martes, 18 de marzo de 2014

  La historieta del hombre le ha dedicado muy poco espacio y tiempo al arte, en cambio, la mujer ha hecho excelentes tratados sobre tanatología. Pero esto es harina de otro costal, esperen, esto no es harina, es cocaína. Ahora sí nos cargó la gorda, orinar betabel sobre la ley, nuestra ley es un engaño, pero no le digan al juez. El estado se encuentra en una situación límite, circunstancias adversas nos hacen reflexionar sobre la existencia del mal, porque nos dimos cuenta de que mataban gratis en la Tierra Caliente y el gobierno federal es una payasada que tiene que terminar ya, nos dimos cuenta. Este nosotros no es académico sino endémico. El público busca una respuesta, mejor es que compren armas para dispararle a alguien, ese alguien que no la debe, ése de ahí, el sacrificio necesita víctimas. Redención sangrienta durante un trayecto de reconocimiento físico y espiritual por la carretera a Apatzingán. Transitando por diferentes momentos de esta madriza estamos, la autopista que nos lleva al centro del conflicto, fuerzas centrífugas y noticias, teléfono descompuesto que cuesta mucho dinero, dinero que vale más que la vida. Nos preguntamos por el significado de tanta muerte y maldad y rabia y chingas a tu puta madre policía federal, gobierno federal y anexos, lo religioso medieval ha vuelto, los caballeros templarios, así, sin mayúsculas, no lo valen.

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