jueves, 9 de octubre de 2014

Mentira

  La noche tuvo la culpa de que al indio lo mataran. Ya que la luna llena es responsable del hombre lobo el dolar vale más que el peso, si la ropa sostiene al tendedero los partidos políticos tendrán más presupuesto, dado que las tríadas están hechas de dos van a evaluar a los maestros rurales para poder despedirlos. Aquí la nada tiene sentido pues es el complemento perfecto de las bolsas de papas fritas y otras porquerías para los chamacos gordos que somos. Lo más rápido y eficaz era disparar a quemarropa, cortar el cuello de la verdad. Civilización porque hay universidad, civilización porque hay democracia, civilización porque enterramos a los vivos. Frío, calor, lluvia, sequía, hambruna, enfermedad: bingo. Fueron piedras las armas de los muchachos, tal vez algunos palos; digamos por buen fin que eran terroristas islámicos, antisemitas, mexicanos indocumentados, chinos protestando, negros violando mujeres blancas y católicas. ¿Qué hacer con los cuerpos? Tirarlos a un pozo, quemarlos, jabón. Varios uniformados opinaron, quedó en secreto lo decidido. Días antes una masacre pronosticaba el sino maldito de esta nación sin definición. ¿Cuándo ha sido diferente? Nos rendimos, gritaron asustados, los matamos, dijeron muy seguros. Tembló en Perú. Llueve sangre en Guerrero. EUA sigue siendo una fábrica de mentiras, y le va muy bien. El gobernador del estado prometió que encontraría a los desaparecidos. El comisionado de la seguridad de la delincuencia organizada dijo que meterá a la cárcel a todos aquellos que le digan pendejo. No hay cárceles tan grandes. Hasta aquí la información.

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