lunes, 27 de octubre de 2014

Crónica del 22 de octubre de 2014

  Ayer nos manifestamos con percusiones, tuba, trombones, guitarras, saxofones, clarinetes, hip hop, poesía, danza, pintura y mentadas de madre a Peña Nieto. Fueron seis horas de música continua, la gente se solidarizó chingón, nos llevaban aguas, nos daban palmadas en la espalda, cantaban y lanzaban consignas. No sólo lo ocurrido en Guerrero se mencionó, se habló de los desaparecidos en Michoacán, despreciamos juntos a los cobardes del crimen organizado, a las reformas que no sirven para nada, las explosiones de septiembre, el agandalle de los empresarios morelianos, el festival de cagada, el fraude del teatro Matamoros, en fin, una serie de chingaderas que la gente ya no podía callar más. Una señora como de sesenta años, o más, estuvo con nosotros de principio a fin, ya en la noche su voz estaba tan ronca que no se escuchaban sus palabras, sin embargo seguía gritando: ¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos! Alrededor de las ocho de la noche nos juntamos con la marcha que venía de casa de gobierno, los recibimos con música y la manifestación se prendió bien recio, la lluvia pasó desapercibida. En el jardín de las Rosas, a donde nos fuimos después de que la marcha se congregó afuera del palacio (mierda) de gobierno, seguimos tocando hasta que llegaron los organizadores del festival y nos dijeron que nos uniéramos a la declaración que estaban haciendo los actores, obviamente los mandamos muy lejos de ahí. Lalo Solis convocó y la gente respondió, ahí estuvo el Mario desde Pátzcuaro, el Hormiga y el Andrés, Ceci y su familia, los Vidures, el coronel Guillermo Portillo, Addis y varios conservatorios más, se me olvida mencionar a la banda pero lo importante es que se está demostrando que este país, su gente, ya no aguanta más, ya estamos hasta la madre de tanta desigualdad y corrupción de las instituciones todas, ha llegado el tiempo de la revolución. Nosotros ayer hicimos algo, aunque parezca poco nuestro grito más o menos armónico, más o menos melódico, más o menos rítmico, se escuchó y hubo eco. ¿Tú qué estás haciendo?

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