas; es muy difícil que salga de ellas una vez adentro, pues las drogas son como bolsas negras en la que uno se mete, se vive cómodamente ahí. Los poemas son propensos a ser guardados en grandes bolsas, como las drogas. Como uno. Nuestro poema termina su cerveza y sube a su auto. Allá va nuestro poema, se pierde en el tráfico del medio día, junto a todos esos otros poemas.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Todos somos poema....pero ¿alcanzaremos a ser poesìa?. La poesìa es el poema pero con espìritu de Dios, la poesìa es lo que un dios sopla sobre las palabras del poema, poesìa es al poema lo que conciencia a cuerpo o lo que orgasmo a perro. O quien sabe, pero sè que no sè sino lo que poesìa me dice cuando me arrebata de las manos las palabras y las pone a parir y a putear (verbos sinònimos en el texto) en el poema.

Anónimo dijo...

...y todo por un texto salvaje en donde se hablaba del poema que ....

Anónimo dijo...

PROVOCADOOR!