miércoles, 30 de septiembre de 2015

Leer duele.

  Lo que la gente busca son libros de cómo hacer tal o cual cosa, ellos quieren respuestas, no preguntas. Suponiendo que aún existen personas que leen. Y al final de cuentas literarias, ¿qué importancia tiene para mí lo que los otros hagan o dejen de hacer? Vivo entre los otros, sin ellos sólo soy un grito en el desierto. Cierto, pero antes que cualquier cosa, el autoconocimiento. Si critico a alguien será a mí mismo (impropio). Por eso leo a Pascal y a Parménides García Saldaña al mismo tiempo, voy de la duda a la onda, ida y venida, una y otra vez. ¿Leer me hace mejor persona? No lo sé hasta ahora. Lo que sí sé es que ya va siendo hora de desayunar.

No hay comentarios: