domingo, 30 de agosto de 2015

Impuesto al valor de la espera

  La voz femenina da los turnos cada dos minutos, números hasta la desesperación: C6091, módulo 23; 327, módulo 09; C6101, módulo 12... Sólo los robots pueden trabajar de esta manera. Repetitiva música de fondo para aminorar lo disminuido: smooth jazz, Chamín Correa, ranchera de Luis Miguel. Con cita, sin cita. Dos filas. ¿Ya lo atienden? ¿Qué trámite viene a realizar? ¿Ya está dado de alta? ¿No? Credencial, copia; acta de nacimiento, copia; comprobante de domicilio reciente, copia; una memoria o un disco. Insufrible situación, insoportable sensación: la espera. Los trámites burocráticos son la evolución de la tortura medieval. En el baño no hay papel. Los rostros de las personas se llenan de moscas. ¿De quién es esta niña? La entrada es por el otro lado señor. ¿Un café? La amabilidad también es un trámite. Firme aquí, igual que como está en su identificación personal. En sólo tres horas arruinan tu vida. Gracias, eso es todo.

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