miércoles, 19 de noviembre de 2014

26 de septiembre

¿Hace cuánto tiempo que esto está muerto? Otra vez estos cabrones ya cerraron la avenida. Pero muerto de verdad, como cuento de Juan Rulfo. El calendario es un camposanto, tiene un chingo de cruces. Sólo es un pretexto para protestar, que se vayan a su casa, flojos, pónganse a estudiar, hagan algo de su vida, dejen de estar de borregos, por eso México no progresa. Noticias frescas, eso no vende, pasó de moda, entiende, no alcanza para primera plana, al menos que algún anarquista aparezca en escena y rompa los cristales de un desprevenido banco. Los compañeros desaparecidos están en algún lugar esperando ser rescatados... Esos no son anarquistas, anarquista Ricardo Flores Magón, ése sí era un cabrón. Son las once y cuarenta y tres y el lunes no se ha muerto. En el silencio del cuarto del escritor resuenan las voces de muchos dichos, aparecen sentidos en repentes. Es selva de asfalto, no mar. ¿Y la sirenas, no las escuchas? Le dan mal aspecto a la ciudad con sus marchas y pintas, los turistas se quejan, los empresarios perdidas tienen. Las autoridades, ¿por qué no hacen algo? Larga espera con un poco de rock, ska, trova, discursos giratorios, volantes, bicicletas que esquivan y se suben a las banquetas, alguien piensa que esto va que vuela para ser otro dos de octubre. Acumulación ignominiosa lo que hoy alud deviene, álbum negro de los que no se olvidan, pero es que son tantas las tundas que la historia parece un saco roto, se le escapa la arena del recuerdo, la memoria puro polvo regado en el suelo, ese alguien no tiene nombre. ese alguien que piensa en los desaparecidos y el otro que dice que Ayotzinapa no somos todos. A mí no me metan en sus tonterías. Ellos se lo buscaron, calmadito te ves más bonito. Los cuerpos masacrados flotan en las aguas sucias del Río Grande, nadie les hace caso, la masa grita que los quieren vivos, pasan sin ver, sin escuchar, las cámaras llaman, los rostros responden. Porque los cadáveres no piden auxilio. Porque ningún porque convence a un necio. Mi hijo quiere ser policía, el mío también es un sádico y desgraciado. Bola de rijosos, luego luego quieren su caliente, ahora sí van a recibir su respuesta. ¿Viste cómo rayaron el Centro? Gente inconsciente, por eso los matan. 

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