martes, 29 de julio de 2014

Lo que queda

El frío de la conciencia por fin hizo daño
Nos resfriamos de venganza y no fue un cuatro de julio
Pisoteamos a los que antes nos miraban desde arriba
Les cortamos las cabezas ante los ojos de Siva
Sus cuerpos echamos a los perros
Vomitaron
No les hizo bien el alimento con gusanos
Qué culpa tienen los perros de que Washington exista
Los corruptos alzaban la mano para votar en contra
Lanzamos pintura roja sobre la Casa Blanca
Quemamos las banderas con petróleo
Entre muertos caminábamos buscando los restos de Bush
Padre e hijo y también el espíritu santo americano
Queríamos ponerlos como ejemplo
Pero había tantos y tan iguales
Parecía un suicidio colectivo
Porque si los matábamos a ellos algo moría en nosotros
De Francisco Franco a Enrique Peña Nieto
Había banqueros y también soldados
Algunos buenos y otros muy malos
Nuestro reflejo en la historia del espejo
Para lograr la paz es necesaria la violencia
O quizás es que la paz no existe como algo permanente
De cualquier manera nos encontrábamos armados
Nos contradecíamos una y otra vez mientras avanzábamos
Los cinco continentes se estaban revelando
El himen de lo que ya no puede ser
Se había roto algo irreparable
Dignidad
No el coraje
Por eso la rabia consumió la poca razón que nos quedaba
Queríamos conocer la esencia del mal
De cualquier manera ya estábamos ahogándonos
Desde hace tiempo cerrábamos los puños hasta hacernos daño
Ahora conocíamos el infierno del cuchillo
Abrimos pechos y sacamos órganos todavía palpitantes
Somos muy parecidos en el cochambre de la sangre
Frágiles
Entonces por qué la desigualdad extrema
Nos preguntábamos tantas cosas
Ahí estaban expuestas las verdades y también las diferencias
Tripas democráticas que escurren las vergüenzas viscerales
Nuestro hígado se quedó en Panamá
Nuestros riñones en Puerto Rico
Una mano en Vietnam y una pierna en Irak
Y la semana pasaba dolorosamente
Empalamos a los jueces este jueves
Japón y China reivindicaron sus plazas con matanzas
En Corea revivió la esperanza a punta de granadas
Hocicos engañosos que ya no pueden mentir más
Hocicos callados a punta de patadas
La inversión de lo invertido en la noche de los gritos
Cómo apesta la avenida del Progreso con tanto cadáver
Es medio día putrefacto
La consigna es destruir lo que no sirve
Unidos dividimos al gobierno de lo absurdo
Ya era hora
Sin reyes ni fronteras
Se acabaron los héticos tiempos
De la palabra al hecho existe Afganistán
Políticos que nada más y nada menos hicieron
También pensamos en sus tumbas
Un agujero tan grande como el miedo
Ellos ignoraron la fosa común en la franja de Gaza
Pero ahora son asesinados los asesinos por nuevos asesinos
Desde Sión vemos a los niños corriendo y sonriendo
Porque siguen vivos aunque sólo sea en este poema
Más allá del Ya Basta están los campos de exterminio
Es el recuerdo de la ignominia que nos acompaña en la batalla
La última guerra sin juicio final y sin acuerdos de paz
La venganza de los miserables que somos millones
El mismo grito en varios idiomas
Contagiamos al mundo de una justicia falacia
Nos falta lógica pero no ganas
La justicia del aquí y ahora
Es cierto
No conocemos otra solución
Mienten en las universidades
Mienten en las iglesias
Mienten los que dicen que habrá un cambio de conciencia
Guerra aquí y ahora
Todavía hay hambre y descontento
Por eso la rabia en las palabras
Un epitafio de locura en nuestra tumba descompuesta
Antes de que una bomba de silencio estalle en nuestras bocas.

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