viernes, 6 de noviembre de 2015

Tere Sánchez o del bello y mágico arte de vivir

  Teresita Sánchez Reyna, mejor conocida como Tere Sánchez, es una actriz, titiritera, cantautora y escritora. No se trata de etiquetar o definir sino de celebrar, festejar que la vida nos regala a personas como Tere; vive en Morelia desde 1989, ella misma se echa de cabeza: “Nací en la ciudad de México en el año de 1964 y crecí en un barrio superbravo llamado Peralvillo”.

Los primeros

   Trece años tenía Tere cuando escribió su primer cuento (léase como canción); a los 17 años participa en su primera obra teatral, Cada quien su vida, escrita por Luis G. Basurto; a los 18, ya más grandecita, se integra al grupo de música andina Binni Sicarum, antes había escrito su primer canción a los 16. Si se trata de datos y de exponer a la gente es importante saber que la corrieron de la secundaria a los 14, terminó el ciclo secundariano en una nocturna. No quiso fiesta de quince años, romper la tradición es la regla aunque haya golpes de por medio.

    Ha participado en más de 50 obras de teatro, muchas de ellas dirigidas por Fernando Ortiz; escribió en periódicos de circulación nacional y la incluyeron en la antología Itinerario Nómada; en 1993-94 quedó atrapada por el encanto de los títeres, Gabriela Ortiz Monasterio fue quien la inició en la vida de las marionetas, participó en un programa de televisión que se llamaba De Tin Marín. En este mismo contexto trabajó con Dalí M. Blanch, quien cambió su vida, según platica la mismísima y a nadie parecida, Teresita.

  En la atribulada actividad musical, cantaba y tocaba el bajo eléctrico en un grupo llamado Conciertosentido; después conoce a Lety Servín, “amiga del alma y extraordinaria mujer”, con quien, en 1995, formaría Salida de Emergencia. Pero es en el 1999-2000, durante la huelga de la UNAM y la despedida de Zedillo, que surge Se aplican restricciones, espectáculo musical multimedia dirigido y producido por Raúl Arroyo. Habla Sánchez Reyna (léase como encabezado político): “La particularidad de este experimento escénico es que participan mis mejores amigos, cómplices y la mejor compañía que encuentro en Morelia después de vivir una especie de orfandad. Sergio Camacho, Carlos Cárcamo, Alejandro Coria, Husai Ching, Jochen Hiss. A esta lista sólo falta agregar a Marcos Maldonado y Víctor Rivas, seres que menciono de manera especial porque me cambiaron por completo la vida, y aún lo siguen haciendo”.

   Ha dirigido tres obras de teatro. En 2002 forma con Salvador Carrillo Márquez, el dueto Sístole y Diástole, hecho a base de música original, lo cual es todo un mérito. Trabajó con la espectacular y controvertida Jesusa Rodríguez en un programa por la defensa de los derechos de las mujeres, o sea, feminismo del bueno.

  No alcanzaría el periódico entero para decir todo lo que ha hecho esta Mujer, sí, con mayúsculas. Ella misma se describe de la siguiente manera: “Me encanta andar en bici, el olor del epazote, el romero, la lavanda. Me gusta envolver regalos, hacer garabatos en pedazos de papel y ver películas que me hagan llorar. Reírme hasta que me duela el estómago. Me fascinan los juegos de mesa, observar a niñas y niños sin que se den cuenta y hacer reír”. En el tema del amor (léase con el referente personal a la mano), comenta que “Vivo con el hombre más maravilloso que puede existir para mí, el músico, titiritero, actor, escenógrafo, director, pintor, fotógrafo, escultor, compositor. Roberto Hurtado Azuara”.

  Tere Sánchez vive con Bongo, su perro. Hace poco terminó la prepa en línea, ya que, como ella comenta, “la escuela no ha sido lo mío, aprender cosas interesantes sí”. Este año no ha sido fácil para nadie, ella lo sabe, y ha llegado a una conclusión vital: “En 2015 me doy cuenta de algo que realmente me parece relevante, contundente y piramidal. Le he perdido el miedo a la muerte”. Para un creador comprometido cada cosa que ocurre en su vida tiene importancia, los actos, las personas, de ahí que Tere concluya de esta manera: “Sólo agrego algo más, Mi papá, mi mamá y mis cuatro hermanos son para mi el refugio más importante, la enseñanza más grande el mayor orgullo en mi vida”.

Frase:
“Voy a ser feliz aunque me cueste lágrimas. Qué voy a hacer si mi hormona es la patrona, la tengo que obedecer”


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